viernes. 19.04.2024
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54 MUJERES, LA SERIE [XLI]

54 Mujeres • Susana Baca (Palabras más que urgentes) • José Luis Justes Amador

José Luis Justes Amador
Susana Baca
Susana Baca
54 Mujeres • Susana Baca (Palabras más que urgentes) • José Luis Justes Amador

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My mission has been accomplished.
Susana Baca

“Mi misión se ha cumplido”, así cerraba Susana Baca su entrevista con The Guardian, en la que explicaba además en que consistía dicha labor. “Soy un puente entre la vieja generación y la nueva, y veo que los jóvenes están abrazando realmente la música afroperuana y haciéndola propia. Está floreciendo y no tengo miedo de que desaparezca. Tiene unas raíces muy profundas”. En esa labor, además, le ha apoyado su marido Ricardo Pereira, sociólogo especializado en lo afroperuano.

Susana Baca es, por supuesto, un puente. Pero también es una figura multifacética que fue antes investigadora y educadora. Además, en una etapa ya avanzada de su vida, ministra de Cultura de su país y presidenta de la Comisión Interamericana de Cultura de la OEA. Pensar en música afroperuana es pensar en ella. Y no sólo en el continente sino en el mundo, cuando el siempre inquieto David Byrne introdujo una de sus canciones, “Maria Landó”, de la que el líder de Talking Heads llegó incluso a grabar una versión, en “The Soul of Black Peru”.

“Perú ha tenido una relación difícil con su población negra e indígena. Son un recordatorio de la historia de la esclavitud y por eso ha sido ignorada y olvidada muchas veces. Sentí que necesitaba ayudar a mantenerla viva”. En esas palabras se puede resumir perfectamente la labor musical de Baca, que además de mantener esa tradición viva ha tocado todos los palos posibles, que van desde la tradición española a los villancicos populares, de las canciones de siembra a versiones de clásicos del jazz, de Fito Páez a musicalizar a poetas. Resumir la labor de Susana a un solo estilo sería hacerle flaco favor. Incluso las instrumentaciones (corales, trío, instrumentos tradicionales, grupo completo) van variando de disco a disco, de proyecto a proyecto.

La infancia de Baca parecía destinarla a su futura carrera, ya que su padre era guitarrista y su madre bailarina, además de que parte de su familia fundaría uno de los grupos pioneros en la reivindicación de la tradición en la que Susana se enmarcara, Perú Negro. Mientras encontraba su vocación como investigadora de la música popular de su país, encontró tiempo para formar un grupo de música experimental que combinaba vanguardia y poesía.

Tuvieron que pasar muchos años, desde que se graduó como educadora en 1968, hasta que sus investigaciones sobre música popular se convirtieron en creaciones, algunas propias y otras tradicionales. “Color de Rosa Poesía y Canto Negro”, en 1987, “Vestida de Vida, Canto Negro de las Américas”, de 1991, y el que la haría destacar, “Fuego y Agua”, publicado en el significativo 1992 y que no sólo sería un disco, sino que sería acompañado por un libro de divulgación de la tradición investigada para las grabaciones. Pero si destaca un año en la carrera de Susana Baca es 1995, cuando aparece el recopilatorio de Luaka Bop y Chabuca Granda, la cantante y compositora de, entre otras genialidades, “Fina estampa” o “La flor de la canela”, quien decidió que Susana sería su sucesora, contratándola como asistente personal y llevándola a vivir a su propia casa.

Su siguiente disco, y ya reconocida como figura de la tradición, se tituló simplemente con su nombre, “Susana Baca”. El resto de su carrera demostraría que su gran voz se puede poner al servicio de cualquier causa que mereciera su atención, hasta que fuera nombrada Ministra de Cultura de su país. En esa época fue cuando declaró al New York Times que “tengo miedo de que el trabajo se coma mi labor artística, pero no voy a dejar la música”.

Durante la pandemia trabajó en dos proyectos realmente cercanos, uno de los cuales ha encontrado salida ya, y esperemos que el otro la tenga pronto. Un de ellos lleva un título más que significativo, “A capella: grabado en casa durante la cuarentena”, publicado el año pasado, que enfrenta al escucha con sólo su voz y la palabra (2020). Su última grabación, “Palabras Urgentes”, recibida con elogios críticos en medios internacionales, de países incluso de habla no hispana, habla y canta de los temas que han estado presentes en toda su discografía, la tradición africana de la música peruana, los temas sociales y, por supuesto, el amor.

Y, con los años, la sinceridad que nunca la abandonó sigue en plena forma. “A mi edad no me interesa ya agradar a los otros. Ya no soy joven y por eso me canso, pero siempre estoy encontrando cosas que me muevan”. Y con la experiencia que dan las vivencias, no piensa en ella sino en su labor. “El trabajo simplemente continúa”.

PD: en el proyecto youtubero “Playing for Change” —que une a músicos de diferentes latitudes– realizado con la canción “Hasta la raíz” de Natalia Lafourcade, los vocalistas encargados, uno masculino y otro femenino, fueron dos voces míticas de América Latina: el argentino León Gieco y la peruana Susana Baca.

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