El fin de semana murió Arturo Villegas Torres, el último jefe de un Ayuntamiento priista en León antes de la dinastía azul. El excombatiente panista Juan Manuel Oliva se perdió en el Universo del PRI. El gobierno municipal, agónico, cincela su cruz en el camposanto que es esta ciudad. En puerta la elección, el PAN se obliga a defender a su candidata a alcaldesa, aun antes del registro. Morena acecha. Irresistible el repaso.

 

De la gestión de AVT, un pasaje que ilustra cómo fue que todo esto comenzó.

Gerardo Mosqueda, director de relaciones públicas de la Presidencia Municipal de León, niega que la suya sea una oficina neopanista dentro de este organismo. Desmiente sus nexos con grupos de ultraderecha, son 'coincidencias y relaciones profesionales' sus entrevistas con empleados de Acción Nacional y la AIG. Es más, dice: soy priista.

Mosqueda, ayer, se vistió de tricolor.

—¿Vas a renunciar? —Gerado Mosqueda, psicólogo, respondería por fin a 'Guanajuato Político', de El Nacional y 'Asteriscos', de a.m., luego de casi dos jornadas de trabajo recluido en la oficina del alcalde y, ayer, de cuatro horas de evasivas a una entrevista ya solicitada y concedida.

—El alcalde no me ha pedido mi renuncia.

—¿Pero tú..?

—Sólo el alcalde me puede pedir mi renuncia.

—¿De la publicación..?

—Veo que el que escribe conoce mejor mis actividades que yo mismo.

—¿Por qué esas charlas —con Juan Manuel Oliva, ayudante de prensa de los candidatos panistas, Alfredo Anda Páez, en prensa para Clouthier, y Miguel Ángel Vasallo, publirrelacionista de la AIG, identificados los tres como partidarios de la derecha radical-, en tu oficina?

—Son particulares y de trabajo... —Mosqueda mide, pesa, calcula cada palabra en sus respuestas.

—¿A qué puedes atribuir las publicaciones?

—No, no puedo darles ninguna atribución.

—¿Eres priista? —lanza alguien la pregunta obligada.

—Sí.

En la entrevista hay reporteros de todos los medios locales. Imposible para cualquiera escuchar de Gerardo Mosqueda un sí al priismo.

—¿Desde cuándo?

—Hace más de tres años.

—¿Tus nexos con la AIG?

—Es mi trabajo profesional; yo trabajo profesionalmente.

—Entendida como cúpula del PAN, ¿no desarrollaste más actividades para la AIG?

—Mi trabajo fue profesional.

—¿Se compagina tu vocación priista con el trabajo en la AIG?

—Yo dejé la AIG hace ocho meses.

—Pero eres priista desde hace tres años...

—La AIG es un organismo empresarial, autónomo.

Que no es de ultra

—Se te relaciona con el DHIAC.

—Conozco a la gente que pertenece a él; personalmente, me caen bien.

—¿Simpatizas con el DHIAC? ¿Perteneces?

—No, no pertenezco.

—¿Podrías precisar algunos trabajos con Vasallo, Oliva y Anda Páez?

—Oliva hizo algunos trabajos de ANPIC, incluso fueron para El Nacional. Con Vasallo todavía está pendiente un trabajo de prevención de incendios; y Anda Páez nos asesoró en publicidad.

—¿Tú los asignaste?

—Sí.

—¿Por qué, si eres priista y trabajas en la presidencia, contratas a personas claramente identificadas con Acción Nacional?

—Esto es independiente.

—¿No encontraste profesionales que comulgaran con el PRI?

—Nunca se discutió si eran o no.

—¿Entonces es una mera coincidencia?

—Socialmente puede ser una coincidencia.

—¿Tienes credencial del PRI?

—Nunca me he registrado.

—Entonces...

—Soy un simpatizante... activo.

—¿No dañan estas situaciones al alcalde? Concretamente se te acusa de ser un traidor...

—Tengo una relación profesional y de amistad con el alcalde.

—¿No sería sano dejarlo?

—No me ha pedido mi renuncia.

—Podría salir de ti...

—Lo institucional es que él me la pida.

—¿Sabía el alcalde de tus charlas aquí en la oficina?

—El alcalde sabe todas las cosas que pasan por esta oficina.

—¿Eres de Ultraderecha?

—No.

—Siempre se te ha relacionado con el PAN y la ultraderecha. ¿Lo sabías?

—No... no sabía.

—¿No lo sabías?

—Se me relaciona con muchas cosas... es el gaje de esta oficina. Que cada quién haga sus especulaciones.

—¿Son meras especulaciones lo publicado?

—Quiero suponer.

—¿Supones o afirmas?

—Yo supongo que son especulaciones.

No me salgo

—¿Al entrar aquí te preguntaron si eres priista?

—¿Quién?

—No se quién te dio el trabajo...

—Me lo dio el señor alcalde.

—¿Te preguntó?

—No.

—¿Pagas cuotas al PRI, al menos como funcionario?

—No, no pago.

—¿Tu postura después de esto?

—La misma.

—¿Si alguien te comprueba que perteneces a la ultraderecha, dejarías el puesto?

—Ya veremos.

—¿Pero si alguien te lo comprueba?

—No hay nada.

—¿No hay grupos?

—No hay militancia, identificación, nada.

—¿Dejarías el puesto?

—El día que el alcalde me lo pida.

—Se dice que haces daño a la administración...

—Antes de hacer daño, me retiro.

—¿Por qué eres priista? ¿Qué puntos ideológicos te convencen?

—...

—¿Tienes aspiraciones políticas?

—No.

—Si te convence el PRI ¿Por qué no te has registrado, incorporado?

—No me han invitado.

—Pero no se necesita una invitación.

—Participo como persona, en mis posibilidades.

—¿No son coyunturales tus respuestas?

—No.

Así se defiende Mosqueda.

(Publicado el viernes 13 de mayo de 1988 en 'a.m.', de León/ recuperado en 'Aquí nadie es inocente', Tlacuilo Ediciones, autoría de este columnista.)

 

Casi 33 años después, salidos del clóset los encubiertos, todos; de escándalo los estropicios de Héctor Germán René, durante seis años; en ruta una candidatura que se aprecia débil desde cualquier flanco, el PAN ha de pelear a dentelladas su permanencia en el gobierno de León y las diputaciones que considera tan suyas. Esto va a ser de lo más divertido.

(A) La Jaula

La Ruta 4

Hoy, ahora sí —por fin–, inicia la vacunación de los adultos mayores de 60 años, en los 300 municipios más pobres y alejados de todo el país. Las vacunas de AstraZeneca llegaron desde la India. Para la distribución se diseñaron ocho rutas aéreas. Acá llega la Ruta 4. En Guanajuato, el noreste va primero.

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