martes. 23.04.2024
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Economías de libre mercado que no son Neoliberales

“Muchos políticos reducen su discurso a eslóganes, incluso cuando se refieren a temas económicos. La palabra neoliberal se convierte en uno de ellos, a pesar de que la política económica instrumentada en los últimos 30 años en México no sea neoliberal…”

Economías de libre mercado que no son Neoliberales

Muchos políticos reducen su discurso a eslóganes, incluso cuando se refieren a temas económicos. La palabra neoliberal se convierte en uno de ellos, a pesar de que la política económica instrumentada en los últimos 30 años en México no sea neoliberal.

Entre las economías que aplican el libre mercado y no son neoliberales, están:

1.   Escuela keynesiana y neo keynesiana (aplicada en la economía capitalista mundial durante la Segunda Guerra Mundial y hasta los años 80, se aplicó con éxito para salvar a la economía mundial en la Gran Recesión de 2008. En México se aplicó de 1983 a 2018 con intervalos).

2.   Escuela de Oferta, aplicada en Estados Unidos y Gran Bretaña de 1972 a 1990.

3.   La nueva macroeconomía. Teoría de las expectativas racionales.

4.   Escuela monetarista, aplicada en Estados Unidos ante la Estagflación.

5.   Neo desarrollismo, aplicado en China en los últimos 30 años).

Las revoluciones del pensamiento económico que han hecho posible el avance de la teoría a través de la historia, son:

A.  Revolución Smithoniana. Derrumba el cuerpo de la doctrina mercantilista y cambia el concepto de riqueza de las naciones.

B.  Revolución Ricardiana. Ve la generación del crecimiento y la riqueza como determinantes de la distribución del ingreso.

C.  Revolución Marginalista de 1870. Trata del problema de la distribución del ingreso, eliminando el contenido social de la economía y dando a la economía neoclásica un lugar en ella.

D.  Revolución Keynesiana. Crea la macro economía y define la participación de la política fiscal y monetaria en el crecimiento.

E.   Revolución monetarista. Es consecuencia de las malas prácticas del keynesianismo, cuando los gobiernos apostaron a imprimir y repartir dinero en la economía, aunque se lograra el crecimiento económico con inflación y estancamiento, llamado también Estagflación.

Algunas personas dicen que también existe una Revolución marxista, situación que debe tomarse con reservas, ya que la extinta Unión Soviética no reflejaba las prácticas derivadas de la teoría económica de Marx.

Por su parte, Cuba, Corea del Norte y Venezuela no son precisamente economías para tomarse en cuenta con seriedad, y mucho menos para imitar.

A continuación se exponen las escuelas del pensamiento económico que participaron en el momento económico después de los desequilibrios keynesianos.

Keynesianismo y Neo Keynesianismo

Keynes pone al descubierto que el capitalismo de libre mercado no garantiza el equilibrio de pleno empleo:

  • En el mercado de bienes y servicios, donde el ahorro no gobierna a la inversión, ni la oferta crea su propia demanda.
  • En el mercado monetario, donde el aumento de la oferta monetaria no puede reducir la tasa de  interés, y esto sucede cuando existe la trampa de la liquidez. Es decir, cuando la gente enfrenta una tasa de interés tan baja, que es indistinto mantener dinero en efectivo o comprar otros activos.
  • En el mercado del trabajo, donde los trabajadores aceptan reducciones de sus salarios nominales, los salarios no son flexibles a la baja.

Para Keynes, la variable fundamental que explica la crisis del capitalismo como la gran depresión, son las expectativas y el riesgo asociado a toda inversión, en un mundo donde hay incertidumbre e ignorancia del futuro.

La explicación más recurrente de la crisis es el colapso repentino de la eficiencia marginal del capital.

Para Keynes, a la crisis en los mercados de inversión puede sobrevenir una catástrofe, debido a la influencia de los consumidores que no saben lo que compran y especuladores interesados en el movimiento futuro de mercados, lo que plantea una gran incertidumbre en el rendimiento de los bienes de capital.

La conclusión: el Estado debe intervenir en el mercado para disminuir el desempleo involuntario y aumentar la producción, por el camino de administrar la demanda efectiva, sea por la vía fiscal y/o monetaria.

Economía de oferta

Esta escuela promueve la concentración de los ingresos sociales entre las personas que tienen la habilidad de concentrar el capital e invertirlo.

Por medio de la disminución de impuestos, el gobierno busca que se concentren los ingresos en las empresas de estas personas, para que inviertan.

A esta teoría le han llamado de los ingresos descendentes, porque invierten y crean empleos, pero también generan desigualdad extrema.

Esta escuela justifica la existencia de los monopolios y la puesta en marcha de programas de innovación, precisamente para que los corporativos generen prácticas monopólicas que les permitan aumentar sus beneficios y reinvertirlos.

Esta teoría  es una política de Reagan, contradictoria e inconsistente.

Por un lado eleva las tasas de interés y controla la oferta monetaria, con un doble propósito: frenar la inflación interna y fortalecer al dólar como medio de reserva internacional neta de utilidades de las empresas, y fomentar la inversión y, finalmente, la oferta productiva.

A la larga, esto produce inflación crónica con decrecimiento de la productividad.

En economía, cuando se permite en el orden de prioridades que la demanda desplace a la oferta, el resultado es una económica inactiva o poco creativa, inflación y declinación de la productividad.

El problema es que la demanda no existe de manera muy definida e identificable; es un flujo de sentimientos y avideces que asumen diferentes formas, principalmente en respuesta al flujo de ofertas.

Nueva Macroeconomía. Teoría de las expectativas racionales

Supone que los agentes económicos conocen perfectamente el impacto de la política monetaria y fiscal en la demanda agregada, y también que conocen sus relaciones económicas y toman en cuenta los cambios en la política.

Esto juega el papel del mercado con un ajuste instantáneo, automático y continuo.

Según esto el gobierno, con una política expansionista, no afecta el nivel de desempleo ni estimula el crecimiento; sólo provoca inflación.

Está basada en dos supuestos fundamentales:

  • Que los diversos agentes económicos optimizan.
  • Que los mercados se ajustan en forma automática, instantánea y continua.

En otras palabras, los individuos optimizan y los mercados se ajustan.

Los monetaristas

A partir de la formula [m + v = p * q = y], los monetaristas formulan que la expansión del crédito y del activismo económico del gobierno no son efectivos para aumentar la producción y el empleo.

Fundamentan que la velocidad del dinero es una constante, bajo la hipótesis de que la demanda de dinero es inelástica respecto a las variables que la determinan, por lo que están determinadas por variables reales y no monetarias.

Afirman que la variación de la velocidad ingreso del dinero permanece estable, aun cuando existan grandes variaciones en el nivel de precios de la tasa esperada de inflación, tasa de interés nominal, etcétera.

Como los clásicos, los monetaristas dicen que ni la política monetaria ni la fiscal sirven para crecer.

Los clásicos suponían que en competencia perfecta los mercados se ajustan automáticamente.

Los monetaristas dicen  lo mismo, pero afirman que los agentes económicos forman sus expectativas racionales en función de las predicciones, la teoría de maximización de los beneficios y la utilidad de los consumidores.

Para los monetaristas, el Estado es maléfico porque provoca inflación y limita las posibilidades de progreso tecnológico.

Friedman dice que un banco central debe actuar en forma automática y no discrecional, por ejemplo, en un aumento de oferta monetaria constante igual al PIB real potencial, más la inflación meta. Para ellos:

  • El Estado es ineficiente y hay que limitar el gasto del gobierno.
  • El Estado debe desaparecer como agente económico.

Neo Desarrollismo

Con una participación del gobierno en la economía, para impulsar la formación de mercados y canalizar la inversión extranjera directa (IED), la economía de China Continental ha evolucionado con éxito en los últimos 30 años.

Después de los grandes fracasos de la economía china, que en 1963 registró más de 60 millones de muertes por hambre, y ante el fallecimiento de Mao Tze Tung, el nuevo líder Deng Xiau Ping, impuso una economía de mercado conducido desde el gobierno.

En primer lugar, en China se permitió que los campesinos vendieran sus productos alimenticios y materias primas directamente en las ciudades, lo cual aumentó la producción al beneficiarse las familias campesinas.

Por otra parte, el gobierno promovió la IED inversión extranjera directa en las inmediaciones de Hong Kong al principio, y después a lo largo de toda la costa China, edificando Zonas de Desarrollo Económico, con lo que salieron de la pobreza más de 300 millones de habitantes.

El gobierno ofrecía en 1989 una mano de obra que ganaba un dólar por día, pero condicionaba que la inversión extranjera estuviera acompañada en sociedad con empresarios chinos, y las empresas extranjeras tenían la obligación de transferir la tecnológica, lo que provocó un programa de absorción tecnológica rayando en el pirateo industrial.

Actualmente la economía china es la segunda en cuanto a PIB, y compite tecnológicamente con Estados Unidos.