Entre que me quiere y buenas noches
Encuentra aquí Tachas 140
Quién lo diría: Llegados a Tachas 140 en fechas que pudieran rebosar pétalos y fumar incienso, veremos si al final se logra caminarle al tema ‘por la orillita’ y no mojarnos (bueno, no tanto) en la dulzura del momento.
Mire usted. Para empezar, Judith Satán Satín inicia la entrega proponiendo algo tan comprometedor como /---Hac[Ser] poesía entre la costura/, y completando el sólido binomio de poesía para hoy, Xel-Ha López Méndez aventura una explicación sobre por qué Todas las manifestaciones son inútiles, Elvis.
Luego llega el aliento narrativo de Alí Rendón, en un relato sobre Los precipistas enamorados.
Asomando a otro precipicio, el de un tan temido tema, Doctor Ralf incurre en sus Anotaciones para grabar un mix-tape para conquistar a una chica (o para manejar), por cierto, una vez concluidas las arduas negociaciones con su agencia www.latrampadelbulevar.com para reproducirlo aquí.
Metido el plumaje en el pantano de los amorosos asuntos, Bernardo Monroy entrega un artículo sobre el dickensiano personaje de la Señorita Havisham de, ay, tan infortunado destino en el amor.
Dante Alejandro Velazquez inaugura La desgracia ajena, una serie de viñetas del día, la calle y la vida, hoy hablando de Baldes.
Giselle Ruiz continúa navegando en el riesgo de sus cavilaciones acerca de dormir sola, concluyendo por esta ocasión en que Tengo problemas con el mundo.
C. D. Rose, traducida por José Luis Justes Amador, continúa desgranando su Diccionario Biográfico del Fracaso Literario, ahora sobre el ilustre Thomas Bodham.
En el cierre de la entrega, la Guía de lectura del siempre puntual Jaime Panqueva propone leer Un millón de gusanos, de Rogelio Flores.
Amistemos; ya qué.