Al panismo de Guanajuato se le hace bolas el engrudo. Después de ejercicios incontables de política de alcoba, acuerdos cupulares, compra de voluntades y descartes implacables, hasta lograr la elegancia del ‘dedazo estatutario’ en la selección de sus candidaturas, hoy batallan con ordinariez por la elección de su dirigencia estatal.

Eso sí, no pocos de quienes antes se beneficiaron con el inmovilismo de la militancia –otros, irredentos, siempre han jugado a la contra-, hoy apelan a la beligerancia interna –sucede incluso en las mejores familias, dirán.

Ocurre lo siguiente. Al desastre electoral en las distritales y las municipales el dos de junio, y la consiguiente huida del encargado del despacho directivo estatal, pese al triunfo de su candidata a gobernadora, Libia Dennise García Muñoz Ledo, los azules habían de ocuparse del relevo de su Comité Directivo Estatal.

La primera idea de los mandamases, por supuesto, fue la imposición.

El grupo dominante decidió que los siguientes a cargo, es un decir, del liderazgo, otro decir, del Partido de Acción Nacional en el estado de Guanajuato, sean, como presidente del CDE, Aldo Márquez, y en la Secretaría general Juana de la Cruz Martínez. Aldo viene de la diputación local, reelecto, además, y un paso fulgurante al lado del góber, Diego Rodríguez, mientras que Juana de la Cruz dejaría después de un par de sexenios -antes llevó la Comunicación social- la Secretaría particular del jefe del Ejecutivo.

No vamos a discutir aquí las capacidades o no, de Aldo y Juana, sino a ocuparnos de su circunstancia.

Resulta, sin embargo, que el comal electoral aún está caliente en la fiesta azul. Pronto se alzaron voces para pedir –exigir- que ‘se tome en cuenta’ a la militancia en el proceso de selección de los nuevos dirigentes –lo que debiera ser una rutina-, debido a que en madruguete flagrante, la encargada de la miscelánea, Pilar Ortega, lanzó una convocatoria para la elección del CDE 2024-2027, con sólo el voto de los consejeros estatales, en sesión extraordinaria el próximo lunes 2 de septiembre. Convenientemente, el procedimiento fue aprobado por la mayoría de los comités municipales.

Así que al arrancar esta semana, aunque haya sido en su Comité municipal, allí en Valtierra y Vértiz Campero, en León los inconformes corearon: “¡Asamblea; asamblea!”, sin que nadie les explicara que el ‘asambleísmo’ lo detestan corrientes políticas como la suya. Eran un medio centenar, en su gustado encuentro de los lunes. Gritaban, por ejemplo, la senadora Alejandra Reynoso, que suele ir a todas, y, claro que sí, la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, pero también el jefe del Congreso local, el diputado Luis Ernesto Ayala.

“¿Con qué cara le reclamamos al ‘Peje’ destruir las instituciones democráticas si aquí nos da miedo vivir la democracia? Tenemos ya muchos años sin convenciones, sin asambleas. ¡Vamos a exigir nuestros derechos!”, arengó Alberto Cifuentes –de regreso al nido luego de ser expulsado un ratito allá en el inicio de los dosmiles, por diferencias con el dirigente en turno.

Qué cosas. En protesta contra la imposición, retrató Luis Ernesto Ayala, aplaudidor del ‘dedazo estatutario’ del gobernador Miguel Márquez, al imponer a Germán René como candidato a alcalde –y dar una patada en el trasero a Ricardo Sheffield- en la gestión en que él fue Síndico. También andaba ahí su par en el ayuntamiento, Carlos Medina Plascencia -pescador en cada río revuelto-, gobernador ‘interino’ de Guanajuato’ merced a un ‘dedazo’ ¡del presidente priista Carlos Salinas de Gortari!

En su turno al micrófono, la presidenta municipal Alejandra Gutiérrez reconoció que el PAN está perdiendo identidad y autoridad a nivel nacional –bueno, nunca es tarde para sincerarse...

El laberinto azul

Una vez que, apenas dos semanas después de la jornada electoral del dos de junio, Eduardo López escapó de la dirigencia estatal del PAN, dados los números harto mediocres que consiguió, se soltó ‘el grillerío’ de la renovación del CDE.

Ciertamente, uno de los primeros que dijo: ‘yo quiero’ fue Aldo Márquez, diputado local reelecto. Al partido, arriesga, es hora de “abrirlo” y “refrescarlo” –cualquier cosa que ello signifique-. Luego saltó el nombre de Juana de la Cruz, conocedora certificada de las tripas del PAN estatal. El oficialismo y sus extensiones cerraron filas en torno a ellos de inmediato –No los aburriremos aquí con el catálogo de quién se junta con quién, porque para eso están las columnas de chismes políticos.

Los magros resultados del panismo de Guanajuato –si se toman en cuenta los cuatro sexenios anteriores al hilo- hacen que esto de nombrar al encargado de la tiendita sea interesante. Necesitan un PAN vivo, actuante. Caray, recién se fueron de ahí Eduardo López y, antes, Román Cifuentes. ¿Así cómo? Los escenarios afuera lucen complicados.

Lo primero es el Congreso de Guanajuato, donde el PAN ha quedado sin el colchón de su mayoría. Ahora deben aprender, en fast track, a negociar con Morena. Necesitan un liderazgo sólido. Tienen a Jorge Espadas y a Juan Carlos Romero. Ninguno de ellos, a diferencia del saliente Luis Ernesto Ayala, necesitaría -por ejemplo- al priista Alejandro Arias al lado de la almohada. Esta vez habrá que debatir y negociar.

Más complicado todavía: al interior, el grupo parlamentario del panismo habrá de construir un bloque compacto que acompañe el ejercicio de la gobernadora Libia Dennise. Y esto suena en arameo. Libia ha comprometido un paquete de reformas que no gustan a los duros de sus filas, que aborrecen las libertades civiles en sus manifestaciones más activas, las de los grupos feministas y de la comunidad LGBTIQ+. 

Todavía tampoco nos dicen cómo se van a librar del Fiscal Carlos Zamarripa Aguirre, promesa con la que ganaron la gubernatura, si el jefe de los detectives ‘guanajuas’ se echa para atrás con lo de su jubilación por cara que esta sea, y decide hacer valer su ‘autonomía’. La gobernadora bien diría que ella no puede destituirlo, y los azules del Congreso mirarían para otro lado.  

Libia necesita del Congreso y de los tradicionales pilares de apoyo al panismo, como el empresarial, al que a sobaditas calman de su rabieta por el amago de finiquitar el fidesseg –una ‘cortina de humo’, en realidad- para un inicio del sexenio en gobernabilidad.

Lo otro es conocer qué pasará con Morena, que sigue al acecho. Si al menos le quitan de encima al ‘súper delegado’, más ocupado a la caza de agendas rosa, tiene una posibilidad de fortalecimiento. La cantaleta del partido/movimiento no parece abonar mucho ya.

Qué nervios, la mera verdad…

A La Jaula

¡Amos!

Que Claudia Sheinbaum Pardo envió una invitación formal a quien sería su homólogo de Rusia, Vladímir Putin. Quiere que asista a su toma de protesta como primera Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos. La ceremonia está programada para el martes 1 de octubre. La agencia estatal de noticias rusa TASS confirmó la invitación ¿¡Dónde se acredita uno!?

Correspondencia: [email protected]

‘X’: TigresDePapel