Así tituló Jean-Paul Sartre a su trilogía novelística. Y ciertamente, el existencialismo es un sufrido camino en pos de la libertad humana. Las grandes polémicas entre Sartre y Camus giran en torno a este concepto, a este espacio irrenunciable de la vida. Los senderos son costosos y muchos de las veces truculentos, pero se tienen que transitar, de otra manera se niega a la especie. Y las realidades históricas influyeron para que los existencialistas se involucraran o tomaran distancia de la práctica política e ideológica. Para Sartre y Camus lo mismo Argelia que la URSS, lo mismo el colonialismo que los campos de Siberia fueron materia de discusión sobre la posibilidad o no de negociar la libertad.

En esta entrega Benjamín Morquecho nos da un amplio panorama de los antecedentes e ingredientes del existencialismo sartreano, marcando sus etapas y sus limitaciones, lo mismo en la filosofía que en la literatura, mientras que Rodrigo Díaz Flores se acerca a Albert Camus en algunas de sus obras, teniendo siempre presente la validez o no de vivir la vida.

Mijail Lamas nos habla en su poesía de la historia, leyenda, mito, de la ida y el regreso y de sus múltiples espejismos, uno de ellos en la efigie paterna. y Alma Rosa Fernández Aguirre contempla el ir y venir de los hombres sobre la naturaleza, las nuevas construcciones que hablarían de varias muertes humanas y una sola de la tierra.

La urraca ladrona hace de las suyas y nos comparte “Cincuentenario del subdesarrollo” de Efraín Huerta para los lectores de Memorias del subdesarrollo. 

Jesús Madrigal Melchor avanza en su aportación sobre computadoras cuánticas y Mónica Muñoz Muñoz nos habla de la historia del libro.

Luis Alberto Arellano comenta el libro ganador del Premio Nacional de Aguascalientes, 2013, Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar, pero debes saber que ya no hay río ni llanto de Jorge Humberto Chávez.

Y en Viborero podrá aquilatar la distancia entre la responsabilidad de saber lo que hay que leer y leerlo.