Leí la frase “Espíritu del hábitat humano” en una imagen conmemorativa de la celebración del Día Nacional del Arquitecto, publicada por la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana A.C.

El tema sin duda me motivo y me recordó la búsqueda del conocimiento del ser humano, la cual considerar la capacidad de observar y entender nuestro entorno, como materia de análisis.

El hábitat humano, caracterizado en las últimas décadas por el incremento acelerado de población, motivada en la búsqueda de oportunidades para vivir o en algunos casos subsistir, muestra una elevada cantidad de necesidades para poder habitar y desarrollarse en las ciudades, necesidades que han superado la capacidad de planeación y gestión de las ciudades.

Diversa por edad, género, religión, nivel educativo, nivel socioeconómico, aspectos culturales o cualquier otro factor, la población posee en común el espacio que comparte para habitar, llámese zona metropolitana, ciudad, barrio, condominio, etc. El hábitat humano, independientemente de su escala, es el espacio utilizado para realizar la vida en sociedad, por más diversa y compleja que ella sea.

La ocupación irracional del suelo, el manejo inadecuado del agua que consume o utiliza, la degradación de las áreas verdes, el detrimento de la calidad del aire, son algunas de las causas más comunes de diversas problemáticas que pueden ser atendidas desde un adecuado proceso de planeación.

De hecho, el concepto “ciudades sustentables”, difundido como alternativa al crecimiento desmedido de las ciudades, aún se registra como basado en una utopía. En el mejor de los casos se mantiene como visión o meta de algunas ciudades que están en buscan consolidarlo.

En la actualidad no se registra una ciudad que se denomine y demuestre ser 100% sustentable. Tenemos una gran cantidad de buenas prácticas a nivel mundial, pero no más.

La planeación y la legislación tienen en México una tarea pendiente; aún deben transitar un recorrido para establecer una plataforma óptima. Actualmente nos encontramos en un proceso de transición, que no está siendo fácil, debido a la carencia de una política pública sólida en materia urbana en las últimas décadas; sin embargo, con la creación de SEDATU, del Programa Nacional de Desarrollo Urbano y de directrices previstas en el proyecto de la Ley General de las Ciudades y Territorio, ya se identifican y posicionan nuevos componentes para la definición de nuevos modelos urbanos y su relación con el territorio.

A pesar de que el estado de Guanajuato cuenta con un Código Territorial relativamente reciente y un proceso de planeación articulado del desarrollo urbano, el ordenamiento ecológico y el ordenamiento territorial, la actual legislatura local y los municipios deben iniciar la revisión de la Ley General que aún se formula, debiendo tomar provisiones para homologar y actualizar el marco jurídico estatal y municipal en la materia, evitando realizar proyectos exprés, que solamente se enfoquen a correcciones menores emergentes y de corto plazo, formulados sin diagnósticos sensatos o proyectos propuestos de forma unilateral sin consulta de sectores. De esta forma se evitaría la expedición de reformas, códigos, leyes, reglamentos o normas que no cumplan con las expectativas ya previstas por la futura Ley General de las Ciudades y Territorio.

Sin embargo, posterior a la conclusión del proceso de la reforma urbana requerida y de adaptarse a la nueva generación de instrumentos de planeación, las ciudades requerirán mecanismos e iniciativas para innovar, además de nuevos procesos de gestión para impulsar el mejoramiento, consolidación y conservación de las ciudades, para mitigar el crecimiento de éstas.

Las ciudades en la historia de la humanidad siempre se han transformado, como una condición del hábitat humano. La historia de la arquitectura y del urbanismo, son reflejo de la capacidad para innovar en diversos momentos y circunstancias.

Es cierto que la responsabilidad de lograr una ciudad sustentable es compartida en sociedad por todos sus sectores y con una diversidad cada vez mayor de disciplinas. Sin embargo, al ser hoy Día Nacional el Arquitecto en nuestro país, reflexiono sobre la aportación de la arquitectura para lograr tal objetivo.

Al crear un ambiente físico específico para satisfacer las necesidades espaciales del ser humano, la arquitectura no sólo planifica, diseña o construye edificaciones, estructuras o espacios con algún uso o destino específico. En su actuar cotidiano (proyectista, académico, investigador, constructor, supervisor, funcionario público, consultor, etc.) ayuda a consolidar la calidad de las ciudad contemporáneas.

La arquitectura participa en el reencuentro y el balance responsable deseado para consolidar un desarrollo urbano ordenado, compacto y eficiente, con respeto y atención a los ecosistemas, la biodiversidad que éstos albergan y el paisaje del entorno en el que se ubican.

Por lo tanto, al observar actualmente la ciudad, en cada espacio obtenemos la respuesta más clara y legible de nuestra capacidad de planear, diseñar, construir y consolidar la calidad del hábitat humano. ¿Realmente hemos logrado ciudades sustentables?

La respuesta que se pueda dar a esta pregunta, no debe entenderse como una queja de tantas que se formulan. Debe entenderse como los retos que simplemente deben ser reconocidos y atendidos. De forma organizada pueden constituir la agenda urbana que represente el tratamiento requerido para las problemáticas aún presentes.

La definición de la Arquitectura es diversa. Comparto aquí una selección realizada por diversos arquitectos.

1. Arquitectura es dar una respuesta apropiada y una interpretación artística adecuada a los problemas que se nos presentan en cada proyecto en particular. Requiere del equilibrio esencial que debe existir entre el arte y el bien común, entre la arquitectura y los principios morales y filosóficos que deben mover y conmover al hombre. Arq. César Pelli (Conferencia en Cornell University, 1979).

2. Si se ignora al hombre, la Arquitectura es innecesaria. Arq. Álvaro Siza.

3. Ante todo, debo decir que la arquitectura no existe. Existe una obra de arquitectura. Y una obra de arquitectura es una oferta a la arquitectura de la esperanza de que esta obra puede convertirse en parte del tesoro de la arquitectura. Nos todos los edificios son arquitectura; el programa que se recibe y la traducción arquitectónica que se le da, deben venir del espíritu del hombre y no de las instrucciones materiales. Louis Kahn (Conferencia en el Politécnico de Milán, 1967).

4. Nuestra incapacidad para modernizar nuestro propio concepto de lo urbano nos ha conducido a un terrible urbanismo loco, que aparece por todos lados, que nos rodea con su nula mediocridad, con un simbolismo sostenible de la peor calaña, con un cinismo verde, una nulidad del espacio público que se ha convertido en un espacio de exclusión cada vez más radical. Rem Koolhas.

5. La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana: no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre, con objeto de satisfacer las necesidades humanas. Arq. William Morris (Conferencia en London Institution, 1881).

El espíritu del hábitat humano, es la esencia y espíritu del arquitecto. La nueva generación de arquitectos debe tener mayor conocimiento y conciencia del entorno, debe participar con mayores disciplinas, debe tener la capacidad de innovar y crear las soluciones que demandan las ciudades, además de comprender que desde cualquier frente de participación tenemos el mismo objetivo.

Felicidades a los colegas arquitectos, en este periodo de celebraciones.

• Día Nacional del Arquitecto. México. 1º de octubre.
• Día Mundial del Hábitat. Primer lunes de octubre, 5 de octubre (2015)
• Día Mundial de la Arquitectura. Primer lunes de octubre, 5 de octubre (2015)