Tigres de Papel • Silao • Francisco Javier Mares

“Silao es prueba plena del engaño de los espejismos del desarrollo…”

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Tigres de Papel
Tigres de Papel • Silao • Francisco Javier Mares

Silao es prueba plena del engaño de los espejismos del desarrollo.

Es uno de los 4 municipios que integran la Zona Metropolitana de León. Los otros dos son San Francisco del Rincón y Purísima del Rincón -la séptima zona metropolitana más grande del país.

El municipio de Silao de la Victoria, de acuerdo con el Censo 2020 del INEGI, tiene una población de 203 mil 556 habitantes -103 mil 483 mujeres y 100 mil 073 hombres, 50.8 y 49%, respectivamente-. Silao es la quinta localidad más poblada de Guanajuato, después de LeónIrapuatoCelaya y Salamanca.

Silao de la Victoria, décadas atrás identificado como el centro geográfico del país, tiene al Cristo Rey del Cerro del Cubilete, el tercer destino religioso más importante del país, detrás de la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México, y la catedral de San Juan de los Lagos; territorialmente se ubica ahí ‘Guanajuato Puerto Interior’ –que es ‘modelo del desarrollo industrial del estado y el complejo logístico más importante de México y América Latina’; con la General Motors, abrió en ese municipio el afamado clúster automotriz del bajío; y es sede del Aeropuerto Internacional de Guanajuato. Ni así.

El Cristo Rey del Cerro del Cubilete, destruido en su versión primera en los años 20 por órdenes de Plutarco Elías Calles, y reconstruido en los 40, es un destino que da carácter de identidad a Silao, pese a que poco sea el beneficio a sus pobladores –un alcalde, Juan Roberto Tovar (2009-2012), pretendió institucionalizar el turismo religioso. No supo cómo –Al Cristo Rey lo confirmó en la política el sermón de Carlos Medina, gobernador interino que el 25 de enero de 1992 irrumpió en la prensa del país, al hablar desde el púlpito a los jóvenes peregrinos. “El reto de modernizar al país es de tan grandes proporciones que por nosotros solos no podríamos superarlo; por eso es necesario que nuestro trabajo y nuestra confianza se depositen en las manos de Dios” -ni modo, hasta su patrocinador Carlos Salinas se vio obligado a regañarlo públicamente en el Aniversario de la Constitución, el 5 de febrero, en el Teatro de la República en Querétaro, frente a todos los gobernadores.

Silao ha sido botín político, eslabón entre los negocios y el gobierno, referencia de prostitución, y ahora se ahoga en un baño de sangre, en su ruta al progreso que no alcanza.

La plaza fue uno de los últimos bastiones priistas hasta los albores del año 2000, en que ‘el baile calabaceado’ de las siglas partidarias y el chapulineo político fueron rutina. Ha conocido de todo.

El priismo le heredó las dos piezas más preciadas de su collar de perlas:

Todavía en febrero de 1990, a la caída de la era en que los priistas dominaban la tierra, inauguró el Aeropuerto Internacional del Bajío, que luego cambiaría en Aeropuerto Internacional Guanajuato –total, a los silaoenses, con toda razón, les indigna que en el resto del país lo identifiquen como ‘el aeropuerto de León’.

Y la General Motors, una de las cuatro armadoras que esa compañía tiene en México, que se construyó en 1995 tras la firma del TLCAN, pero cuyo trabajo de atracción de la inversión se realizó en el sexenio del gobernador priista Rafael Corrales Ayala -con don Joaquín Yamín Saade (+) como secretario de Desarrollo Económico en la operación, no a la llegada del panismo en 1991 –apuntábamos apenas en la edición anterior de ‘Tigres…’.

En los 90, el alcalde priista Alfredo Mosqueda (1995-97), en la ola de la reforma salinista al 27 Constitucional, que llevó a los ejidos al aviso clasificado, se vio inmortalizado en su bola de cristal con el despojo de parcelas comunales en Lomas de Comanjilla, que ofrecía como casa de jubilados a canadienses interesados, la denuncia pública echó por tierra el negocio, y Mosqueda regresó  a casa sin los laureles  que creyó merecer.

Al cierre de la década, ‘Las Glorias del Gran Silahua’, dieron a Silao carta de presentación como la ‘zona roja’ del estado de Guanajuato. Despachaba en la alcaldía el panista Luis Gerardo Valdovinos, todo un caso de estudio -aunque tampoco era trascendente la etiqueta: pocos años antes, a Celaya se le conocía como ‘el table’ de Querétaro-. Esa condición de Silao era apenas un peldaño abajo del que ocupó una década atrás, como zona neutral para ‘la grilla’ de políticos que escapaban a las miradas indiscretas en León y en la capital Guanajuato, todavía entonces sede de los tres poderes –porque hace rato que ya no.


Sin salida

En el dos mil, el amanecer del siglo nuevo, presidente de la República y gobernador de Guanajuato azules, el PAN llevó a Silao a Carlos García Villaseñor como alcalde –y nada más qué citar del hombre.

En 2012-2015 regresó el priismo, y en septiembre de 2014 –jueves cuatro-, el munícipe Enrique Benjamín Solís Arzola, cometió la ‘burrada’ de conspirar la golpiza a la corresponsal de El Heraldo de León y a su auxiliar administrativa, en sus propias oficinas. Silao de la Victoria fue nota internacional, y meses después, el priista Solís Arzola fue a dar con sus huesos a la cárcel.

Guanajuato Puerto Interior —impulsado quince años atrás por el secretario de Desarrollo Económico Luis Ernesto Ayala, y su subsecretario Miguel Salim–, convertido ahora en jubilación anticipada para políticos en retirada –los casos de Luis Quirós y el del actual e impresentable, Héctor Germán René López Santillana-, es “modelo del desarrollo industrial del Estado y el complejo logístico más importante de México y América Latina”.

Sin embargo, parece que nada alcanza para traer paz y bienestar a Silao.

En términos generales, casi la mitad de la población de Guanajuato vive en la pobreza. En 2018 el 41.5% se encontraba en esta condición, en 2020 la estadística alcanzó al 42.7% en los números del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el Coneval. Los pobres pasaron de 2 millones 519 mil 700 en 2018, a 2 millones 649 mil 600, en 2020.

Y habría que sumar los 281 mil 200 guanajuatenses que viven en pobreza extrema, es decir, sin dinero para comer. Pobreza y enfermedad en todo el estado.

Y en Silao, además, un baño de sangre.

El año 2021 trajo de regreso a la alcaldía al panista Carlos García Villaseñor, vestido esta vez con los colores de Morena. Las cosas no podrían ir peor.

En menos de tres meses la estadística nacional enlista cinco ‘masacres’ cometidas en esa municipalidad.

La primera de ellas ocurrió el 13 de noviembre de 2021 en la comunidad de Puerta Grande, donde asesinaron a once personas.

El segundo de los homicidios múltiples se cometió en la comunidad de San José del Bosque, el 25 de noviembre del año anterior, en hechos en los que murieron 5 personas.

Una tercera masacre sucedió el 2 de diciembre, también de 2021, en las comunidades de San Bartolo y San Juan de los Durán, en ataques consecutivos en los que 5 personas fueron asesinadas, entre ellas un menor de 14 años.

La cuarta, el martes 28 de diciembre, en la comunidad de La Aldea, incursión de la delincuencia que dejó a ocho personas muertas, incluidos un bebé de un año de edad y una adolescente de 16 años.

Y la quinta, en este año 2022, que ha comenzado igual. Ocho personas fueron asesinadas la tarde del sábado 26 de enero en la comunidad de San José García, conocida también como “La Chiva Brava”. Un bebé de nueve meses y un niño de once años murieron ahí. Son más de tres decenas las personas asesinadas en esos embates del crimen organizado.

Abundan explicaciones que hurgan en la pugna harto difundida entre los cárteles por el control de la venta de droga…, reflexiones que poco o nada sirven a los deudos de las víctimas, ni a la vida en comunidad.

Extraviado en los colores partidarios, el alcalde Carlos García Villaseñor, balbucea que el asunto es de competencia cien por ciento federal –el de la casaca que ahora trae puesta-, bueno, que también estatal, pero no municipal, porque ‘p’os con qué…’ Así, Silao.


 

(A) La Jaula
Envuelto en algodón

En la defensa de su diputado federal electo, el panismo gobernante en Guanajuato sigue de cara al fondo del callejón. Este martes la audiencia penal contra Jorge Romero, procesado por abuso sexual –una vez que la fiscalía reculó en su propia acusación de violación espuria- se difirió otros10 días, a la espera de nuevas pruebas. El panista solicita dar por concluido el caso, toda vez –jerga a tono- que ‘ya estuvo en prisión tres meses’ -tiempo ‘suficiente’ para saldar el delito-, que él ofreció en reparación del daño 33 mil 60 pesos… que pagarían unas 42 consultas psicológicas-, y que, hombre, la víctima, Regina Irastorza, lo único que exige es justicia. Regina anuncia el acompañamiento de Derechos Humanos y denuncia el encubrimiento oficial al acusado, al regatear a ella el acceso al expediente al que tiene derecho. Al salir, don Jorge Romero, ex director del Instituto de la Juventud Guanajuatense, tan saludador en campaña, negó cualquier declaración a los reporteros… Seguiremos informando.

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