Fue para mí un grato honor, presentar el viernes 22 de octubre, el poemario “Las Edades de  la Noche”, de mi caro y viejo amigo Iván Montenegro Hernández. Y viejo no por la edad, ya que cuenta con solamente 34 años, sino por el tiempo que llevamos de conocernos.

En 12 años he aprendido a descifrar su lírica, y ese dominio de la literatura propio de los poetas, que ven lo que sólo se puede mirar con mil ojos, exponen en un párrafo lo que se dice con mil palabras y tienen en una sola vida la sabiduría que se adquiriría en mil años, para contarnos sobre el mar, la noche, la muerte, el amor y el desamor, porque… ¿quién no ha llorado en la banca de un parque?

Es una lástima que en la actualidad ya no se da a la lírica la importancia que debe tener. Que a las grandes editoriales les tiemble la mano al imprimir un poemario porque saben que difícilmente recuperarán la inversión. Las nuevas generaciones ya no consumen poesía, y el cada vez más escaso mercado literario prefiere las trilogías, los bestsellersy los libros de autoayuda, y no se les puede culpar: son una industria, y como cualquier negocio, deben ser autosustentables.

Hemos involucionado a tal grado que nos cuesta trabajo descifrar una metáfora, y preferimos las imágenes cortas y explícitas del Tiktok.

Pero la necedad persiste, y hay testarudos que siguen escribiendo poemas, y uno de los mejores de esta nueva generación es Iván Montenegro, becario del Seminario para las Letras Guanajuatenses Efraín Huerta, donde pulió, su ya de por sí depurada técnica.

Ojalá que tenga tiempo y apoyo para llevar su poemario a todos los rincones de Guanajuato, ya que como todos quienew nos dedicamos a esta industria sabemos: el primer paso es producir, el segundo editar, y el tercero y más difícil, distribuir la obra para hacerla asequible a todo público.

Las Edades de la Noche, de Iván Montenegro, será en poco tiempo un clásico infaltable en cualquier biblioteca, por su calidad de diseño y su oscura profundidad.