lunes. 16.09.2024
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CON CALIFICACIÓN SOBRESALIENTE CUM LAUDE

La Profa. Adriana Marina Martínez Maldonado obtiene grado de Doctora en Música

En su tesis doctoral añade que  “desde su origen el uso de las campanas ha cumplido su función comunicativa y han regido los hábitos y costumbres en tanto los grupos sociales asimilaban y comprendían los diferentes códigos de forma natural tal como se aprende la lengua materna o a través de información consciente”

La Profa. Adriana Marina Martínez Maldonado obtiene grado de Doctora en Música

Guanajuato, Gto. Con la tesis “Las campanas de la catedral de Guadalajara metamorfosis de un símbolo sonoro”, Adriana Marina Martínez Maldonado, profesora de piano de la División de Arquitectura, Arte y Diseño del Campus Guanajuato, obtuvo el grado de Doctora en Música.

Martínez Maldonado concluyó sus estudios de Doctorado en Música por la Universidad de Madrid, el 9 de abril de 2015, siendo su Director de Tesis el Dr. José Luis Carles Arribas, trabajo con el cual obtuvo la calificación sobresaliente “Cum Laude”  en la Universidad Autónoma de Madrid.

En su tesis, Adriana Marina menciona que “la inquietud por el sonido de nuestro entorno nos viene desde el momento en que nuestro sistema auditivo se ha desarrollado fisiológicamente, escuchar los primeros latidos del corazón y la voz materna, nos dan la bienvenida a un mundo sonoro”.

Además menciona que al nacer, cada sonido escuchado y experimentado se va integrando a nuestra memoria. “El sonido junto con nuestros demás sentidos nos integran al espacio en que desarrollaremos nuestras actividades a través del tiempo, con él evolucionamos y nos adaptamos a los cíclicos cambios de nuestra existencia en nuestro entorno. Por lo tanto, el sonido es parte imprescindible para el ser humano durante toda su existencia”.

En su tesis doctoral añade que  “desde su origen el uso de las campanas ha cumplido su función comunicativa y han regido los hábitos y costumbres en tanto los grupos sociales asimilaban y comprendían los diferentes códigos de forma natural tal como se aprende la lengua materna o a través de información consciente”.

Por lo que menciona que “la escucha era atenta por la necesidad de atender sus actividades cotidianas  (…) ante una sociedad educada para no escuchar, cambiante y acelerada, con la participación de otros medios de comunicación y la tecnología, se empiezan a romper ciertas reglas y se transforma el estatus del lenguaje sonoro de las campanas. Evolucionan las costumbres sociales y religiosas anteriormente ligadas a ellas y la experiencia sonora se vuelve compleja, el código sonoro ya no es único”.