jueves. 18.04.2024
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CINE COLISEO

Ensayo del crimen

Gerardo Mares

Ensayo del crimen

Sin duda alguna, el cine de mafiosos ya no es lo que fue. Prácticamente desaparecida esa especie de glorificación que ejercía como fuente de atracción para el espectador, la reciente producción fílmica norteamericana se decantó por el camino trazado desde Goodfellas (Buenos Muchachos 1990. Martin Scorsese), donde lo importante es evidenciar la vulgaridad y la violencia descarnada de los wiseguys desde una óptica cercana, casi palpable, abandonando la estilización y cualquier señal de ensalzamiento, como ya habían ensayado los productores de The Drop en su decepcionante y kilométrica Río Místico (2003) de Clint Eastwood.

En La Entrega, lo que presenciamos es el acontecer de un par de perdedores sometidos a los caprichos de la mafia chechena, guardianes de las sobras de negocios ilícitos más bien ordinarios. Marv y Bob son el enlace dentro de un bar que sirve de fachada para el lavado de dinero y apuestas clandestinas.

Marv, otrora dueño del antro, vive amargado por el despojo de su negocio, así que ingenia un plan para robar el dinero del día del Super Tazón, la única miel para atraer a las abejas a un tarro por lo general vacío. Mala decisión.

Ubicada en un Brooklyn vetusto y mugroso, la película se sostiene en gran parte por la soberbia actuación de James Gandonfini, lejos de los manierismos de la serie Los Soprano y otro tanto de su estelar Tom Hardy, acucioso en su contenida interpretación, además del sorprendente histrión europeo Matthias Schoenaerts, en un registro convincentemente odioso. Este trío será generador de un conflicto de sangrientas consecuencias.

Probablemente la idea más atractiva en The Drop, en analogía con el submundo que retrata la eficaz introducción, esté en la de que todos ocultan su verdadera naturaleza a propósito, y que bien sirve para protegerse de la violencia de quienes tienen sometido a un suburbio olvidado de la mano de Dios. Así, la lacónica actitud de John Saginowski, que parece sugerir una inteligencia limítrofe, en realidad es un estado de ánimo que contiene a duras penas una furia a punto de estallar. En este contexto, varios ocultarán la cara,y el nefasto Eric Deeds fanfarroneará con mentiras para estafar a los incautos que caen en sus manos.

En un ambiente deprimente, no es raro que hasta la investigación policiaca se lleve a cabo con evidente fastidio y aires fantoches, sin muchas ganas de entrarle al toro por los cuernos y sólo por joder al amparo de una placa. Sin duda, entre los otros aciertos de la película se encuentra la destacada ambientación de un clima gélido y húmedo hasta la madre, donde no hay posibilidades para los sentimentalismos, o el diseño de arte que sorprende por su sobriedad.

Realizada con distancia y cierta elegancia, fruto de la sensibilidad europea del realizador, esta mesura abona para que el callejón sin salida de Saginovski quede de manifiesto al final de la cinta, de una ironía desconcertante para el espectador que no está acostumbrado a dosis significativas de inteligencia en películas de corte criminal. De ahí su escasa repercusión en mi ciudad.

The Drop (La Entrega)/ D: Michaël R. Roskam/ G: Dennis Lehane basado en su cuento Animal Rescue/ F en C: Nicolas Karakatsanis/ E: Christopher Tellefsen/ M: Marco Beltrami y Raf Keunen/ Con: Tom Hardy, Noomi Rapace, James Gandolfini, Matthias Schoenaerts, John Ortiz y Patricia Squire/ P: Chernin Entertainment, Fox Searchligth Pictures. EUA. 2014.