miércoles. 24.04.2024
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José Calvario, estudioso de poblaciones vulnerables

Recientemente presentó el libro: Bríncale, no seas miedoso.

José Calvario, estudioso de poblaciones vulnerables

Hermosillo, Sonora. Antes de que José Eduardo Calvario Parra supiera que sería un investigador y estudioso de poblaciones vulnerables del norte del país, antes de que pensara siquiera en convertirse en docente, vivió condiciones de precariedad que superó con estudio y una creciente pasión por la historia.

Recuerda que su madre trabajaba como empleada doméstica y describe a su padre como un hombre trabajador que proveyó siempre el alimento y prolongó en múltiples ocasiones aquellas largas jornadas como albañil para, poco a poco, construir el hogar que ahora es de dos niveles.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el profesor investigador de El Colegio de Sonora (Colson) recuerda que cada mañana salía de aquella peque- ña casa de cartón ubicada en un barrio de Hermosillo, Sonora, en el que la violencia y el acceso a cualquier tipo de drogas eran cotidianos, pero de los que logró siempre mantenerse alejado.

Al arribar a la escuela primaria y consultar los libros de su clase de historia, abandonaba siempre su realidad para viajar a los tiempos de la Revolución Mexicana, o bien para descubrir cada detalle de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

De regreso a casa, volteaba hacia los aparadores de las librerías y leía cada título a la vista. Ya en secundaria y preparatoria ingresaba a las bibliotecas para cultivar su interés por los grandes acontecimientos del pasado.

“Hace 30 años era mucho más difícil acceder a información adicional. En primaria me quedaba con el contenido histórico que nos ofrecían en la escuela. Quería leer más. El interés era acerca de todo lo relacionado al pasado”, recordó. En ese tiempo, se percató de que tenía cierta sensibilidad respecto a la realidad social, en comparación con sus compañeros de secundaria o de preparatoria. “

 

También creo que se debe al contexto de precariedad en que viví”, expresó. Decidió entonces cursar una carrera universitaria y solicitó diversas becas que permitieran continuar sus estudios de licenciatura. Al concluir, hizo el servicio social impartiendo clases a niños de comunidades rurales, mediante el programa del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

“Eso le dio una especie de cierre a lo que era mi vocación de entender los problemas sociales, el contexto, las condiciones de precariedad”. Su idea original, recordó, era estudiar periodismo; sin embargo, le resultaba bastante costoso.

Finalmente cursó la licenciatura en sociología en la Universidad de Sonora (Unison), la maestría en El Colegio de Sonora y el doctorado en El Colegio de México (Colmex). “Al comprender y analizar el entorno y la realidad social, de alguna manera busqué contribuir a la solución de ciertas problemáticas sociales.

Ahora me explico mi interés en los grupos vulnerables y es debido a que vengo de un contexto de alta precariedad”. Sus investigaciones Su objeto de estudio han sido los grupos vulnerables. Desde la universidad se interesó por la condición de grupos como los pepenadores de basura, y en maestría y doctorado centró sus esfuerzos en el estudio de los jornaleros agrícolas.

Recientemente presentó el libro Bríncale, no seas miedoso. Masculinidad y peligro en jornaleros agrícolas de Sonora, en el que explica la percepción del peligro entre hombres y mujeres que se dedican a esa actividad.

Indicó que aborda la diferenciación de desigualdad social para el desarrollo de prácticas de cuidado frente a peligros medioambientales o peligros de eventos sociales, como la violencia.

“También abordo esta idea que se tiene en el colectivo social acerca de que los hombres son los más valientes, los más arrojados a situaciones de peligro”.

Añadió que su investigación documenta que también hay mujeres que, bajo ciertas condiciones, se arrojan en un sentido de valentía. “

Lo que pasa es que el resorte o motivación, tanto de hombres como mujeres, o la ordenación social de género, hace que sea cualitativamente distinto.

Tenemos un panorama de precariedad laboral en los jornaleros, de inestabilidad en el mercado de trabajo, de contexto de violencia y de contexto climático-medioambiental adverso; entonces nos da una combinación dura y una actuación explosiva”.

Su reciente libro señala que la valentía en los trabajadores de los campos agrícolas que estudió no es exclusiva de los varones. “Sí hay una cierta normativa que influye en la socialización de los niños y las niñas en cuanto a lo que se espera, de que un niño aguante más que una niña, o que inculcamos una cierta normativa enfatizada sobre la valentía y para demostrar lo que es ser hombre, a diferencia de las mujeres. Sí se da un proceso de ese tipo, pero no significa que sea unilateral, unilineal, unidimensional, sino que en esa etapa de su vida los hombres pueden optar por ser más cuidadosos y responsables”.

En Bríncale, no seas miedoso. Masculinidad y peligro en jornaleros agrícolas de Sonora, José Eduardo Calvario Parra busca demostrar las contradicciones que, a veces, no resultan tan homogéneas.

“No podemos decir que son muy transparentes y coherentes las prácticas que se hacen, tienen que ver con el género, la ordenación de la edad, la etapa de vida, contextos microsociales, con la carrera cultural, vinculado con el contexto social. Por eso encontramos que un varón puede ser cuidadoso para ciertas circunstancias, pero para otras no. Puede, por ejemplo, ser cuidadoso para guardar sus herramientas de trabajo y para no dañar al compañero en el surco durante el corte de la uva, pero en el escenario comunitario puede tener prácticas de no andar con protección solar, o de ciertas prácticas violentas hacia otros varones”