Se van los polis • Más de feminicidios
Se van los polis
Finalmente, luego de un par de tropiezos iniciales, la alcaldesa de León, Bárbara Botello Santibáñez, llevó a buen puerto la tarea de depuración de los policías municipales reprobados en los exámenes de control y confianza que ordena la Federación, y habría que reconocerle la labor.
De la Policía municipal de León se habrían ido unos quinientos elementos; los casos más sonados son los de los comandantes José Luis Castillo –todavía en la administración de Ricardo Sheffield- y José Luis Herrera, quien se irá apenas regrese de vacaciones, oficialmente, por renuncia y no por despido. Se trata de dos sobrevivientes de los gobiernos priistas antes de la larga noche azul: veinticinco años, nada más.
Mucho es lo que se ha hablado y escrito sobre la “hermandad” que gobierna a la Policía de León, incluso por encima del director o del secretario en turno; con la depuración formalmente concluida, según el anuncio que hizo ayer la presidenta municipal, Bárbara Botello, los actuales responsables de la corporación, el secretario de Seguridad, general Miguel Pizarro, y el director Francisco Aguilera, ya no tendrán pretexto para que sean notorias las mejoras en el actuar de los policías.
Pizarro y Aguilera se quedan con mil 186 elementos, más los cadetes que puedan egresar de la Academia en el corto plazo. Todos ellos, de acuerdo con el dicho de la alcaldesa, tienen aprobados ahora sí los exámenes de control de confianza; evidentemente, en el gobierno de León quisieran aumentar el número de efectivos pero, la verdad, no se aprecia mayor entusiasmo entre la población por sumarse a esas filas.
Bárbara Botello se refirió ayer al tema en la ceremonia de honores a la bandera y dijo que la depuración de la Policía de León cumple con los requerimientos de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; León sería el primero de los 46 municipios de Guanajuato en cumplir con la liquidación de los policías reprobados.
Con la tarea hecha, y de acuerdo con lo declarado por el secretario de Seguridad Pública del estado, Álvar Cabeza de Vaca, la Policía de León ya no tendría problema alguno para la coordinación con las fuerzas estatales ni para la canalización de los recursos federales del Subsemun.
Álvar fue jefe de la Policía leonesa y conoce por nombre y apellido a sus elementos, así que será de lo más interesante conocer su opinión sobre la depuración realizada por el gobierno priista de Bárbara Botello; y ya en esto de las opiniones, seguro alguien le preguntará a Gerardo Trujillo, la cabeza estatal del PAN, qué opinión le merece que los suyos se atoren mientras la Alcaldesa priista de León avanza.
Bárbara Botello dijo ayer que no únicamente en el estado, sino a nivel nacional, León es el primer municipio en finiquitar ese pendiente que, en este caso, le heredaron los gobiernos de Acción Nacional.
La cuenta de las liquidaciones de los policías ya va en 21 millones de pesos, informó la alcaldesa, pero, a su lado, el tesorero Roberto Pesquera diría que en un cálculo optimista, muy probablemente llegará a los sesenta millones de pesos; del tenor de las negociaciones con los despedidos, no se sabe mucho, dado que hace un rato ya que los policías despedidos no se manifiestan en las calles como lo venían haciendo.
Además del apoyo que concedió el Gobierno del Estado, a título de adelanto de participaciones, la alcaldesa Botello dijo que lo recursos para las liquidaciones se obtuvieron de los ingresos por pagos del impuesto predial, una recaudación récord en dos meses, que reconoció a los ciudadanos.
En la depuración de la Policía se fueron hasta los escoltas del secretario del Ayuntamiento, Martín Ortiz García; del director de la corporación, Francisco Aguilera Candelas, y del secretario de Seguridad Pública, el general Miguel Pizarro Arzate. Suponemos que los van a sustituir…
Más de feminicidios
La diputada federal del PAN Karina Labastida Sotelo lo dijo muy clarito: por motivos políticos, fracasan los intentos para emitir una alerta por violencia de género en los estados de la República con el mayor número de feminicidios en el país.
Claro, Karina aludía al estado de México, la entidad que representa, pero nada mal estaría invitarla a que se dé una vuelta por Guanajuato.
Karina Labastida, con el aval de las legisladoras federales del PAN el PRI y el PRD, promovió un punto de acuerdo para que la Cámara de Diputados exhorte a los gobernadores a atender las cifras –alarmantes en algunos casos- de asesinatos a mujeres, pero no llegaron a más.
Denuncia entonces que en el Sistema Nacional el tema se partidiza y suponen que las solicitudes tienen como trasfondo “pegarle” políticamente al partido que gobierna la entidad en cuestión. No, Karina siguió refiriéndose al Estado de México, no a Guanajuato.
Las organizaciones de la sociedad civil han solicitado a la Secretaría de Gobernación una alerta de género en entidades como Oaxaca, Nuevo León, Guerrero, Veracruz, el estado de México y, sí, Guanajuato. Sus requerimientos han sido ignorados olímpicamente.
La diputada panista no se anda por las ramas, y dice que entonces, si es necesario partidizar el tema, que se haga, pero en favor de las mujeres: que acepten que la alerta se aplique en el Estado de México, que es gobernado por el PRI; en Guanajuato, donde gobierna el PAN, y en Morelos, donde el gobierno es del PRD.
Bien por la diputada azul, pero mire usted: el sábado se realizaron cinco marchas simultáneas en León, Irapuato, San Miguel de Allende, Guanajuato y Acámbaro, precisamente en defensa de los derechos de las mujeres y para pedir un freno a la racha de feminicidios que se vive en el estado, digan lo que digan las autoridades.
En la capital del estado marchó la joven María Luz Salcedo, víctima de la violencia de un hombre y del desprecio del Ministerio Público.
En León, unas cien personas fueron de la Calzada de los Héroes a la plaza principal, en demanda de un freno a los feminicidos que no reconoce el gobierno.
Pero mientras las mujeres marchan en reclamo de respeto a su dignidad, no pierda de vista la opinión que se permitió el obispo de Celaya, Benjamín Castillo; para este prelado, los asesinatos a mujeres que se han cometido en el estado de Guanajuato son “circunstanciales” y no se deben calificar como feminicidios.
Textual: “No creo que sea cosa de género. Son homicidios cuyas causas se deben investigar y no se debe hacer más escándalo en este sentido; es duro decirlo, pero son crímenes normales, circunstanciales”.
Es más, según el señor obispo, en muchos de los casos de homicidios a mujeres se trata de venganzas porque “las mujeres están cada vez más inmiscuidas en actividades ilícitas”. Punto.
La Jaula
El director de Desarrollo Urbano del municipio, Óscar Pons González informa que en León funcionan 140 gasolineras, que a veinte de ellas se les negó el permiso de uso de suelo, y que de un par más, sigue en litigio su eventual apertura. Estas dos serían las que se ubican sobre el bulevar Adolfo López Mateos, prácticamente una al lado de la otra y justo frente a la guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social.
La multiplicación de las gasolineras en León es otra de las herencias del exalcalde panista Ricardo Sheffield y han sido un verdadero dolor de cabeza para la alcaldesa priista, Bárbara Botello: de 82 se fueron a 140.
Mientras que el IMSS promovía un juicio de amparo para que sus vecinas de Oxxo Gas y Gasmart no comenzaran a funcionar, la alcaldesa Bárbara Botello conseguía de ese instituto la renegociación de una deuda y hasta la construcción de una nueva clínica del Seguro en León.
Suponer que la no apertura de esas gasolineras fue parte del trato sería pensar mal, muy mal.
Comentarios y quejas: tigresdepapel1@gmail.com y @FPacomares.