Opinión • La esperanza digital • Jaime Panqueva
“Gracias a otra de las ocurrencias sexenales, seremos inteligentes, ya no gracias a la «mentefactura»…”
Desde el pasado martes, 18 de mayo, Guanajuato respira con más tranquilidad: se presentó el plan de gobierno de Libia García y éste se halla en la conciencia de silicio de la Inteligencia Artificial. Qué alivio. Gracias a otra de las ocurrencias sexenales, seremos inteligentes, ya no gracias a la «mentefactura», cuya memoria fue tan evanescente como las lágrimas del exgobernador Diego Rodríguez durante la escasez de gasolina. Una asistente conversacional basada en IA con enfoque en divulgación gubernamental, saltó de la campaña al gobierno de la gente. ¿O sería al revés? Porque este gobierno parece que aún no sale de la campaña y de recorrer el estado con música, porras, souvenirs.
Una de las promesas: “Seremos un gobierno digital, para facilitar trámites, reducir tiempos de espera y eliminar los espacios para la corrupción.” Hasta donde recordamos, uno de los peores fraudes al erario de Guanajuato vino de mano de la tecnología, se llamó proyecto Escudo y estuvo a cargo de una empresa llamada SeguriTech… Todos sabemos para lo que no sirvió ese proyecto, y también que cualquier investigación ha quedado atorada en la auditoría del estado y en la FGE.
Mejor regresemos a las palabras de la gobernadora el pasado martes en el Teatro Juárez, donde otra vez se anuncia la tecnología como solución con rostro amable y voz programada: “Hoy quiero presentarles a alguien muy especial… alguien que durante toda la campaña estuvo apoyándonos y que ahora nos estará acompañando en el gobierno de la gente para facilitar la información de este programa de gobierno, responder sus dudas y acercar el gobierno a cada hogar de Guanajuato: ella es Esperanza.”
Un momento, ¿acaso Morena no era la esperanza de México? ¿Los seguirán parafraseando ad infinitum? Porque el gobierno del pueblo de allá, aquí se llama gobierno de la gente… y ahora Guanajuato tiene también Esperanza, una digital.
Entré a https://guanajuatointeligente.com en búsqueda de iluminación (adjunto algunas de mis preguntas y las respuestas de la máquina), modelo de empatía y corrección, a años luz de distancia de los community managers de Libia.
Recordé la historia griega de la esposa de Epitemeo, la tristemente recordada Pandora, quien recibe un pithoso jarra que con imprudencia destapa para liberar los males que desde entonces oprimen a la humanidad (políticos populistas incluidos). Elpis, nombre griego de la esperanza, se mantuvo en el borde de la jarra y, según Hesiodo, no pudo salir, pues la tapa cayó sobre su cabeza. Algo que muestra la doble cara de la esperanza (como también la de los políticos populistas): ¿Es la esperanza uno de los males, pues estaba encerrada con todos ellos? ¿O es en realidad la confianza trascendental que nos permite soportar las más duras pruebas o adversidades? Si es esto último, ¿no deberíamos sentir más respeto por ella y no manosearla de forma irresponsable? Porque si hay algo de lo que se abusa con estos discursos, despliegues informativos y despilfarro, es de la paciencia y sentido común de la banda, grey, gente o pueblo, o como quieran llamarlo. No importa el formato, analógico o digital. No cambiarán la realidad acomodando tan burdamente el lenguaje.
Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com