El domingo pasado, en comunicado acreditado a ‘las y los dirigentes de los Comités Directivos Estatales y del Comité Ejecutivo Nacional’, el PAN refiere que su Consejo Nacional analizó los resultados electorales del reciente y de los anteriores procesos federales, ‘quedando claro’ que la pérdida de votos para el azul comenzó en 2003, y que “la mayor pérdida de votos que ha tenido nuestro partido fue del 2006 al 2012 –el sexenio de ‘Felipao’ Calderón- cuando perdimos la Presidencia de la República.”

Casualmente, lo hace cinco días después de que el expresidente y Javier Lozano –vilipendiado en las redes sociales como ‘Saco de pus’-, su secretario del Trabajo, pusieron una paliza a Markito Cortés, el líder nacional panista, en las redes sociales y en charla en youtube, a la mesa de Carlos Alazraki.

El episodio y su seguidilla no tienen desperdicio. Primero, lo segundo. El ‘Comunicado’. Dicen ahí reconocer que EN este 2024 no alcanzaron los resultados idealizados, pero que “finalmente logramos resistir a la peor regresión autoritaria y populista de nuestro país, alcanzando una votación muy parecida a la obtenida en el 2018”. En la traducción, AMLO los aplastó a la mala y casi, casi votaron por ellos los mismos de siempre, poquitos menos, ok.

Ya sabe, en el ferrocarril que les pasó por encima el domingo dos de junio se leía ‘Elección de Estado’, y en ella habría intervenido hasta el crimen organizado en algunas regiones. Que habrán de corregir todo lo corregible, “para poder presentarnos hacia adelante más competitivos, empáticos y atractivos para la sociedad” –Marko, bañado y peinado al Senado.

Ni crean que se van a dividir por presiones de afuera ni de adentro del partido, porque tienen claro que ‘ésta no es lucha de un día, sino brega de eternidad’ –¿Si en momentos como éste no se cita al prócer Gómez Morín, tons cuándo? Ya luego, porque de algo había que hablar para no hablar de lo que hablaban, se lanzan sobre la pretendida sobrerrepresentación ‘inconstitucional e inmoral’ de Morena en el Congreso de la Unión y anuncian, por enésima ocasión, su defensa del Poder Judicial.

El caso es que Marko, como en el resto de su desempeño en ese empleo, no sabía qué hacer después del papelón del martes dos, a la vista de cualquier interesado, en vivo y en reiteraciones lacerantes sin fin en las redes. El trío de tres discutía los resultados del PAN -9 millones 130 mil 979 votos a nombre de la señora Gálvez-, y la trascendencia de las correrías del ex secretario de Seguridad Calderonista, Genaro García Luna –a quien Marko, como San Pedro, niega tres veces.

Marko pretextaba que la vinculación de Genaro con el PAN les perjudicó en la campaña, y ‘Saco de pus’ le espetó que es una cobardía regatear su participación en un gobierno panista –ya después, en la discusión, colgarían a Xóchitl Gálvez y a Josefina Vázquez Mota la etiqueta de ‘pésimas candidatas’, y se echarían en cara su gusto por las candidaturas plurinominales. Sí, en vivo todo. “Por eso estamos tan jodidos”, diría Lozano.

Tan sabroso estuvo aquello que el expresidente Felipe Calderón, desde algún lugar de la España de cuyo nombre quisiera que nadie se acordase, se pronunció en redes sociales. Censuró el número uno de Markito en las pluris del Senado y le endilgó que es el presidente del PAN que “más daño le ha hecho en la historia a ese partido”. Marko reviró que la votación a favor del PAN cayó justo al final de su gobierno, y en seguida se fue a pergeñar el comunicado.

Será el sereno, pero algo de razón asiste al ‘comandante Calderas’. En la lista azul de sus candidaturas plurinominales al Senado de la República los primeros nombres son los del propio Marko Cortés, el de María Lilly del Carmen Téllez García (a) ‘Lilly Téllez’ y el de Ricardo Anaya Cortés. ¿Así cómo, compadre Marko?

Lo mismo pero tricolor

Lo de Alejandro ‘Alito’ Moreno es de camisa de fuerza. Bajo su encargo como jefe nacional, en cinco años ‘el partidazo’ fue, de detentar la presidencia de la República, a satélite del PAN. Y ahora el tipo está resuelto a reelegirse y permanecer en esa poltrona hasta 2032.

El primer nombre de Alejandro ‘Alito’ es ‘Desastre’. El domingo próximo pasado consiguió, ante unos tres mil incondicionales que alzaron la mano en el momento debido, reformar los estatutos revolucionarios para permitir que se quede ahí trece años. Decide además a los jefes de las bancadas en el Congreso federal y en las dirigencias estatales, por supuesto, el manejo de la lana que les depare el erario. 

A la XXIV Asamblea Nacional ‘priyista’, celebrada a puerta cerrada, no se pararon ni los únicos dos gobernadores que les quedan, Esteban Villegas, de Durango, ni Manolo Jiménez Salinas, de Coahuila. ‘Alito’, por su parte, a voz en cuello, advirtió que ya ni ser pararan ex figurones como Manlio Fabio Beltrones, Francisco Labastida o Dulce María Sauri. De Beatriz Paredes no lo dijo, pero lo pensó.

“Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial y eso costó al PRI” exhibió, según él, a sus críticos ausentes -la ruptura formal de la CTM está cantada.

El priista ‘Alito’ y el panista ‘Markito’ son dos caras de una misma moneda. Se quedan con Guanajuato, por ejemplo. Si alguien creyó alguna vez que el PRIAN serviría para algo más que beneficiar a sus dirigentes, allí tiene la respuesta: Juntos son una catástrofe.

A La Jaula

Ay, señor fiscal

En el Congreso local, el fiscal Zamarripa defendió la pensión que se autoasignó. Que los demás le hagan como quieran. A él lo suyo, dice. De su ida, el encumbramiento de su esposa a magistrada y de su contralora incondicional que hereda a la institución, no habló. El hombre sufre. Comparte que los puestos ministeriales son complejos y que la ‘convulsión emocional’ por un hecho criminal no se compara con ninguna otra actividad gubernamental. Entonces, la crítica por el acuerdo de su pensión ‘es injusta y malintencionada’. Que las cifras de la fiscalía no están maquilladas y se revisan mes a mes. Enalteció su gestión y el trabajo de la instancia. Los problemas debe resolverlos toda la sociedad, no sólo ‘los científicos’ o los funcionarios. Está de acuerdo con el góber, Rodríguez en que Guanajuato cuenta con la mejor fiscalía del país. O sea, perdón, señor don Zamarripa.

Correspondencia: [email protected]

‘X’: TigresDePapel