Una curiosidad que los equipos que ocuparon los lugares del quinto al octavo, hayan logrado vencer a los cuatro primeros, dando la sorpresa en algunos casos, sobre todo después del primer partido en el que dos aprovecharon su condición de local, generando una ventaja de tres goles, y otros dos tuvieron que írsela a jugar a casa ajena para alcanzar el pase a las semifinales. El grito homofóbico se volvió a presentar y al parecer benefició a los locales, dado que el partido se detuvo y agarraron su segundo aire en el tiempo repuesto: para el cuadro michoacano funcionó pero no así para el guanajuatense, debido a la intervención de VAR. Como suele suceder, se vivieron más emociones en estos ocho partidos que las que ofrecen las jornadas del torneo regular. Los dos primeros enfrentamientos de la liguilla, enseguida.

Gallo electrocutado

En el primer duelo entre el Necaxa y el Querétaro, la paciencia de los locales fue clave: tras un primer tiempo en el que hubo llegadas pero no anotaciones, los Gallos parecían irse saliendo con la suya pero cometiendo el error de no insistir más en buscar la puerta contraria, en particular por la importancia de anotar en cancha ajena y a pesar de tener un par de llegadas bien controladas por el portero. Para la segunda parte, la puerta se abrió y Calderón mandó arriba a los Rayos muy pronto; se diluía el juego cuando Gallegos ejecutó impecable un tiro libre para poner el segundo a diez del final, y Herrera sentenció en tiempo agregado para consolidar una cómoda ventaja que se pondría a prueba el juego de vuelta.

Equivocada estrategia del Necaxa en su visita a tierras queretanas: se vieron arrasados en los primeros minutos del cotejo por los locales, ahora sí bien aplicados en la generación de peligro. A pesar de tener tres goles en contra, los Gallos se sintieron capaces de remontar y pronto cacarearon sus dos prematuros goles por conducto de Ruiz y Lucumi antes del minuto veinte. La visita lucía desconcertada, mientras que los anfitriones percibían el cercano empate en el global. Pero entonces vino la expulsión de Romo al final de la primera parte y todo el esfuerzo realizado parecía quedarse corto: así fue. Los Rayos aprovecharon la condición, se sacudieron el polvo y Calderón (otra vez), Gallegos (repitiendo la dosis) y Salas, hacia los diez minutos finales de partido, le dieron la vuelta y el pase a los de Aguascalientes.

Monarca sobrevuela a la fiera

Rápidamente se movieron las redes: primero Macías de penal con apoyo del VAR y de inmediato se apareció Flores para emparejar el encuentro que apenas llegaba al minuto 10. Otra vez el León se va arriba con gol de Mena para ser alcanzado por Morelia, vía Flores de nuevo. La segunda parte arrancó igual de intensa en el radar de las áreas: Navarro manda por tercera ocasión arriba a los visitantes, que parecía tenían todo para ganar tras la expulsión de Achilier. Minutos de desperdicio hasta que Moreno salió también del campo, dejando en igualdad numérica a los dos equipos. Vendría entonces la suspensión del juego por el nefasto grito y conductas agresivas que benefició a los locales (situación que se tendrá que analizar), dado que lograron alcanzar vía Mendoza al ’96, tras haberse reagrupado y ubicar el mejor rumbo para el vuelo.

El partido de vuelta arrancó con cierto frenesí aunque ambos equipos no descuidaban las espaldas; si bien se presentaron algunas llegadas, el desarrollo en la primera mitad se mantuvo más al filo de la tensión contenida que de la ruptura definitiva de lanzas, lo que inevitablemente tendría que suceder en el segundo tiempo. Sosa con un tiro centro de los que su intención no queda del todo clara, abrió el marcador para los locales y obligaba al rival a anotar dos goles, objetivo que consiguieron en un lapso de cinco minutos: primero Sansores con la cabeza y luego Flores con gran disparo, por tercera vez en la serie, a veinte del final. Después, el drama: un gol anulado que había provocado gran euforia en el estadio y un remate al travesaño que se robó el último rugido de la Fiera en el torneo