jueves. 20.03.2025
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El arte y el compromiso social

El arte y el compromiso social

La doctora Arroway se encuentra finalmente con un ser extraterrestre y entabla una conversación, una memorable escena de la película Contacto, basada en la novela homónima de Carl Sagan. En ella, al ser cuestionado por la elección de la raza humana para realizar dicho contacto, el ser le responde: “Son una especie interesante. Una mezcla interesante. Capaces de los sueños más hermosos y de las más horribles pesadillas. Se sienten tan perdidos, aislados, tan solos. Pero no lo están.”

Y es que la humanidad comparte en su esencia la doble personalidad del Doctor Jekyll y Mr. Hyde de la novela de Stevenson: somos capaces de los más atroces crímenes hacia nuestro entorno, los seres vivos y nuestra misma especie, así como de sentimientos de odio y violencia; pero también buscamos sublimarnos, sentir y expresar la belleza, el amor y la compasión, luchar por nuestros ideales, defendernos y protegernos ante la adversidad.

Recientemente en nuestra ciudad, compartimos la indignación y apoyamos la lucha contra la violencia hacia la mujer. Siluetas colocadas en la ciudad, intervenidas por artistas y que finalmente fueron colocadas para su exhibición en la Casa de la Cultura Diego Rivera, fueron una parte de las actividades realizadas bajo la misma bandera: ¡Alto a la violencia, física, emocional, psicológica y económica contra la mujer! ¡Basta de mujeres violentadas, golpeadas, vendidas y sacrificadas! Los artistas leoneses se unieron para darles voz a las víctimas y crear conciencia en nuestra sociedad sobre esta problemática.

La visión apocalíptica de la guerra, el crimen, la violencia hacia el desprotegido –sea mujer, niño, anciano, persona discapacitada, inmigrante–, el abuso de la naturaleza y deshumanización por el avance tecnológico, han sido material de denuncia y reflexión de artistas de todas las disciplinas.

Desde la literatura, el cine, las artes plásticas y escénicas, la música y las artes gráficas, los artistas denuncian nuestro descenso como humanidad y reflejan el dolor de las víctimas y el horror de quien lo presencia. Por otro lado, el arte ofrece un alivio y un canal para esa tristeza y rabia contenidas, y con ello se convierte en una oportunidad para dar un giro radical a la sociedad que las sufre. Ejemplo tenemos en el graffiti, el teatro callejero e infinidad de talleres y presentaciones que se ofrecen a zonas vulnerables ante la delincuencia. La música interpretada por coros y orquestas infantiles y juveniles de zonas rurales y marginadas les abre las puertas de un mejor futuro al ampliar sus horizontes y sus expectativas de vida.

El arte es también convocador de causas; nos llama y nos une en la lucha por un bien común. Mueve las fibras sensibles de la sociedad y nos llama a solidarizarnos en la lucha por la paz, la equidad, la justicia y el bien, haciendo un llamado a la belleza y las emociones que genera.

Cuando el ser humano enfrenta la adversidad y cuenta con un catalizador como lo es el arte, suele surgir un espíritu de unidad que mueve a la acción. El arte promueve la toma de conciencia y difunde el mensaje, ya sea denuncia o esperanza. El artista usa palabras, imágenes y sonidos para adentrarse en el espíritu humano y sacar lo mejor de él, así sea a través de enfrentarse a lo peor de sí mismo.

En contraparte de las manifestaciones furiosas de grupos que piden a gritos que los escuchen, encontramos voces fuertes y claras que cantan por la unidad. Cuando la muerte y la violencia enturbian nuestro entendimiento, la luz del escenario nos pone de manifiesto los sentimientos de nuestros hermanos. Como se dice comúnmente: Una imagen dice más que mil palabras; y artistas como los fotógrafos, pintores y cineastas nos entregan un discurso que mueve el espíritu y nos lleva a la reflexión. Y cuántas palabras nos regalan los artistas literarios en sus relatos de dolor, describiendo cada detalle de tal manera que nuestra mente vuela hacia los escenarios más terribles y así buscar proteger nuestra realidad y mejorarla.

El artista crea para sí o para los demás. Genera un discurso que al momento de tocar al espectador se vuelve vivo: crece, viaja y se adapta a nuestro momento. Pero cuando se compromete a una causa, mueve lo más profundo de la sociedad y nos abre la visión de ese contraste tan grande que es la humanidad, y quizás ahí es donde una chispa de esperanza pueda brotar de nuestro interior, generando acciones que nos unan, nos eleven y nos hagan trascender.