viernes. 19.04.2024
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La historia del Northern Soul [I/II]

Javier Morales i García

La historia del Northern Soul [I/II]

Imagina esto si puedes: seis jóvenes con pantalones tan anchos que parecen doblarse como el timón de un barco, están bailando un soso instrumental con todo tipo de acrobacias que hacen que un breakdancer sea carne de geriátrico. ¿Dónde estamos? ¿En el famoso Wigan Casino? Pues no. Esto es el programa de la BBC Top of The Pops, y los chicos en cuestión están bailando la última entrada en las listas de éxitos británicas, Footsee, de los Wigan's Chosen Few. ¿Así que esto es el Northern Soul? No exactamente.

Debe haber muchos coleccionistas cuya idea de la escena Northern ha sido formada viendo videoclips como éste, pero la realidad es muy distinta. Las raíces del Northern Soul se remontan a 1963, cuando clubs como el Flamingo, el Blue Note, el Ambassador y el Twisted Wheel se hicieron con una clientela de mods y emigrantes jamaicanos, y donde se podía escuchar auténtico R&B a la orden del día.

Bandas como The Who adoptaron la moda mod por 1964/1965, aunque su música poco tenía que ver con lo que escuchaban los mods (Atlantic, Stax y Motown, principalmente.) Cuando la escena mod se fue perdiendo, transformándose hacia el flower power y la psicodelia, hubo gente que siguió fiel al soul, ahora más fuerte que nunca. Fanáticos que seguían escuchando su música favorita, desde Detroit a Memphis, pasando por las costas este y oeste.

Lentamente, pero con firmeza, aparecieron un gran número de clubs a un nivel underground, en el norte de Inglaterra. La escena de los clubs, a finales de los 60, estuvo dominada por el Twisted Wheel Club en Manchester, uno de los primeros lugares del país que organizaba veladas que duraban toda la noche (luego conocidas como allnighters o nighters.) La música era principalmente soul americano, de ritmo rápido. Aunque en un principio los discos eran ediciones inglesas de clásicos americanos, eran difíciles de conseguir debido a la falta de promoción de las discográficas, centradas en sonidos más experimentales, así que se convirtieron pronto en objetivo de los coleccionistas.

Algunos de los temas más populares de la etapa del Twisted Wheel eran “The Entertainer” de Tony Clarke (Pye), “Dr. Love” de Bobby Sheen (Capitol), “Mr. Bang Bang Man” de Little Hank (London), “Soul Time” de Shirley Ellis (CBS), “The Boogaloo Party” de The Flamingos (Philips), “Ain't No Soul (Left in These Shoes)” de Major Lance (toda una rareza en la época en Inglaterra para la Columbia), “Just a Little Misunderstanding” de The Contours (Tamla Motown), “That's Enough” de Roscoe Shelton (Pye) y el fantástico y rapidísimo “C'mon and Swim” de Bobby Freeman (Pye.)

Fue hacia el final de la época del Twisted Wheel cuando el famoso periodista de soul y co-fundador del sello Soul City, Dave Godin, acuñó el término Northern Soul, para diferenciar los sonidos con influencia de Motown, que se escuchaban en el Norte, de los sonidos funkies, más populares en el Sur. Cuando el Wheel cerró sus puertas en 1970, debido a la presión policial (el uso de anfetaminas y speed no tenía secretos para los fanáticos de las allnighters, pero llevó al cierre a cientos de clubs por las autoridades) prácticamente toda la ciudad al norte de Watford tenía ya su propio Soul Club. En Bolton estaba el Va-Vas, en Wolverhampton el Catacombs, en Crewe el Up The Junction, pero fue el Golden Torch de Tunstall, en Stoke-On-Trent, el que tomó el relevo del Wheel Club.

El surtido de material bailable, editado en Inglaterra, al estilo de la Atlantic o de la Motown, se acabó pronto. Los DJ's empezaron a fijar su atención en los lugares de origen de estos discos: Estados Unidos. El tema era encontrar esos singles raros con ritmo bailable, muchos de los cuales no habían tenido distribución fuera de sus ciudades de origen. Las importaciones empezaron a funcionar y las pistas de baile se llenaron con nuevos sonidos como “Six by Six” de Earl Van Dyke (Soul), “Baby Reconsider” de Leon Haywood (Eat Fish), “Nothing Worse Than Being Alone” de The Adlibs (Share), “You're Gonna Make Me Love You” de Sandi Nelson (Okeh) y “Quick Changing Artist” de The Soul Twins (Karen.)

Los discos comenzaron a cambiar de dueños, con precios superiores a 10 libras (una cifra astronómica para la época) y nació toda una nueva escena de coleccionistas. De hecho, muchos singles raros habían sido traídos en barco durante los años 60 a puertos ingleses como Liverpool. El problema era ahora encontrarlos.

Si los gustos musicales no habían cambiado, con respecto a la década anterior, las modas sí lo hicieron. Durante los 60, la moda seguía los cañones del movimiento mod, y a finales de la década sería el look suedehead el que iba a tomar más relevancia en la escena Northern. Para 1973, la moda suedehead, versión elegante del look skinhead, fue reemplazado por una nueva moda de la cultura juvenil británica. Ahora, se llevaban camisas de bolera americanas, sudaderas de baloncesto con parches de las allnighters y pantalones anchísimos, de cintura alta y llenos de botones y bolsillos, conocidos popularmente como los baggy trousers o simplemente baggies. La anchura de los pantalones crecía cada mes, empezando por 35 centímetros y terminando por monstruosos de ¡112 centimetros! a finales de 1978.

1973 también vio la clausura del Torch (una vez más por drogas) y en eeptiembre de ese mismo año, se abrió el mayor Soul Club de todos los tiempos: el Wigan Casino. El Casino estaba perfectamente organizado y tenía casi de todo: una enorme pista de baile rodeada de asientos, una balaustrada que iba a lo largo de tres paredes desde donde se podía comprobar la brillantez de los bailarines en la pista; también tenía varios bares de comida y bebida, y un bar con música que estaba siempre tan lleno que costaba diez minutos llegar de una parte a otra del local. Además, contaba con una sala, llamada Mr. M's, donde sólo se pinchaban 100% oldies.

CONTINUARÁ…


 

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Javier Morales i García (Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse en ecos-de-sociedad.blogspot.com.es. Es obseso de la música y el cine.

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