Es lo Cotidiano

Sólo un pretexto

Sólo un pretexto

Para leer a veces sólo necesitamos un pretexto. Cualquiera es bueno. Hoy encontramos uno que nos llenó el ojo como para compartirlo a los cuatro vientos, tiene un nombre y suele caminar por las calles de Guadalajara y zonas conurbadas: Ángel Ortuño. Más que mostrar su obra, algo llamativo para este Tachas 136 son las diversas opiniones concitadas por su obra, y aquí reunimos algunas de ellas, expresadas en los más diversos formatos.

También nos pareció importante localizar algunas vertientes que nutren el trabajo de nuestro tema-personaje-pretexto: el Estridentismo mexicano de principios del siglo XX y el Nadaísmo colombiano, entre otros.

Así pues, demos una vuelta por el universo de ese elíxir de aceite de víbora que Ángel Ortuño vende de pueblo en pueblo.

Empezamos con un poema de Manuel Maples Arce, con la advertencia de al terminar de leerlo deberemos gritar: ¡Que viva el mole de guajolote!

Para que el acercamiento sea profundo debemos encontrar nuestro Payaso Interior, ayudados por el filósofo colombiano Fernando González y una muestra de sus aforismos.

El poeta Gonzalo Arango nos enseña a hablar perfectamente de nada. Eso sí, sacándole la vuelta al idioma politiqués.

También observamos cómo X-504 hace delicias de la perorata. La línea directa al poeta que queremos conocer en boca de otros.

Luis Vicente de Aguinaga reseña el primer libro publicado por Ángel Ortuño: Bodas Químicas.

Daniel Bencomo disecciona los poemas del poemario Perlesía.

Manolo Marcos, con sus Tácticas de Payaso, le dedica un poema o un incendio; identifique usted.  

Carlos Vicente Castro hace lo propio en un panegírico al gusto de Ángel por el Heavy Metal.

Romina Cazón nos regala un poema visual dedicado. El envoltorio es un GIF que brinca como el poeta de marras.

Para terminar este primer pretexto, nada mejor que una crónica de Antonio León conduciendo a Ángel por aquellas tierras fronterizas. Sólo si usted está muerto no la disfrutará.

Pero no nos quedamos allí. Tenemos un tercio de críticas: Raúl Bravo Ferrer revisa el más reciente libro de Jorge Olmos, Duelos de Costumbre; a Giselle Ruiz le da por revisar su entorno y nos lo comparte, y C.D. Rose (en una traducción de José Luis Justes Amador) abre la puerta de un inquietante Diccionario biográfico del fracaso literario.

Como platillo final, Fernando Cuevas Garza entrega el Goce Cotidiano vivido con los álbumes del 2015, pero primero las damas.

Banqueteemos, con y sin pretexto.

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