miércoles. 02.07.2025
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El público mexicano, gran receptor de Valle Inclán y su obra

El público mexicano, gran receptor de Valle Inclán y su obra

León, Guanajuato. Como un bocado de lo que disfrutarán los espectadores este viernes y sábado en el Teatro del Bicentenario, el elenco de la obra teatral Tirano Banderas sustuvo este miércoles un diálogo con la prensa y demás comunidad participante.

La charla inició con el tema de la multiculturalidad del montaje:

“Este proyecto te da la posibilidad del encuentro entre todos nosotros, es algo valioso, lindo y rico poder tener ésta posibilidad y compartir la riqueza de éste proceso para dentro y para fuera.” comenta Vanesa Maja, oriunda de Buenos Aires Argentina.

“Estamos haciendo una obra basada en una de las grandes novelas de la literatura española, comparada al Quijote, escrita por un gallego genial, que narra los últimos días de un dictador. Fue muy sorprendente para mí, darme cuenta que el público de acá entendiera mejor que el español; por tanto, es una maravilla que Valle Inclán pudiese crear algo así”, respondió Mauricio Mineti sobre el parentesco de la obra con la situación mexicana del siglo XX.

“Ahora un Tirano puede ser un demócrata elegido por el pueblo, no creo que haya cambiado demasiado en fondo, quizás si en la forma” respondió Carles Canut, catalán con más de 6 mil funciones en su haber, a la pregunta sobre la vigencia de figuras como Tirano en el mundo contemporáneo.

“La magia la pone el espectador. Yo soy un trabajador de este oficio. Uno afronta cada trabajo de manera diferente, porque el mundo que te propone el autor es siempre diferente, en un proceso artesanal, de estudio y de encarnación. Sobre la pregunta de cómo hacer varios personajes en una obra, yo me creo que estoy encarnando distintas obras”, comentó Pedro Casablanca, en el afán de explicar la complejidad de ejecutar distintos personajes en la misma puesta.

“Me quedo con unas palabras que me decía mi maestro de actuación: Ahora disfruten la experiencia de tener en la boca los textos de Valle Inclán y los oídos de sus espectadores”, comentó un sobrio pero muy sustancioso Emilio Echevarría.

“Hacer teatro es una gran fiesta. En el momento de la interpretación, al diablo el director, al diablo el productor, pero finalmente la fiesta es nuestra, entre ustedes y nosotros, y eso nadie nos lo quita”, mencionó Joaquín Cosío sobre lo que tiene por ofrecer la compañía para los espectadores.

En cada palabra y expresión de estos artistas, los espectadores pudimos anticipar lo que s epuede esperar: multiculturalidad, sabiduría escénica, y una gran propuesta literaria nos espera el próximo viernes y sábado en el Teatro del Bicentenario.