León está parado de cara a la pared, al fondo del callejón.

A unos cuantos meses de que por fin, después de seis años, Héctor Germán René López Santillana deje la gerencia de la ciudad, la fiesta de la primavera en la que se han convertido las campañas municipales avizora que esos seis años irán a nueve, bajo el manto azul.

Peor, que en un descuido alcancen la presentación de 'un six de doce'.

Alejandra Gutiérrez Campos, la candidata del Partido Acción Nacional a la alcadía en turno de León, esperó justo al 'Día de las Madres' —mientras menos se enteren, mejor- para compartir sus apuntes de propuesta de campaña. Nada. Hojas sueltas, ocurrencias, ideas hurtadas a otros escudos, programas 'refritos', espejismos.

Y enfrente, la campaña del aspirante de Morena, el ex panista Francisco Ricardo Sheffield Padilla —ex jefe político/administrativo de Alejandra Gutiérrez, además- asoma su perfil de desastre que todavía algunos se resistían a ver. Ahí, media planilla renuncia cuando ya las rotativas habían comenzado a imprimir las boletas de la jornada electoral del próximo domingo seis de junio. Cosas de políticos. Pero vamos por partes.

Con fecha 10 de mayo, después de más de un mes de campaña, a 23 días de que se agoten, Alejandra Gutiérrez Campos, la abanderada blanquiazul, confirmó lo que aquí habíamos anticipado: es la primera aspirante panista en décadas, que sale en campaña a las calles de León a ofrecer nada. Ni una sola idea concreta, ni un proyecto demandado, ninguna estrategia urgente, nada.

En la ciudad más poblada del estado que lidera prácticamente todos los indicadores delictivos del país, en el que todos los días asoman nuevas modalidades del crimen, más violentas cada vez, Alejandra Gutiérrez camina por la orillita de los asuntos de seguridad y ofrece: más policías. Que tendrá 3,000 policías, a 18 mil 500 pesos mensuales —como había adelantado en su muy desafortunada intervención en el foro de candidatos organizado por la Ibero León-. No, no los tendrá.

Más policías, es lo primero que se ocurre a los candidatos cuando les molestan con aquello de la violencia y la inseguridad. Más policías. Héctor Germán René López Santillana prometió lo mismo hace seis años, luego hace tres. Finalmente descubrió que en León nadie quiere ser policía —porque corren el altísimo riesgo de que los maten-. El número de policías se adereza con el de las cámaras de videovigilancia y algún membrete creativo de ocasión, esta vez 'Ojo Ciudadano de Nueva Generación', y serían 5 mil 'ojos'. 

Se habilitarían 'corredores seguros' —una idea que arriesgaron los verdes hace años aquí en León-. Alejandra puede preguntar a Sergio Contreras, candidato vitalicio del PVEM desde que la familia del 'Doctor Simi' inventó esa franquicia. El 'modelo de refugios para mujeres' del que habló Alejandra el 'Día de las Madres', lo escuchó en la Ibero.

Luego habló de gratuidad 'de un día' en centros deportivos —Sheffield ofrece acceso libre a las unidades del municipio-; de inversión en diez parques urbanos —proyecto en las gavetas del Implan de Chela Amaro-; Alejandra sueña con un segundo parque metropolitano -Vicente Guerrero Reynoso imaginó un bosque, y el mismísimo Ricardo Sheffield en alguna de sus campañas, azul la casaca todavía, se alcanzó la puntada de prometer bajar la temperatura promedio en León.

A Alejandra sus padrinos, quienes sean, la mandaron desarmada a la campaña. Que ella resuelva el trámite de la elección, y luego le dirán qué hacer.

Nada nuevo.

Cuando el empresariado se hizo de las siglas 'PAN' en Guanajuato, los patrones se pusieron al frente. En León, en ese orden: Carlos Medina, Eliseo Martínez y Luis Quirós —'Quirelli' era rentable y creíble-. Hicieron una concesión menor al conceder el paso a Jorge Carlos Obregón —hombre de negocios inmobiliarios, pero ajeno a la élite empresarial-. Corrigieron con Luis Ernesto Ayala y Ricardo Alanís. Tropezaron con Ricardo Sheffield, y enseguida se les atravesó Bárbara Botello. En la pausa, los dueños del PAN urdieron una gerencia para la ciudad. El contable Héctor Germán René llenó la solicitud. Perfil correcto. Contratado por seis años. Alejandra Gutiérrez Campos sería un mero relevo generacional al frente de la ventanilla de atención del municipio. La política, el proyecto de ciudad, el control de los modos y los espacios… son otra cosa.

Como sea, el plan de Alejandra Gutiérrez para León es: 'Vivir Tranquilo, Vivir Sano y Vivir Feliz'. Simple. Entonces todos cantan el 'jingle'. Así, la candidata pasea por las grandes calzadas de la campaña sin que un solo tope la moleste, porque enfrente sus adversarios —es un decir- son el puro folklor.

Morena hace un 'morena'

Al abogado Marcelino Trejo Ortiz se lo dijeron mil veces —por más que suene a canción-, pero él desoyó todas las voces y aceptó ir a la planilla de Ricardo Sheffield como candidato a segundo síndico, posición que únicamente se obtiene si se gana la alcaldía. Un salto al vacío.

Antes fue una precandidatura ciudadana a alcalde, atendible. Cuando en Morena México descubrieron que podían deshacerse de Ricardo Sheffield si lo enviaban a León —porque, hombre, sólo tú puedes ganar la plaza-, a Trejo Ortiz lo hicieron a un lado. Alguien deslizó que sería diputado plurinominal. Tampoco. Y a pesar de todo, el jefe del colegio de los abogados del estado concedió su nombre a la planilla.

Marcelino cometió un error de novato en la política de la aldea: creerle a Ricardo Sheffield.

Por fin lo entendió y este lunes a las 11:16 horas, en la oficialía de partes del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG) le sellaron de recibido su carta de renuncia. Con él se fueron otros cinco candidatos propietarios a regidores —eso sí, del número cinco hacia atrás, fichas de inscripción que en su mayoría no saldrían adelante aun si ganara Morena, cosa que ni siquiera va a suceder.

En su escrito, en la jerga de los letrados en las leyes, Marcelino explica al IEEG respecto a sus motivos, que son 'estrictamente personales'. En declaraciones breves a los periodistas, agrega que 'obviamente dejé muchas de mis actividades personales, familiares y de negocios, que se me habían estado acumulando, y al ver esto yo tomé la decisión, que es meramente personal'.

Desde el cuartel de la campaña de Morena, el coordinador Eugenio Martínez escribió en las redes sociales que 'el proyecto sigue con fuerza, con seguridad, como lo están pidiendo los ciudadanos en cada colonia que visita @SheffieldGto #VuelveLeón”. En comunicado agradecen la participación del abogado y se dicen respetuosos de su decisión de no continuar.

Marcelino renunció además con las rotativas del IEEG en marcha '-al no agotarse los tiempos previstos en los artículos 241 y 267 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, solicito se tengan en cuenta la corrección y/o modificación de las boletas electorales-'. El sábado había iniciado la impresión.

Lo de menos es que el IEEG pare las máquinas en los talleres y que Morena consiga la firma de cinco incautos —convencidos, en renta o venta, como sea-, pero el golpe político a Ricardo Sheffield es durísimo —él dirá que no, porque 'nadie vende pan frío'-. El episodio en León, dicho sea de paso, confirma que a su interior en cualquier rincón de la república, el Movimiento de Regeneración Nacional, la Morena de AMLO, es un caos. Ni sus procesos ni sus decisiones convencen a muchos. Afuera, está por verse.

Desde la tiendita de la esquina, es de esperar que Alejandra Gutiérrez Campos se refugie en el discurso políticamente correcto, y se limite a decir que ella y su equipo siguen adelante, sin ocuparse de lo que ocurre en los otros bandos —aunque por dentro estalle en carcajadas.

De reflejos rápidos —para el caso, mero instinto de conservación-, Ricardo Sheffield anuncia que presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República, la FGR, en la que acusa que la campaña de Alejandra Gutiérrez Campos comete presuntos delitos electorales al repartir 'Vales Grandeza', a condición de apoyar a la candidata de Acción Nacional. Se vale. Las 'cortinas de humo' son bonitas. Pero el golpe de Marcelino está dado... y parece definitivo.

 

(A) La Jaula

Pobre Silao.

Silao es otra vez un infiernito. No ha mucho, el entonces alcalde Benjamín Solís Arzola fue a dar a la cárcel por orquestar la golpiza a una reportera. La semana pasada, el candidato del PAN a la alcaldía Alejandro Peña Gallo amenazó, según denuncia penal, a otro reportero, porque dio cuenta del reclamo que hizo un joven al sedicente político. Y ahora grabaron en vídeo a José Antonio Arista, director de Ecología municipal, cuando el angelito solicitaba credenciales de elector en beneficio del PAN a habitantes de las comunidades rurales. “Cada tres semanas, cuando menos, van a traer de tres a cinco credenciales. Esto quiere decir que cada semana van a reunir entre todos 90 (…) A final de cuentas, a quien haya acumulado más credenciales le vamos a dar una sorpresita, un regalito, algo”. Cochinos.

 

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