martes. 23.04.2024
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La conservación del patrimonio, un derecho humano: Andry Mantilla

La conservación del patrimonio, un derecho humano: Andry Mantilla

Guanajuato, Gto. En el marco del Seminario de Patrimonio Cultural y Natural de La Cátedra de Excelencia Patrimonio, la cual se desarrolla con la colaboración del Departamento de Estudios de Cultura y Sociedad de la División de Ciencias Sociales y Humanidades y el Departamento de Derecho de la División de Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato, el Dr. Andry Matilla participó con la conferencia magistral “Régimen jurídico del patrimonio minero: cuestiones actuales”.

El objetivo de la Cátedra es generar un espacio interdisciplinario que sea crítico, reflexivo y creativo, basado en la investigación, que facilite el debate y el planteamiento de propuestas concretas y viables sobre las principales problemáticas que afectan a la conservación y sustentabilidad del patrimonio cultural y natural.

Sobre el desafío actual de la protección patrimonial, el Dr. Andry Matilla, catedrático de la Universidad de La Habana, Cuba planteó que “El día de hoy el gran reto del patrimonio cultural es no solo conservarlo sino colocarlo en el tráfico social del hombre actual, en armonía con las exigencias galopantes del mercado y la economía, y por tanto en un equilibrio que permita su sobrevivencia para no sacrificarlo frente a otros fines”.

El Dr. Matilla expuso al público –conformado principalmente por profesores, estudiantes y personas vinculadas con el sector turístico- que la preocupación por el tema del patrimonio es relativamente reciente, pues surge después de la segunda guerra mundial; y en el caso específico del patrimonio industrial, hace apenas unas cuatro o cinco décadas.

Los primeros ejercicios en defensa del patrimonio minero aparecen en Inglaterra en los años setenta, vinculados a las obligaciones impuestas a las empresas  extractivas para la conservación de la maquinaria. Dijo que en ese sentido es muy importante rescatar los registros físicos de las actividades industriales que, aunque económicamente han disminuido o perdido importancia, preservan un valor cultural: “No se trata sólo de conservar edificios como evidencia física de los procesos humanos. La conservación no va sólo hacia la protección física sino a conservar el espíritu de vida que subyace a esa estructura”.

Por ello, mencionó la importancia de la regulación de estos procesos mediante las leyes: “Nos hemos dado cuenta muy tarde de que el Derecho es un hecho cultural, pues en las leyes se expresa también una forma de vida de la comunidad y de una sociedad, con sus condicionantes, con su evolución y, por tanto, nos dice mucho de la sociedad que rige”.

Y si bien Cuba no es propiamente un país minero, sí tiene una trayectoria muy activa en cuanto a la conservación de patrimonio cultural en general, por lo cual el catedrático compartió algunos casos aplicables al patrimonio minero de Guanajuato, cuya actividad extractiva tiene todavía un peso económico importante y en donde dicha actividad ha forjado formas de vida y procesos culturales específicos alrededor de ese sector industrial que hay que proteger. 

Para finalizar destacó que “La declaración de patrimonio es un título de intervención del Estado sobre un bien, que genera derechos pero también obligaciones. Es una obligación del Estado la protección del patrimonio, y éste es un derecho de la ciudadanía”.