DISFRUTES COTIDIANOS
El juego perpetuo de una exposición sobre fut
Fernando Cuevas
El Instituto Goethe es un promotor cultural incansable, y para muestra ahí está la exposición curada por Alfons Hug Fútbol: el juego sólo acaba cuando termina, que ha recorrido varios países durante 2014, con un énfasis en la presentación de diversos videos y fotografías enfocadas a mostrar las varias caras de este fenómeno social y cultural. Al respecto, el curador plantea que "más que cualquier otro deporte, y mucho más que otro tipo de fenómeno social, el fútbol se presta a ser transformado en arte, debido a su estructura narrativa, su lenguaje rico en imágenes y su riqueza alegórica" (http://www.mac.uchile.cl/exposiciones/2014/futbol.html).
La fotógrafa alemana Lela Ahmadzai propone en las imágenes de su muestra Selección femenina de Afganistán (2011), un acercamiento a estas jóvenes mientras practican en un campo militar, con todo el peligro que para las jugadoras implica desarrollar este deporte en un país con un régimen que atenta contra los derechos humanos de las mujeres en particular: el efecto que produce es de fuerte contraste, dadas las posibles analogías y las contradicciones implícitas en estas escenas.
El temor del arquero de tercera regional (2006), dirigido por Sebastián Gordín con cámara fija, muestra jugadas representadas por una palabra cual breves episodios, en las que participa el guardameta con defensa de papel.
Otros contrastes se advierten cómo el venezolano Muu Blanco redimensiona algunas agresiones relacionadas con el juego en la cancha y las tribunas, a través de la vívida alteración de imágenes en el video Violencia abstracta (2013), de colorido alcance fantasmal.
El grupo de tango contemporáneo Bajofondo propone el video Centrojá (2013), combinando su pieza musical con una narración futbolera, al tiempo que el chileno Gianfranco Foschino presenta The Kids & The Axe (2012), en el que se expone la necesidad de cortar leña en lugar de jugar por parte de unos niños.
El defeño Jorge Satorre comparte 290 dibujos insertos en Ergo Sum (2006), entre cuaderno infantil y de señalamientos de medio tiempo para recomponer la partida. El boliviano Álvaro Olmos, responsable de Fiesta (2013), se aleja de los grandes escenarios mediáticos para rescatar cierta esencia del juego que todavía persiste en el amateurismo, con todo y armónico acompañamiento. El peruano Fernando Gutiérrez presenta su performance de espectáculo callejero Sin título (2013). Un campo invadido por la niebla es el que presenta Marina Camargo en su video Together (2012), entre brumas que obligan a centrar la atención.
Si el gol es motivo del mayor festejo posible en cualquier deporte, Pablo Lobato lo propone en sus fotografías agrupadas bajo el nombre Um a zero, como el destructor de la estética geometría de las redes y como obstáculo para la continuidad de un partido: una especie de sinsabor por haber alcanzado el objetivo, cuando la emoción está en el proceso de lograrlo.
Michael Subotzky se introdujo en una prisión de máxima seguridad para capturar justo el momento en el que rueda la pelota, y el todoterreno Santiago Tavella comparte CentenÁureo (2013), un video sobre el mítico estadio uruguayo.
Dias & Riedweg presentan el video Peladas, Noturnas (2013), realizado con el todo el sabor del caso en alguna favela de Río de Janeiro, donde el fútbol se manifiesta entre pequeñas canchas terregosas y enrejadas, mientras que Gabriel Orge, con su serie fotográfica La costura invisible (2013), captura con sensibilidad el proceso de cosido a mano de los balones que llevan a cabo unas mujeres afuera de sus casas, ubicadas en algún barrio popular semiurbano. Desde Sudáfrica, Zwelethu Mthethwa & Matthew Hindley contribuyen con Dying Minutes (2011), video con cámara subjetiva desde la perspectiva del balón.
Panos Kokkinians incluye una fotografía titulada The Goalkeeper, tomada desde un lugar esquinado de la tribuna en la que se ve a un solitario portero atrapado entre un juego de líneas, tanto del campo como de la pista de tartán que rodea el campo, mismo que en 603 Football Field, video de Zhang Qing, se apodera de cerrados espacios en interiores: como si se tratara de una habitación con altísima densidad poblacional, observamos un amontonamiento de personas disputando el balón en condiciones claustrofóbicas, enfatizadas por una lente cóncava.
Unos simbólicos zapatos futboleros cuelgan en una reja de alambre con un fondo nublado que anuncia tormenta; una cerca que quizá rodee unos campos polvorientos donde el fútbol es cotidianamente celebrado, como se refleja en Bola e tempo (2103), conjunto de fotos proyectadas realizadas por Michael Wesely en diversos espacios propicios para el festejo. Paula Delgado revisita el endiosamiento con Sálvanos (2012/2013), fotografía digital sonora en la que se puede observar a un místico Edinson Cavani –el jugador uruguayo que milita en el París St. Germain- posado sobre la nubes con túnica azulosa y manos bendecidoras.
También se presentan un par de instalaciones sonoras: El juego insondable (2013) que busca atraparnos en la intensa espiral experimentada al interior de las porras que se presentan en varios estadios de Brasil y Uruguay, cortesía del austriaco Lukas Ligesti. Otra fuente de emoción y reinvención son las narraciones de los partidos: Anaclara Talento propone en Elegí tu propia aventura (2013) una crónica falsa del clásico cronista uruguayo de los años cincuenta Carlos Solé, retomando extractos de sus comentarios y editándolos, como para confirmar que el fútbol es más imaginación que otra cosa, recreándose miles de veces en las mentes de los aficionados.