Opinión • Tierra de acordeones • Jaime Panqueva
“Sí, fue una reforma injusta, hecha al vapor, pero a la vez un experimento que entrañaba grandes riesgos y que por su importancia no debía dejarse al garete…”
Vengo de una tierra donde el acordeón, más que objeto digno de censura o reprobación, es instrumento de la alegría y el sentimiento. Qué sería del vallenato sin el sonido proveniente del piano del pueblo: ese animalito triste, alma de la parranda. En México, donde obtuvo la cordial acogida de las bandas norteñas, es a la vez sinónimo de la mnemotecnia y la trampa. Y comparte la semántica de esos objetos proscritos en cualquier examen hispanoamericano junto a la chuleta, el chepe, el chivo, el comprimido, el ferrocarril, el trencito, el forro, el machete o la polla. Sinónimos todos, según la RAE, del acordeón en su segundo sentido.
Justo antes de la elección judicial de este año, las denuncias del uso de acordeones como guía en la elección de decenas de candidatos colmó los ánimos de una oposición cada vez más apocada y refractaria, cuya genial ocurrencia consistió en fomentar la abstención, además de denostar a todo aquel que se acercara a las urnas a refrendar su derecho como ciudadano. Sí, fue una reforma injusta, hecha al vapor, pero a la vez un experimento que entrañaba grandes riesgos y que por su importancia no debía dejarse al garete.
Entre los cientos de candidatos repartidos en seis o nueve boletas, los votantes debieron seleccionar en promedio entre 23 y 37 cargos judiciales federales, eligiendo entre 152 y 221 nombres distintos. ¿Cómo hacerlo bien sin una preparación previa o un faro que evitase anular la boleta?
Hubo acordeones de variadas procedencias y agrupaciones, denunciados y publicados por medios estatales y circulando en las redes. Para este ejercicio, comparativo empleé todos los que pude encontrar[1]para revisar los resultados preliminares y contrastarlos también con las sugerencias que planteé en este espacio hace un par de semanas.
Lentos, muy lentos suelen ser los cómputos del INE. A pesar de ser una elección con una participación bajísima del padrón electoral, que no superó el 7% en Guanajuato, tras una semana no llegamos ni al 73% de las casillas para jueces de distrito, como tampoco completamos al 100%[2] las de magistrados de tribunales colegiados. Por tal motivo, prefiero presentar en este primer artículo los resultados en los dos distritos de la elección de magistrados y en uno posterior, analizar la elección de jueces.
Veamos:
Magistrados de Tribunal / Zona Norte
Como puede observarse, en los casos de Ariadna Enríquez van der Kam o Fabiola Zarco Camarillo, aparecer en un acordeón no garantiza ganar una elección. En ambos casos, las candidatas obtuvieron las mejores calificaciones y lideraron la tabla como las mejores opciones en cuanto a probidad, neutralidad y competencia técnica. El candidato Benito Aldana Sánchez reunía las cualidades aunque apareció en el acordeón del PAN. Lo que, a mi modo de ver, implica que no todos los acordeones sugerían personas poco aptas para el cargo. Los acordeones del PAN, incluso, incluían candidatos postulados por el Poder Ejecutivo. Respecto al distrito 1, podría decirse que los ganadores, a excepción del tribunal civil, tienen capacidades para realizar una función decorosa. Veamos la zona sur.
Magistrados de Tribunal / Zona Sur
Para los dos cargos a repartir en el tribunal administrativo, al parecer sin acordeones, ganan Julio Antonio Gómez Rodríguez y Laura Lizbeth Villalobos Martínez, dos perfiles muy contrastantes por la experiencia de uno y la absoluta inexperiencia de la otra. La elección de la plaza en el tribunal civil podría impugnarse por tratarse de un solo candidato. Ojalá así sea, es uno de los más antidemocráticos gestos que puede haber en una elección.
En penal, sin acordeones y de carrera judicial, obtiene el primer lugar con holgada ventaja Lorena Citlali Piza Peña. El segundo lugar, una de nuestras sugerencias, Lorena Guadalupe Quesada Mendoza, también de carrera, presente en el acordeón del PAN. Finalmente, para el tribunal laboral gana Víctor Hugo Sánchez Obregón, que aparecía en los acordeones de las dos formaciones políticas más importantes, incluso en uno fabricado por el magisterio del estado. Algo muy extraño si consideramos que está en funciones en Querétaro y durante la campaña sostuvo de forma vehemente no estar vinculado a ningún partido.
Antes de generalizar y señalar con el dedo flamígero, deberíamos preguntarnos seriamente: ¿Cómo se armaron esos acordeones? ¿Respondían simplemente a un interés político? ¿Tuvieron en realidad el impacto que esperaban quienes los formularon? Al menos en lo concerniente a la elección de magistrados de circuito, parece que los resultados no son catastróficos, como muchos esperaban. En un siguiente artículo, con los conteos más avanzados, haré el análisis de los juzgadores de distrito. Veremos.
Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com
[1] Anexo sus imágenes.
[2] Este ejercicio se realizó con el 96.68% de las actas computadas al 7 de junio 2025 con los resultados del INE, disponibles en: https://computospj2025.ine.mx/tc/circuito/16/distrito-judicial/2/trabajo/candidatos