jueves. 18.04.2024
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Medio ambiente y salud • El pie diabético se puede evitar • Maricruz Romero Ugalde

“…cuando platicamos sobre complicaciones ocasionadas por la diabetes, la gente se refiera casi exclusivamente a tres…”
Medio ambiente y salud • El pie diabético se puede evitar • Maricruz Romero Ugalde

 

Hoy concluimos con la serie sobre la importancia del autocuidado cuando se vive con diabetes. Como lo prometí en la entrega anterior, esta vez abordaré el tema “Reducción de los riesgos de las complicaciones crónicas”, que para la Australian Diabetes Educators Association (ADEA) sería la séptima conducta, en tanto la octava “Adaptación saludable a los roles en el trabajo, la familia y sociales”, se abordó el miércoles pasado.

Cuando desde la biomedicina o medicina hegemónica se refieren a reducir riesgos de un padecimiento crónico, degenerativo y mortal como la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), la clave está en cuatro acciones principales:

  1. Revisión y seguimiento del tratamiento que el equipo de salud haya prescrito a quien vive con diabetes.
  2. Chequeo de glucosa en sangre de manera cotidiana para, con el dato, tratar de tener valores “normales” —entre 70 y 100 mg/dl para la población mexicana– y resultado de las acciones de autocuidado.
  3. Revisiones periódicas y análisis de seguimiento, según corresponda: examen de orina, revisión de fondo de ojo, hemoglobina glucosilada, por mencionar algunos, y el principal:
  4. Conocer cómo impacta la DMT2 en nuestro cuerpo y cómo se va degradando éste, para reconocer signos y síntomas relacionados con riesgos que pueden llegar a complicaciones.

 

En la investigación que he venido desarrollando de manera intermitente sobre la diabetes en Guanajuato, desde 2010[1] a la fecha, ha sido frecuente que cuando platicamos sobre complicaciones ocasionadas por la diabetes, la gente se refiera casi exclusivamente a tres: riñones (diálisis, hemodiálisis o trasplante), pie diabético y ceguera. Casi nunca se refieren a neuropatías que pueden ir desde la pérdida de la sensibilidad en piel, disfunción eréctil, hasta problemas de memoria. O a la relación entre presión arterial alta o posibilidades de desarrollar enfermedad cardiaca o, incluso vivir un accidente cerebrovascular. Tampoco se relaciona con la salud bucal, problemas de sueño o deterioro en la audición.

Existen precondiciones para el desarrollo de la DMT2 que van desde las de la especie: el gen ahorrador de energía y el que nuestro sistema musculo-esquelético está capacitado para caminar 30 kilómetros diarios, herencia de los miles de años que como homo sapiens sapiens sobrevivimos como cazadores-recolectores, como lo mencionamos en la contribución dedicada a la conducta del autocuidado sobre Actividad física, ejercicio y deporte.[2] Además, la herencia cercana —el hecho de que parientes en línea consanguínea hayan desarrollado el padecimiento-, las razas[3]  o el origen étnico: afroamericanos, hispana, nativo americana, asiática e isleña del pacífico;  la edad (más de 45 años) e incluso el estilo de vida actual occidental, vinculado con el sedentarismo y el consumo mayoritario de alimentos procesados industrialmente, hacen que el riesgo de recibir un diagnóstico de prediabetes o diabetes tipo 2 sea más probable. Además otros riesgos ocasionados por el embarazo, el síndrome de ovario poliquístico, el sobrepeso o la obesidad, que a su vez puede generar niveles altos de lípidos en sangre.

Si a los riesgos para desarrollar el padecimiento agregamos la falta de conocimiento de nuestro cuerpo —mejor dicho, la falta de atención, ya que en muchas ocasiones sólo lo cuidamos cuando manifiesta algún dolor o incomodidad–, estamos ante un potencial de posibles complicaciones. Es importante conocer el color y la textura de nuestra piel, particularmente en axilas, cuello y pie. De ahí la invitación a conocer nuestra desnudez. Algunas enfermedades de la piel pueden presentarse como infecciones bacterianas, hongos o cicatrización lenta.  En ocasiones, con mejorar la higiene es suficiente. Es frecuente que adultos mayores con poca movilidad sufran de úlceras o llagas, y hay muchas terapias alternativas que prometen curaciones casi milagrosas. Lo importante es revisar nuestro cuerpo para identificar alguna alteración y resolver lo más pronto posible para, en caso contrario, solicitar ayuda profesional.  Las neuropatías se pueden manifestar desde un leve hormigueo, entumecimiento, ardor o dolor, hasta la pérdida de sensibilidad. Conviene estar atentos para reconocer estos síntomas y su frecuencia, y así prevenir complicaciones acudiendo a nuestro servicio de salud.  

El pie diabético inicia con la resequedad de la piel, alguna laceración por consecuencia del uso de calzado inadecuado, la permanencia en posturas que obstruyen la circulación o algún accidente, por mencionar algunas de las causas. La pérdida de la vista como consecuencia de la DMT2 inicia con pequeños signos que a veces ni siquiera reconocemos. De ahí que la revisión anual con un especialista permita identificar posibles daños y atender de inmediato, antes de que llegue a ser una complicación mayor como glaucoma, catarátas o pérdida total de la vista, por mencionar las más severas. Hay grupos organizados que dan este servicio a costos accesibles, como la Asociación Mexicana de Diabetes en Guanajuato, A.C. ubicada en la ciudad de León.

Como me compartió un amigo, en relación con la entrega anterior, la empatía permitiría mejorar la calidad de vida de quienes viven con diabetes, y sería la mejor acción de prevención en tanto podemos elegir cómo vivir. No se trata de la tan trillada “vida saludable” sino, como lo mencionan las feministas, de “el cuidado de la vida”, en el que se prioriza el cuidado desde el autoconcepto y la autoestima, en sintonía con la solidaridad, reconocimiento y apoyo mutuo de los otros, para gestar ese nosotros vinculado con el medio ambiente natural, social y cultural, diversidad que nos ha permitido como especie adaptarnos y sobrevivir.

Ahora nos toca cuidar del planeta, no sólo de la biósfera que requerimos para que la vida siga como la conocemos, sintetizada en los reinos mineral, vegetal y animal, sino en toda su extensión. Junt@s es mejor.

Aquí concluyo con las 8 conductas del autocuidado. En las próximas entregas abordaremos diversos temas sobre la relación entre medio ambiente y salud.

Hasta entonces…



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Maricruz Romero Ugalde es etnóloga, profesora de la Universidad de Guanajuato adscrita al Departamento de Estudios Sociales, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus León.

 

[1] Véase “Tamaula” en el capítulo Se hace camino al andar en el libro: En: Lamy (Coor.)(2016). Trabajo de campo. Distintos senderos desde los estudios sociales. Universidad de Guanajuato-ITACA.

[2] Suplemento Tachas, No. 422, 11 de julio de 2021. http://www.eslocotidiano.com/articulo/tachas-422/actividad-fisica-ejercicio-deporte-maricruz-romero-ugalde/20210711085711067417.html

[3] La antropología ha demostrado que no existen. Recomiendo ver el video “Un mundo abierto empieza por una mente abierta” https://www.youtube.com/watch?v=Km0JJMzzd_k