Este domingo hay urnas dispuestas para que los ciudadanos decidan si Andrés Manuel López Obrador continúa como presidente de la República o se le revoca el mandato por ‘pérdida de confianza’.

Un paréntesis breve de oportunidad al ejercicio democrático, en un calendario de crispación social habitual: El diálogo de sordos entre el gobierno de AMLO y los sedicentes cruzados de ‘Va por México’ en los partidos políticos y en el Congreso de la Unión, torna extenuante la ‘bioserie’ de la Reforma eléctrica, y encarece cual aguacates los 57 votos que le faltan a Morena. ‘Hoy, hoy, hoy’, cantan unos; hasta junio, replican los otros.

En junio, el domingo cinco, se juegan elecciones de gobernador en los estados de Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, panistas ellos; y de Hidalgo y Oaxaca, resabios priistas todavía. Morena, que no tiene ninguna de esas plazas, amaga ir por todas; el panismo las rendía en confesión de alcoba desde noviembre de 2021, y en el PRI se guarecen del paso del tornado. Hablamos entonces, dicen azules y tricolores.

El pleito de AMLO contra el INE y TEPJF irritaría a Job. El INE trae entre los ojos al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, por sus giras propagandísticas. Andrés y Claudia sí incumplieron con las medidas cautelares sobre la difusión de la Revocación, sentencia el Tribunal en el capítulo más reciente.

Mientras las televisoras distraen al respetable con la invasión rusa a Ucrania, en el territorio del ‘Sheriff’ mundial en el que está convertido Joe Biden, un congresista demócrata pide retirar la visa a los legisladores mexicanos que pasaron lista en el ‘Grupo de Amistad México-Rusia’ –en la aldea, la oposición aplaude.

En su informe del Índice Nacional de Precios al Consumidor, INPC, el jueves, el Inegi confirma, como aquí apuntamos, que todo está muy caro. La inflación general anual de México quedó en 7.45% al tercer mes del año, con lo que alcanzó el nivel más alto en 21 años.

Y en la puerta de la Semana Santa, México alcanza una suma de contagios acumulados de covid-19 de 5 millones 700 mil, según los informes cotidianos oficiales. En su reporte de media semana, las muertes ascendieron a 323 mil 403. Ómicron, agazapado, sigue ahí.

Así es como llegamos a la consulta de la Revocación del Mandato, o no, al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Todo está listo, dicen los muchachos de Don Lorenzo.

Este domingo la jornada de las urnas inicia a las 8 de la mañana, y la cortina baja a las 6 de la tarde –si no hay fila, como seguro no habrá en el patio doméstico-. En el estado de Guanajuato se instalarán 2 mil 802 casillas, ‘con pleno respeto a las medidas sanitarias del caso’, la mayoría en escuelas. Esperan a 4 millones 545 mil 520 personas, enlistadas en el padrón electoral, en corte al 2 de marzo.

Para este ejercicio la Ley Federal de Revocación del Mandato obliga a instalar el mismo número de casillas que en la elección constitucional más reciente, 7 mil 745. Peeero, en la sucursal Guanajuato del INE confiesan que se instalará únicamente el 36% -2 mil 802 casillas en 15 municipios-, es decir, ni siquiera una en más de la mitad de los 46 municipios del estado -tampoco hay Programa de Resultados Electorales Preliminares, PREP, aunque por ahí de las nueve de la noche, sí resultados oficiales.

Votar o no votar

Es un hecho que la cantidad de votos depositados no retratará el enojo callejero –y menos el que se alienta desde la comodidad del diván de las redes sociales-: el gobierno y su partido llaman a las urnas; el INE desploma la oferta de casillas; los opositores pregonan el abstencionismo.

En una consigna más cercana a un bolero de Agustín Lara –‘Quédate, porque quiero que te vayas…’- que a una proclama política, los opositores a AMLO dicen: No, a las urnas y, así fuesen poquitos, salieron a marchar para exigir ¡Que Andrés Manuel permanezca en su cargo!, hasta que termine su periodo constitucional: ‘Terminas y te vas…’

Decenas -sí, hombre, sólo decenas-, de ellos protestaron en la Ciudad de México y en algunas plazas públicas del país en contra de la consulta. En CDdMX marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento de la Revolución, por Reforma, envueltos en la nostalgia de aquella bandera del foxismo del ‘Comes y te vas’ a Fidel Castro. A la movilización asistió el indescriptible Gabriel Quadri. En León, reseña ‘El Universal’, el cuñado de Vicente Fox, Arturo Torres del Valle, hizo coro al videíto del expresidente, de ‘hacerle el feo, el vacío’ al revocatorio.

Desde la otra acera, el miércoles en el mismo escenario de la CDMX, los morenistas, so pretexto de apoyar la Reforma eléctrica, dieron cátedra de cómo acercar manifestantes. Miles, llegaron a pie, en el metro y en vehículos particulares, también en autobuses que los esperaron. De Xochimilco, en tractores -como en ensayo de lo que sería ‘el acarreo’ a las urnas este domingo-. En los discursos, Mario Delgado, el líder nacional de Morena, y Claudia Sheinbaum, la jefa de gobierno.

Filias y fobias partidarias, políticas o ideológicas aparte, la potestad de Revocación del Mandato es una herramienta política ciudadana apreciable. Harto. Es una conquista social, no una concesión oficial. Así se alcanzaron las comisiones –o procuradurías, ni modo- de Derechos Humanos, las leyes y los institutos de Acceso a la Información Pública o las fiscalías autónomas –que en Guanajuato envíen ahí especímenes como Vicente Esqueda, Alfredo Ling o Carlos Zamarripa, es otro cantar. Afortunadamente no hay mal que dure cien años… aunque el PRI casi lo logra.

En vía de mientras, el INE se dice listo para instalar 57 mil casillas, que esperan a los 92 millones 823 mil 216 ciudadanos inscritos en el padrón electoral. Los resultados de las urnas serán vinculantes, es decir, aplicarían legalmente, solo si participa al menos el 40% del padrón, un mínimo de 37 millones 129 mil 287 electores. De lo contrario, aquí no ha pasado nada.

(A)La Jaula
Sábado de after

La ‘Ley seca’ es uno de los atavismos más insensatos que subsisten desde el paleozoico priista. Aplicó hasta para los informes presidenciales. Se colgaban televisores de los árboles en los jardines públicos para que nadie perdiera el momento histórico. Hay que cuidar del pueblo que no sabe lo que hace. Los políticos contemporáneos siguen creyendo lo mismo. En la CDMX doña Claudia informó que derivado de la consulta de Revocación de Mandato aplicarán la disposición en cada una de las 16 alcaldías de la capital. En el estado de Guanajuato, desde León deslizaron que ‘a petición’ de la Secretaría de Gobierno, se limita el horario de servicio donde se sirvan bebidas embriagantes. Sí, pero no. La ‘Ley seca’, aplica de las 22:00 horas del sábado hasta la medianoche del domingo, ‘en aquellos establecimientos comerciales y de servicios en cuyos giros se realice el expendio de bebidas alcohólicas en envase cerrado’. En vinatas y Oxxos, para ser claros. Quienes traigan que para la cantina, que el restaurante, que el antro, se la podrán seguir como acostumbren. Los del trago esquinero, no. Un puñetazo al comercio y los servicios, apenas asomar el rostro después de dos años de pandemia de covid-19. Inhiben la asistencia a los establecimientos formales. Alientan el mercado negro y la rutina del ‘after’ de fin de semana. Pérdidas de un 40 a un 45% de las ventas en sábado y domingo, estima el sector cantinero. Lo dicho, son de lento -o nulo- aprendizaje. A ver. De CDMX ni hablamos ¿La secre de Gobierno cree que la barriada en León, Irapuato, Guanajuato, Salamanca o Celaya, deja de beber porque tiene que ir a votar? Es claro que ‘la autoridá’ teme que al punto ebrio, en la dimensión desconocida en la que habitan, olvidada por dios y el amo, esos ciudadanos saldrán a media calle a defender a botellazos su derecho a ejercer o no una de sus prerrogativas político electorales. En León la propuesta fue votada a favor en unanimidad por la alcaldesa, los síndicos y los regidores del PAN, el PRI y Morena ¡Claro! Desde la solvencia de la nómina pública, las manos en el cajón abierto, a todos les da lo mismo.

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