miércoles. 24.04.2024
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CRÓNICA

Periodistas leoneses desairan la protesta por crímenes contra su gremio

Pese al gran número de medios de comunicación en la tercera ciudad más poblada del país, los informadores desdeñaron la convocatoria.
Un 25 de enero en León. Foto, Francisco Javier Mares
Un 25 de enero en León. Foto, Francisco Javier Mares
Periodistas leoneses desairan la protesta por crímenes contra su gremio

Una foto prefabricada rubricó la participación del periodismo de León, en la movilización nacional de protesta por la violencia contra los informadores...

El mercado de la información en León es amplio. Circulan los periódicos 'am', 'El Sol de León', 'El Heraldo de León', 'Correo', 'Milenio' y 'Al Día', las 'Noticias Vespertinas', filial de El Sol, y un par de impresos de distribución gratuita en los cruceros. Las señales de televisión de Azteca y Televisa Bajío, Multimedios, Milenio y de la cablera 'Megacable', disponen de espacios informativos de índole general, deportivos, de nota roja, espectáculos y de variedades. En el espectro radiofónico, 'La Poderosa', MVS, la 'elegé', 'Audiorama'... hacen lo propio. Portales digitales a granel, como iniciativas particulares de reporteros, nuevos emprendedores, patrocinados por líderes de cámaras empresariales o extensiones de plataformas originadas en la Ciudad de México. Incluso esfuerzos reconocibles de comunicación dirigida, en la zona piel. No fueron. Ni los informadores y, menos, el resto de los trabajadores de los medios.

A las seis de la tarde, al pie del Arco de la Calzada de los Héroes, flanqueado por dos cervecerías: la 'dieciocho', que pierde momentáneamente algunos de sus parroquianos, frente a 'la novedad' de la 'Cervecería Chapultepec', relevo de otro antro desaparecido en la pandemia, comienzan a llegar, de a poquito, algunos informadores.

-¿Y tú, vienes a protestar o vienes a 'cubrir'?, me pregunta 'a quemarropa', sonriente, 'el toro'.

-A cubrir... -respondo en un microdiálogo que, entre broma y veras, permea la tarde.

'Ómicron', como el amanecer 'delta', alejó a los paseantes, así que nadie repara en quienes cámaras e iphones en mano hacen bolita. Ninguno tiene claro si hay un programa o quiénes llevan la voz cantante. Marcha, no, precisan los más letrados. Cuando son unos quince, tres muchachos que nadie identifica como reporteros despliegan una manta en invertido de blanco y negro, sobre el adoquín: '¡¡¡Ni Silencio, Ni Olvido!!!' La ponen de pie y posan. Otros dos alzan sendas pancartas: 'No nos callarán' y 'No + Violencia'.

Están ahí para sumarse a la movilización nacional de protesta por la violencia del crimen organizado contra los informadores, en general; por los asesinatos a tres periodistas, Lourdes Maldonado, José Luis Gamboa y Margarito Martínez -en la memoria reciente de Guanajuato, el asesinato al reportero salmantino Israel Vázquez-, en las tres primeras semanas de enero, en particular, y contra la reacción primera del presidente Andrés Manuel López Obrador, de rechazar 'en automático' la liga entre ambas circunstancias.

En las redes sociales León alzó la mano, aunque parece que nada más ahí.

De la mano de la rutina de trabajo de los reporteros, un semicírculo asegura la imagen. Como nadie habla, nos miramos las caras.

En su mejor momento, ahí coinciden unas cincuenta personas, en su mayoría reporteros gráficos, algunos escribidores y no más de cinco curiosos -desde sus vehículos, tanto como dura el rojo del semáforo-. Agregue al policía de la tercera edad, muy platicador, que a cada rato pregunta, aquí y allá: '¿Qué más van a hacer?'. Hay tres, con chalecos de la procu panista de los Derechos Humanos de Guanajuato; por supuesto, los activistas defensores de periodistas, que coptan el encuentro; tres de Protección civil; unas cuantas 'orejas' del gobierno del estado; merodea un par de gendarmes municipales y pare de contar.

Como algo hay qué hacer, de paso por ahí a una 'vídeocharla' nocturna, Leopoldo Maldonado, director en México de Artículo 19, organización de defensa de los Derechos Humanos, la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información, hace declaraciones:

- “Los principales depredadores de la prensa en México no necesariamente son los grupos criminales, sino que son los propios funcionarios públicos, y por eso se genera una enorme desconfianza para acudir ante las autoridades locales a solicitar protección, y a solicitar seguridad y a solicitar justicia...” -la entrevista 'banquetera' que salva la nota, porque a la redacción hay que regresar con algo qué escribir.

Melissa Espinosa, reportera, lee en corto a sus compañeros...

- “Vemos con rabia e indignación que los crímenes contra periodistas siguen en la impunidad, matar a un periodista en México es como matar a nadie...'

Y es todo. Media hora después del primer saludo cordial entre compañeros, aquello ha terminado.

En los postres, algunos que recién se incorporan atinan a inmortalizar el momento, parapetados tras el '¡¡¡Ni Silencio, Ni Olvido!!!', al fondo, en lo alto, el león indiferente. Ahí está ya.

El muy predecible: 'Si sales en la foto, sales del contrato', como acá suele ocurrir, ganó la partida. Otra vez.