sábado. 20.04.2024
El Tiempo

El gabinete

“Gobernar es necesariamente un ejercicio colectivo. Alinear pensamientos, ideas, experiencia y personalidades dentro de un proyecto político, no es un camino llano y fácil…”

El gabinete

El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué no ocurrió lo que el predijo.

Winston Churchill

 

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Groucho Marx

 

 

 

Gobernar es necesariamente un ejercicio colectivo. Alinear pensamientos, ideas, experiencia y personalidades dentro de un proyecto político, no es un camino llano y fácil. Las contradicciones sobre la forma en que se vive la práctica de la política -por personas de carne y hueso- es por demás difícil, compleja y está plagada de fallas, de perspectivas válidas pero no compartidas, de negociaciones y acuerdos, que se van fortaleciendo o diluyendo al ponerlos en marcha.

Configurar un equipo de gobierno, en las condiciones en las que se conformó el partido político que logró el triunfo electoral en la pasada elección presidencial, requirió acuerdos, consensos y pactos, sin garantía alguna. En los primeros 210 días de mandato de Andrés Manuel López Obrador ha tenido tres bajas de su equipo de primer nivel. Las salidas en sí mismas muestran en dos casos —en el Director IMSS Germán Martínez y Carlos Urzúa en la Secretaria de Hacienda- la difícil tarea de armonizar visiones y desempeñar sus funciones. Con cartas por delante -uno y otro- muestran de forma traslúcida algunos problemas. Sin embargo, en ambos casos quedan a deber en su reclamo al presidente: no hay nombres, no hay casos concretos, no se dice más, dejando una puerta  abierta para especulación y la suspicacia.

En el caso de la ex secretaria de Medio Ambiente -Josefa González Ortiz Blanco- los motivos fueron otros, pero su  salida dio pauta a que el presidente López Obrador recordara a todo su equipo de gobierno, y al conjunto de la administración pública, que va en serio su lucha contra la corrupción.

En los tres casos, los relevos fueron casi de inmediato. La salida de Urzúa tuvo un efecto y fue contenido con el nombramiento de Arturo Herrera, que estaba en funciones como subsecretario, y quien fue respaldado por los sectores productivos y económicos ante su rápido nombramiento, lo que paró en seco la tormenta que se creaba en las redes sociales.

La llegada de Víctor Manuel Toledo a la Semarnat también fue una decisión valorada especialmente por los grupos ambientalistas, dada su trayectoria social y política en el campo de la ecología en el país, siendo él un referente a escala mundial en los temas y luchas ambientales, dando una señal, al menos, de cambio en la visión de los temas ambientales, sobre todo ante los macroproyectos contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo. Zoé Robledo tomó la Dirección del IMSS sin más aspavientos.

Cabe señalar la diferencia con otros tiempos, en que las renuncias al gabinete presidencial se realizaban bajo argumentos como por motivos de salud, que encubrían lo oscuro de las decisiones y de las pugnas internas. Ahora, al menos, se abre una ventana para reconocer que en política esa excusa ya no sirve. Falta aún que se transparenten los motivos reales y simbólicos, para que vayamos acercándonos a una nueva cultura política. Pero eso está todavía muy lejos.

Seguramente habrá más ajustes y cambios. Seguirán creándose historias alrededor del gabinete, como lo fue hace unas semanas el rumor de la salida de Olga Sánchez Cordero de Gobernación y la llegada de Marcelo Ebrad a esa posición. Sin embargo, una virtud del equipo de gobierno actual es la forma rápida en la que paran esos rumores, aunque la ola del rumor se difunda a la velocidad de los bits y la banda ancha en las redes sociales.

En la era de la información y de la inmediatez hoy los trascendidos, los informantes desde dentro, los rumores y las fake news, son un nuevo elemento a considerar en los estudios y análisis de la comunicación social y política en las esferas gubernamentales. Estamos entre las mañaneras y entre las reacciones que produce, estamos entre los memes y los chistes, y los twuits que se generan con sus comentarios en cascada, que se hacen inconmensurables.

Uno de los retos de los regímenes democráticos está en la transparencia y la necesaria rendición de cuentas. Pero también está la forma en que se vive, se construye, se nutre y se transforma la cultura política. Los acuerdos en los oscurito, los pactos y secrecías o el mirar para otro lado, están ya agotados, así como las prácticas de gobernar a valores entendidos.

Hoy el papel de prensa en todas sus modalidades tiene que ser un elemento sustancial para que los ciudadanos podamos evaluar el papel del gabinete en su conjunto y seamos responsables en la parte que nos toca, al exigir contar buenos servidores públicos en cada dependencia de la Administración Pública y estar atentos al desempeño de todo el gabinete.

La política y el político deben dejar de ser en los hechos, en la práctica y en el imaginario social, lo que Groucho Marx y Winston Churchill dijeron. La política, y los políticos tienen que ser otra cosa, si se trata de construir una nación desde la justicia social y el desarrollo económico sustentable para todos.