Tigres de Papel • En guardia la Guardia • Francisco Javier Mares
Mientras Claudia Sheinbaum festeja el cumpleaños cinco de la Guardia Nacional y anuncia su adscripción a la Sedena desde el comienzo de su gobierno, el primero de octubre, en Guanajuato –cosa rara- pasan a la institución por las armas.
En Oaxaca, a donde acompañó al presidente AMLO a la inauguración de un cuartel, la virtual presidenta electa comprometió que desde su toma de protesta se consolidará la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército mexicano, tal y como lo establece la Reforma que aguarda en el Congreso de la Unión –materia para los detractores, hay.
El próximo lunes primero de julio la Guardia Nacional cumple cinco años de su creación. Para la ganadora de las elecciones presidenciales, en ese lapso breve la corporación se ha ganado el reconocimiento del pueblo de México.
La decisión de quien será su relevo fue celebrada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Un día antes, el viernes, en la supervisión del Proyecto Interoceánico Istmo de Tehuantepec, Claudia recibió su primer saludo y el reconocimiento de las Fuerzas Armadas de México. El almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de la Marina de México, dio la nota histórica al referirla -“doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos y también próxima Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas.”
La virtual presidenta de México, postulada por Morena y votada a favor por 36 millones de mexicanos inscritos en la lista nominal, será también la primera mujer en recibir tal nombramiento.
En ese entorno, el presidente AMLO se veía feliz, feliz, feliz -“ya se pueden imaginar el gusto que me dio escuchar hace un momento que la presidenta electa de México, pronto presidenta constitucional y comandanta suprema de las fuerzas armadas, haya dado a conocer que la Guardia Nacional va, como debe de ser, a formar parte de la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional. Muy buena noticia.”
Ahí mismo, la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez consideró que es el momento de consolidar el plan original de que la Guardia Nacional esté a cargo del Ejército mexicano, como una manera de garantizar que esa institución se mantenga en los niveles de aceptación alcanzados entre la ciudadanía.
Mientras Claudia agradecía al general Luis Cresencio Sandoval y al almirante José Rafael Ojeda, el Presidente AMLO afirmaba que la estrategia de seguridad va por el camino correcto -“lleva tiempo, pero vamos en el camino correcto”…
Público difícil
Semejante optimismo no alcanza a Guanajuato.
Desde la noche de la masacre más reciente en León, el domingo nueve de este junio –a la mañana siguiente, pues-, a partir del pronunciamiento beligerante del gobernador Diego Rodríguez, es nota de primera plana cada tropiezo de los agentes de la Guardia Nacional en Guanajuato –El góber dijo de ‘aquí soy’, y exigió ‘una investigación exhaustiva’ de la participación de la GN en esos hechos.
Recordará usted que cuatro mujeres y dos bebés fueron tiroteados y muertos en una vecindad de la colonia Industrial, apenas unos minutos después de que agentes de la Guardia Nacional habían entrado a esa vivienda –ésta es hora que todavía no sabemos qué demonios llevaban en la muy famosa bolsa negra, de esas que se usan para tirar la basura, que cargaba uno de los agentes cuando salieron.
-"No puede ser que estén entrando a domicilios sin orden de cateo. Debemos investigar qué relación tienen con lo que ocurrió minutos después y revisar lo que se llevaron de la casa”, protestó el góber Rodríguez.
Y de allí p’al real…
Todavía este domingo, el ‘am’ cabeceó su portada con que uno de cada tres agentes de la GN no están certificados por los controles de confianza –algo así.
Coro no falta. El presidente de la Mesa de Seguridad Ciudadana de León, a quien los medios identifican como Francisco Gutiérrez, se dice preocupado porque “se cometan tantos casos de presuntas arbitrariedades de la Guardia Nacional” contra los ciudadanos -“deseamos trabajar conjuntamente con la Sedena y también con la Guardia Nacional” -oookei.
O ahí tiene usted al alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro, quien no deja ir una y se apunta con la queja de que aún no hay ‘veredicto’ en la denuncia de la Fiscalía Estatal contra la GN y el excandidato de Morena a la alcaldía, por irrumpir en la comandancia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana un mes atrás –el caso es opinar, hombre.
Tampoco es que la GN en Guanajuato sea un estuche de monerías. La corporación suma 110 expedientes de quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos en esta entidad -58 de ellas fueron turnados a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH.
Hay de todo. Lesiones, trato cruel o tortura; detenciones arbitrarias o demora en la puesta a disposición; allanamientos y cateos ilegales, revisiones físicas irregulares, golpes, incluso… homicidios. Los cinco municipios con mayor incidencia de quejas contra la Guardia Nacional son: Irapuato, León, Celaya, Acámbaro, Dolores Hidalgo, Guanajuato y Silao –recupera el portal Zona Franca.
Mientras tanto, por fin los dos detenidos como presuntos ‘autores materiales’ de la masacre en la colonia Industrial de la ciudad de León –tragedia que ni así distrae del todo al auditorio del teledrama ‘La pensión de don Carlos Zamarripa’-, fueron vinculados a proceso penal.
Lo de la Guardia todavía da para otro rato.
A La Jaula
Los panes
Una vez que Eduardo López dejó tirada la casa del comité estatal del PAN, los azules apuran el relevo. Pilar Ortega, todavía jefa partidaria de los panistas de León, levanta la mano y dice que ella quiere. Que ahí están los resultados locales de la elección –bueeeno, allí Morena rindió la plaza a voz en cuello-, y que además de resultados, tiene experiencia. Una pena, porque parece que el lugar ya está apartado para Aldo Márquez, diputado local reelecto, y cuya carrera política importa por ahora más a los panistas que traen el sartén, que la de doña Pilar. Aldo dice que es hora de “abrir” y “refrescar” el PAN. Con esto de los nuevos comienzos, seguro también aplica eso –a’i nos cuentan luego.
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