Guanajuato y el crecimiento económico subordinado

"¿Por qué es tan difícil que el gobierno del estado pueda hacer algo útil por los guanajuatenses?"

Guanajuato y el crecimiento económico subordinado

En mi artículo sobre la mutación tecnológica del automóvil, afirmé que la economía guanajuatense en su conjunto no tiene un plan de beneficio para nosotros como guanajuatenses.

En éste expongo las causas por las que los beneficios serán mínimos, y que la tecnología automotriz desarrollada en Guanajuato es prácticamente nula, porque sólo las empresas multinacionales la transfieren dentro de sus unidades de negocios.

En este sentido, se contrata mano de obra a precios muy bajos, con ayuda de las autoridades económicas.

De hecho, desde la definición del TLCAN, uno de los compromisos del gobierno mexicano ha sido la represión de los salarios y un autocontrol extremo, para evitar los programas autónomos de desarrollo de tecnología derivados del know how derivado de los aprendizajes de los trabajadores.

Las empresas multinacionales no quieren que en México ni en Guanajuato se repitan las experiencias cuando Japón, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, China impulsen su propia base tecnológica, partiendo de la base aprendida en las inversiones extranjeras directas.

Las autoridades justifican ambos principios, la represión salarial y la represión de la absorción tecnológica, con el argumento de que el libre mercado así funciona.

Desafortunadamente el TLCAN y la promoción de las inversiones en Guanajuato no tienen que ver con el libre mercado; ambas son acuerdos gubernamentales que se derivan de planes del sector público, no del libre mercado.

Si fuera libre mercado, dejarían al libre juego de la oferta y la demanda, y pagarían a los trabajadores el producto marginal que genera cada trabajador, y el gobierno no tendría que pagar un centavo para la mano de obra ni para la capacitación de sus trabajadores.

Si fuera libre mercado, las empresas tendrían que invertir cada peso en la infraestructura que necesitan, destinándose el gasto público para impulsar la producción y el comercio de las empresas mexicanas.

Por otra parte, ¿cuáles ventajas tecnológicas tiene Guanajuato, para poder aprovecharlas en la mutación tecnológica del automóvil?

La tecnología la desarrollan las empresas en sus matrices, todas las partes del automóvil que son producto de innovaciones tecnológicas recientes son producidas donde tienen control absoluto de sus procesos, y en Guanajuato sólo se ensamblan.

Los trabajadores guanajuatenses realizan –en su mayor parte- actividades repetitivas, sustituyendo a las máquinas y a los robots en procesos que aún no se pueden automatizar, y serán reemplazados cuando eso se pueda hacer, dejando en el desamparo al factor trabajo local.

Los manuales de las empresas multinacionales son diseñados y elaborados en las matrices, impidiendo el desarrollo completo local de tecnología de los procesos y de la logística.

Incluso, las nuevas inversiones japonesas han provocado que la economía de Guanajuato sea una Economía de Enclave.

La mano de obra calificada importada del Japón recibe los mejores salarios, que son repatriados, dejando pocos beneficios locales, en gastos de rentas de casas habitación,  departamentos y comida.

Incluso los periódicos que ellos leen son en japonés, impidiendo que se integren o aprendan como somos los guanajuatenses y nuestra cultura.

En el caso de la General Motors de Silao, la economía de enclave ya es madura: el silaonese común no siente como suya la armadora automotriz, ni las de autopartes, ni las autopistas ni el aeropuerto construidas por el gobierno.

Ellos son espectadores de la creación de puestos de trabajo para inmigrantes, y sólo ven que el agua y los servicios públicos para la población de más calidad son para estas empresas.

Como se puede observar, las ventajas de la mutación tecnológica no beneficiaran a Guanajuato, porque más que armonizar el tejido social, simplemente lo ha desgarrado la falta de planeación del gobierno, que sólo busca beneficiar a las empresas extranjeras y sus proveedores.

Por otra parte, no se ha promovido empresa alguna fabricante de robots, sea nacional o extranjera, por lo que cuando se dé la mutación tecnológica, simplemente se compraran estos aparatos en el extranjero, aumentando la subordinación y la dependencia tecnológica.

Ante esta situación, y como se ha promovido, la economía de Guanajuato es simplemente un escenario de sub contratación de procesos, en los cuales el gobierno, en forma tramposa, anota en su contabilidad el precio del automóvil armado, como si fuera producido totalmente en esta entidad.

Esto provoca que se observe un espejismo envidiable de crecimiento económico, pero si son alrededor de 50 mil los trabajadores del sector automotriz, no reciben beneficios ni siquiera el 0.002% de la población guanajuatense.

¿Por qué es tan difícil que el gobierno del estado pueda hacer algo útil por los guanajuatenses?

¿Como qué?

  • Que las empresas multinacionales puedan pagar salarios que se acerquen a la productividad marginal del trabajo, y no imponer salarios reprimidos, que no sirven para impulsar la demanda agregada, por ejemplo.
  • Que exista un programa de absorción y mejora tecnológica y que las investigaciones de los centros de investigación puedan registrar patentes.
  • Que al menos un 30% de las divisas sean vendidas en el mercado cambiario de Guanajuato, para que el beneficio de la globalización también se de en la mayor parte de los habitantes, y no sólo en unos cuantos miembros de la elite política y económica.
  • Que paguen impuestos las empresas multinacionales, como los paga cualquier hijo de vecina mexicano y guanajuatense que tiene actividades empresariales.
  • Que de pagar los impuestos federales, gran parte se canalice a las ciudades donde se instalan las empresas, para que el desarrollo económico de éstas también impulse un desarrollo social en los habitantes de cada ciudad donde se instalan.
  • También para financiar los problemas ambientales y de salud, provocados por la concentración de las inversiones y su consecuencia urbana, porque tarde o temprano, en unos 20 años se dará la megalópolis del Bajío, que irá de Querétaro hasta Lagos, y tendrá más de 15 millones de habitantes empobrecidos.