jueves. 18.04.2024
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Opinión • Breve Manual para Votar • Arturo Mora Alva

“…Nuestra democracia es imperfecta, pero votar es la forma ciudadana y pacífica de buscar y forzar los cambios necesarios…”

Opinión • Breve Manual para Votar • Arturo Mora Alva

La democracia funciona cuando la gente la reclama como suya.
Bill Moyers

Toda elección es determinada por el número de personas que se presenta a votar.
Larry Sabato

La elección más grande en la historia reciente del México democrático en construcción se llevará a cabo este próximo domingo 6 de junio del 2021. Esta es la elección más grande en la historia de México, toda una prueba de la capacidad institucional de organización del INE y de los organismos electorales estatales –OPLES- como es el IEEG para el caso de Guanajuato.

Son 20,868 cargos de elección popular que mediante el voto se definirán el próximo domingo. A nivel federal se contenderá por 500 diputaciones, 300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional. Hay gubernaturas en juego en 15 estados: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

Se compite en la renovación de casi todos los congresos locales de todo el país, excepto en Coahuila y Quintana Roo, además de que habrá elecciones para la casi totalidad de los ayuntamientos y alcaldías en 30 entidades, menos en Durango e Hidalgo, aunque en dos municipios de este último estado habrá elección municipal. En cuatro entidades escogerían de manera separada diversos cargos locales: juntas municipales en Campeche, sindicaturas en Chihuahua, regidurías en Nayarit y presidencias de comunidad en Tlaxcala.

En Guanajuato se contiende por 22 diputaciones de mayoría relativa y 14 de representación proporcional. También están en juego 46 alcaldías, 52 síndicos y 418 regidurías. Las campañas, que terminan este 2 de junio, nos dejan unos días para descansar de la abrumadora cantidad de spots y de las demás estrategias usadas como parte del marketing político. Esta ventana de tiempo, previa a la jornada electoral, es en teoría un lapso para que podamos, si queremos pensar -razonar y sentir- cómo vamos a votar, si es que nos damos la oportunidad de ir a ejercer este derecho político que todos tenemos como ciudadanos, siempre y cuando contemos con la credencial de elector vigente.

La política que está en juego es el seguir dando valor al sistema de partidos políticos y a la democracia electoral, a la vez de que el INE continúe realizando su trabajo para garantizar la imparcialidad, objetividad, certeza, equidad y transparencia en las elecciones, que ha sido la bandera de trabajo del IFE en su inicio y del ahora INE. En lo personal he sido consejero electoral distrital en León para el IFE durante varios periodos y también consejero local para el estado de Guanajuato en varios procesos electorales para el INE, y sé del trabajo que se hace para dar la confianza a la ciudadanía, así como a los partidos políticos, de que se respeta en cada elección la voluntad de quien vota.

En cada elección se ha demostrado la confianza de la ciudadanía en la organización y realización de las elecciones que realiza el INE y, sobre todo, el papel que realizan los funcionarios de casilla, ciudadanos que cuidan que el voto sea libre y secreto, además de que cada uno se contabilice de forma correcta y se hagan públicos los resultados de la elección en cada casilla.

Pero lo cierto es que la confianza de la población en la política y en los partidos políticos, en los legisladores y la mayoría de instituciones del Estado, tanto a nivel federal como estatal y municipal, está muy disminuida. La falta de credibilidad en la política es un punto que hace frágil el sistema electoral y todo el modelo de la democracia representativa. La expresión de esa falta de credibilidad en los partidos políticos es el abstencionismo.

Se estima que en las elecciones intermedias el porcentaje de participación en las urnas es inferior al 50% y que en esta elección estará en el rango del 45 al 50% en el mejor de los casos. Quienes tienen entre 18 y 29 años de edad son el grupo poblacional más grande que pudiera participar en las elecciones; junto con quienes tienen entre 30 y 49 años son quienes pueden definir los resultados electorales en términos de votantes. Sin embargo, el comportamiento electoral en elecciones pasadas en los años recientes muestra que esos grupos de edad tienen una gran apatía para ir a votar.

¿Cómo votar? ¿Por quienes votar? ¿Por qué partido? ¿Qué candidatos a qué cargos? Preguntas que tenemos que hacernos para elegir de la mejor manera posible, a la vez de ejercer el derecho a votar con la mayor responsabilidad.

Este es Breve Manual para Votar que espero sea de utilidad para ayudarnos a decidir como ejercer el voto, que es libre y secreto:

  1. Se puede ejercer lo que se llama un voto racional, lo que significa que se hizo una valoración de candidatos, partidos y propuestas, partiendo de que se pudo tener acceso a la información necesaria y tener el tiempo para discernir y razonar el voto. Esto sería lo ideal en una democracia sólida y madura, con procesos permanentes de educación cívica y política y con un actuar de los partidos políticos que de forma responsable actúan y ofrecen información sobre sus programas y principios ideológicos, a la vez que pudiéramos evaluar los resultados que han tenido siendo gobernantes o legisladores de esos partidos políticos.
  2. Esta el Voto estratégico, consistente en hacer un ejercicio de análisis personal, para tomar en cuenta lo que se espera de un candidato o candidata y qué posibilidades reales tiene de ganar, de acuerdo con las preferencias de partido, y tomando en cuenta las afinidades ideológicas y afectivas con esa opción.
  3. Está la posibilidad del voto sincero. Esto es, tomando como referencia su afinidad ideológica y afectiva, junto con las coincidencias con el partido político y sus candidatos.
  4. También se puede hacer una elección, que implica un ejercicio reflexivo y personal, que es combinación entre voto racional y sincero: que cuando se da la coincidencia de las razones, junto con las preferencias ideológicas y la utilidad esperada con el partido, así como con los candidatos.
  5. También está el voto útil, combinación entre lo racional y lo estratégico; es cuando se vota por otras opciones políticas, de candidatos o partidos, con tal de vencer a la opción menos deseada.
  6. Podemos realizar un voto diferenciado, esto es, ejercer nuestro derecho a distribuir en diferentes opciones, entre partidos y candidatos, nuestra voluntad en función de las afinidades e intereses que tengamos. Así, se puede votar en cada boleta de forma diferente según el tipo de elección federal, estatal y municipal, usando los criterios anteriores para orientar el voto en particular.
  7. También está la opción de anular el voto. El voto nulo implica acudir a las urnas para anular o cancelar las boletas electorales. Es una expresión de descontento ante la oferta política de los candidatos, así como de los partidos políticos, a la vez de dar la señal clara de que se confía y se cree en las elecciones democráticas como una forma de participación cívica y pacífica para buscar los cambios necesarios en el gobierno y en las instituciones legislativas, pero que no se está de acuerdo con el contenido de las campañas o en los perfiles de candidatos, y aun de todos los partidos políticos, y que se espera algo mejor del sistema de partidos.

En cualquier caso, habrá que ir a votar el próximo domingo 6 de junio. Sería bueno poder discernir, reflexionar y razonar cada uno de nuestros votos.

Nuestra democracia es imperfecta, pero votar es la forma ciudadana y pacífica de buscar y forzar los cambios necesarios en el país, el estado y en los municipios, para tener la posibilidad de exigir resultados adecuados de gobierno, a la vez de demandar la plena vigencia de los Derechos Humanos y el respeto irrestricto a la dignidad de los y las mexicanas, que están consagrados en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.