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El Consejo Coordinador Empresarial de León presentó la mecánica para el debate que sostendrán Diego Sinhué Rodríguez Vallejo (PAN-PRD-MC), Ricardo Sheffield Padilla (Morena-PT-PES), Felipe Arturo Camarena García (PVEM), Bertha Solórzano Luján (Panal) y Gerardo Sánchez García (PRI), candidatos a la Gubernatura de Guanajuato.

Sin duda que es un formato novedoso pues, por lo menos, se ofrece un diálogo entre expertos, ciudadanos y cibernautas, quienes podrán hacer uso de su voz a través de las redes sociales durante la sesión, que será transmitida en vivo por distintas plataformas de comunicación.

La metodología incluye que dos periodistas y un consultor en imagen pública, hagan la presentación de la candidata y los candidatos para, luego, pasar a un panel moderado por expertos, donde se abordarán cinco temas. Luego vendrá un panel ciudadano. Después se dará respuesta a la pregunta más votada por los cibernautas, y al final vendrá el cierre de los participantes.

Es interesante el formato planteado por los hombres de negocios de Guanajuato quienes, ahora sí, han puesto sobre la mesa que quieren una verdadera participación, y no sólo ser compañía en algunas gestiones o validación de los actos de gobierno.

Tanto la Coparmex como el Consejo Coordinador Empresarial y organismos ciudadanos, así como agrupaciones de profesionistas, han discutido por casi nueve meses dos mecanismos de participación.

Por un lado las propuestas de la visión de Guanajuato que compilaron y, por el otro, un formato diferente del debate, que permita la voz ciudadana más allá de la exposición de ideas.

El formato se antoja complejo para quienes apenas estamos en el despertar de la democracia y la participación electoral. No será, para nada,  un talk show como el que acostumbran en Estados Unidos, y que tiene altos niveles de audiencia por la manera en conducirse.

Sí, el primer debate presidencial tuvo altos niveles de rating, pero no me diga que no fue por   morbo.

Este ejercicio de debate que se desarrollará en un estado donde han existido prácticamente una hegemonía de partido en los poderes Ejecutivo y Legislativo con una gran mayoría de municipios gobernados por el PAN, se antoja insuficiente para satisfacer la curiosidad de los electores.

Ojalá que se den elementos para la toma de decisión de un voto informado, y no sólo un voto motivado por la simpatía: que nos gobierne el más capaz, el que logre la mayor legitimación, quien tenga la posibilidad de ser nuestro cabildero, y quien tenga en el foco que es tiempo de dar respuesta a los guanajuatenses que menos tienen.

No, no es demagogia, amigo lector o lectora. Es más bien la necesidad de que tengamos un gobierno con altura de miras.

Poco a poco estamos viendo que se extingue la generación de nuestros padres (su servidor ya ronda por los 40 y más), y mi generación, sin duda alguna que se va de manera anticipada.

No queda más que visibilizar al futuro que vamos a dejar para que lo administren nuestros hijos o nietos y, sin duda, esforzarnos por tomar elecciones maduras, movidas por la razón y no sólo por el corazón.

El yerro de mi generación fue creer en la nulidad del voto. Que ésta no sea la herencia que dejemos porque,  sin lugar a dudas, es un derecho constitucional emitir el sufragio y, con ello, participar de las decisiones que se tomen en este país.

Por eso es de celebrarse el esfuerzo de los hombres de negocios y otros organismos para celebrar un debate, pero las ideas se deben compartir con más periodicidad para que se tome la mejor decisión por el bien de todos. Así las cosas.

 (*) El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generación

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