El buitre
Diana Alejandra Aboytes Martínez
La situación me picoteaba los pies. Ya había desgarrado mi libertad y ahora hacía pedazos mi autoestima. Él, siempre llega me subyuga y luego prosigue su obra.
Un caminante pasó, me miró un momento y me preguntó por qué toleraba mis cadenas.
Estoy indefensa -le dije- lo acepté en mi vida y comenzó a maltratarme, cuando quise salir… era tarde. Preferí sacrificarlo todo, ahora estoy hecha pedazos.
No se deje atormentar -dijo el señor-, un tiro y se acabó.
¿Le parece? -Pregunté- ¿Quiere encargarse del asunto?
Encantado –dijo el señor-, no tengo más que ir a casa a buscar el arma ¿Puede usted esperar unas horas?
No sé –le respondí-, y por un instante me quedé pensando, después añadí –por favor, pruebe de todos modos.
Bueno –dijo el señor- me apresuraré.
Él, había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado vagar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo. Al verme expuesta, el terror me acorraló, la sangre se agolpó en mi cabeza y perdí la noción.
[1] Adaptación de la obra El buitre de Franz Kafka.