Celebremos: parece que por fin ha terminado la tortura de tener un equipo campeón de liga fuera de las competiciones oficiales del futbol mexicano. Poco tiempo después de aquel 16 de mayo de 2021, cuando la Trinca derrotó al Cruz Azul Hidalgo en la final de la liga Premier, iniciaría el viacrucis de directivas y afición para lograr que se reconociera por la Federación Mexicana de Futbol lo que se había ganado en la cancha. Desde entonces, mientras se desataba el estire y afloje de dos años entre funcionarios de la Federación, los dueños de la franquicia, los del comodato, funcionarios municipales y los patrocinadores, el estadio Sergio León Chávez se mantuvo abandonado y su cancha, tras el largo estiaje, parece ahora extraída de un paisaje lunar.

Celebremos: se alcanzó la anhelada meta... Un momento, ¿en realidad se logró? ¿Y a qué costo? Por el momento sabemos que el equipo volverá a la liga Premier, para decirlo más claramente, a la tercera división del futbol mexicano. Sin embargo, ¿no había quedado ya campeón de esa liga y debía ascender a la liga de expansión, es decir, a la segunda división? ¿Es eso lo que hay que celebrar?

Y para abundar en la segunda pregunta ¿cuánto nos costará a los irapuatenses una victoria tan pírrica? Porque en este año electoral, inaugurado hace pocas semanas aunque lo nieguen tanto la izquierda como la derecha, tenemos al gobernador más interesado en desfacer los entuertos futbolísticos a punta de dinero del erario, que en afrontar la crisis de seguridad que vivimos todos los habitantes del estado.

Fiel al inmortal legado de Roma, acuñado por el escritor satírico Juvenal, panem et circenses, experimentamos no hace mucho el asistencialismo de Diego Rodríguez, quien no duda en convertirse en prestamista exprés del Grupo Pachuca y desembolsar de un día para otro 230 millones de pesos, más de doce millones de dólares, con tal de solventarles la compra del estadio de León. Algo para lo que sobraron explicaciones sin sustancia y que con el aumento de las tasas de interés pesará en las arcas durante por lo menos siete años más (a menos que lo refinancien o se condone...). Que sepamos no hay investigaciones en curso por parte de la Auditoria Superior del Estado.

Y traigo el evento anterior a colación porque no sabemos bien qué se prometió, o mejor, qué recursos públicos pudieron haberse comprometido para “convencer” a la FMF de que la Trinca debía regresar al torneo que ya había ganado, para pugnar la próxima temporada por volverlo a ganar y subir a segunda división...

Ahora todos agradecen a Diego y a su noble escudera y futuro reemplazo Libia Denisse... lo dijo también el inmortal rey de Epiro, otra victoria como esta y estamos perdidos.

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