EL OCCIPITAL DE EINSTEIN (CIENCIA)
Agua Potable vía energía solar
Jesús Madrigal Melchor
En esta ocasión hablaremos de una investigación que realiza un equipo de investigadores de MIT (Massachusetts Institute of Technology) dirigido por Steven Dubowsky, que está probando un sistema que purifica agua con la ayuda del sol. En Tachas número 13 hablamos de la posibilidad de reciclar el agua, así como de problemas de la misma en Zacatecas, por lo que consideramos que esta investigación es de suma importancia. El sistema está instalado en una villa en las profundidades de la selva en la península de Yucatán.
El sistema es relativamente económico. Consta de varios paneles fotovoltaicos modestos, un tanque grande para almacenar el agua purificada, y un cobertizo del tamaño de una cabina telefónica que alberga el corazón del sistema: bombas, filtros y membranas, y equipos que permiten que el sistema funcione.
Los paneles solares, programados para maximizar la captura de la luz solar, suministran la energía al sistema de bombas para bombear el agua salada a través de las membranas semiporosas — proceso conocido como osmosis inversa. Las membranas filtran el agua limpia y potable hacia un gran tanque, dejando atrás las sales y minerales pesados. Aun en días nublados, la energía solar puede producir alrededor de 1000 litros de agua potable, suficiente para ser suministrada a una villa de 450 habitantes.
El equipo de investigación, dirigido por Steven Dubowsky, un profesor de ingeniería mecánica, aeronáutica y astronáutica, ha operado el sistema durante los últimos cuatro meses —un campo de prueba que, si funciona, puede ser replicado en otras partes del mundo donde tener agua potable fresca es costoso y difícil. El trabajo está patrocinado por la fundación Kellogg y el Fondo para la Paz, una organización mexicana.
“Puede haber 25 millones de indígenas en México, por lo que el problema del agua potable, no es un problema pequeño”, dice Dubowsky, “por lo que el potencial del sistema implementado es bastante grande”.
Al igual que en muchos pequeños pueblos en la península de Yucatán, la comunidad que aloja al equipo del MIT tiene acceso limitado e intermitente al agua. Dos veces por semana, las autoridades locales entregan el agua salabre de los pozos de agua subterránea que están muy distantes. Esta agua no es potable, sino que los pobladores la utilizan para limpiar los pisos o lavar la ropa. Los residentes también pueden usar el agua de lluvia, recogida y almacenada en grandes cisternas o lagunas, aunque primero tienen que hervirla para evitar la contaminación bacteriana.
Algo importante del sistema es que produce una botella de agua de 20 litros por un peso, mientras que el que deben de realizar por el agua potable que les llega a la villa es de mínimo 20 pesos por botella, por lo que el sistema es mus costeable. El equipo del MIT está capacitando a los habitantes de la Villa para que puedan dar mantenimiento al sistema ellos mismo y ser independientes en la producción del vital líquido.
El grupo de investigación del MIT considera que en un futuro no muy lejano podrán llegar a comunidades más grandes y proveerlos de agua potable con su sistema desarrollado, aunque habría que adaptarlo a la escala adecuada dependiendo del tamaño de la población en la comunidad correspondiente.