viernes. 19.04.2024
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Champions 2021: Semifinales, la vuelta

En tierras inglesas, los anfitriones impusieron condiciones
Champions 2021: Semifinales, la vuelta


En tierras inglesas, los anfitriones impusieron condiciones y refrendaron su ventaja con dos anotaciones más, sin permitir gol en contra. Equipos muy bien estructurados y con una definición clara en sus objetivos y formas de juego, consiguieron vencer a cuadros de renombre que se quedan en el camino: mientras que para los parisinos fue un retroceso en comparación con la edición anterior, a la que llegaron a la final, para los madrileños fue una mejoría aunque ya se sabe que la exigencia para ellos siempre es el título. La final confirma que la Liga Premier es la mejor del mundo y ya se verá si la Orejona se va a Londres o a Manchester, si bien seguro se queda en la Isla. También vuelve a poner en la mesa la correlación entre presupuesto y títulos: con sus millonarios dueños que gustan de invertir, ambos conjuntos se han convertido en protagonistas del certamen.

TRIUNFO DE LA CIUDADANÍA

El Paris Saint-Germain salió al campo cubierto de aguanieve en Londres asumiendo el compromiso de buscar la portería contraria, a sabiendas que necesitaba dos goles: así fue durante los diez primeros minutos, en los que incluso se marcó un penal que después corrigió el VAR. Como suele suceder, cuando la visita se veía con el suficiente control para seguir buscando la remontada, una descolgada del Manchester City generó el primer tanto del partido, a través de una certera definición de Mahrez tras aprovechar el rebote de una pelota disparada por De Bruyne. El conjunto francés seguía buscando dos y se sucedieron algunas llegadas de Di María y Marquinhos, mientras se acrecentaba la ausencia de Mbappé y la presencia de Dias, el defensa portugués que detenía los disparos utilizando buena variedad de partes de su cuerpo.

Para la segunda mitad, Pochettino mandó algunos cambios con el fin de darle mayor fuerza al ataque pero casi de inmediato el cuadro de Guardiola anotó el segundo y definitivo en una descolgada muy bien armada, de nueva cuenta coronada por Mahrez a poco más de veinticinco minutos para el final. Y se sabe que el cuadro francés no es precisamente muy templado cuando va perdiendo y las posibilidades se reducen: Di María se desesperó y salió expulsado por un pisotón fuera del campo. La eliminatoria, ahora sí, estaba definida y el tiempo restante solo fue para ver cómo se salvaba la portería de Navas. Primera final de Champions para los citadinos a lo largo de su historia, después de 13 años de multimillonaria gestión árabe: la paciencia del jeque rindió un nuevo fruto, todavía no el más preciado pero sí muy anhelado.

TRIUNFO AZUL

El Real Madrid no tenía prisa hasta que la tuvo, cuando ya era demasiado tarde. En partido donde los porteros evitaron que la pelota visitara la red con mayor frecuencia, el Chelsea mostró su compacto bloque que también funcionó como pista de lanzamiento: incluso cuando era rebasado, ahí estaba Mendy para salvaguardar su portería, dos fotográficas desviadas a lances de Benzemá y control de los disparos fuera del área, estrategia que siguieron los de blanco para intentar resquebrajar el muro azul. La primera parte, cerrada, mantenía en suspenso la eliminatoria, incluso con el gol de Werner cerca de la media hora de partido, aprovechando un rebote en el travesaño para solo empujar el esférico y poner en movimiento el marcador. Durante el resto del tiempo no cambió la dinámica exhibida al momento.

Para la segunda mitad, los Blues salieron más agresivos, como intentando sentenciar la eliminatoria pronto, acaso sabedores de que no puedes dejar viva a la bestia herida porque suele reponerse. Surgió entonces la figura de Courtois para mantener a los Merengues todavía a un gol de diferencia, aunque al frente se percibía una disminución de peligro, cada vez más evidente conforme pasaban los minutos. Finalmente, en otra descolgada comandada por el gran Kanté, los anfitriones anotaron el segundo y definitivo, gracias a buena jugada del ingresado Pulisic y al veloz desmarque de Mount. Los minutos restantes fueron de trámite solo para ver cómo el entrenador Tuchel disputará su segunda final consecutiva (tras dirigir al PSG) y el dueño Abramóvich celebra el regreso al juego decisivo como lo hiciera en el 2012, cuando le ganó al Bayern Munich en su casa.