Es lo Cotidiano

I saw the ocean meet the man

Andrés Baldíos

I saw the ocean meet the man

El primer hombre caminaba agotado en busca de algo que le pudiese servir para saciar una angustia que le acosaba a retortijones el estómago, la garganta y los sentidos.

Al ser el primero de los seres humanos sobre la tierra, sólo poseía el magnífico don del habla sencilla y desconocida y la habilidad de distinguir la noche del día. Nada más.

Mareado y debilitado en el cálido centro de mil bosques, se topó con un cayo perdido entre tallos mugrientos. Se postró bocabajo en el cayo y contempló con extrañeza la figura de otro hombre recostado bocarriba en un suelo azul de nubes y aves. Era idéntico a él, pero no lo sabía.

Ninguno de los hombres corrió despavorido. Al contrario de sus soledades, deseaban conocerse. Pero el hombre bocarriba se desintegró en líneas danzantes al momento en que el hombre bocabajo lo tocó, pero se reconstruyó luego de unos momentos. El hombre bocabajo no podía creer tal poder.

¿Eres quién?, preguntó. El hombre bocarriba declamó la misma pregunta al mismo tiempo, pero sin articular ruido alguno.

Luego de horas contemplándose, el viento intervino en el interrogatorio del hombre bocabajo. El hombre bocarriba volvió a desintegrarse.

Luego de días de hipnotismo, cara a cara con su descubrimiento, el hombre bocabajo se sintió de repente como la entidad de mayor poderío en su mundo ya recorrido. Finalmente atinó que aquello era su reflejo, que podría crear sus propias réplicas en cualquiera de las cosas que llegara a conocer.

Me has gustado tanto, le decía el hombre a su descubrimiento, que te voy a tomar, a sentir y a usar. Me voy a saciar de todo cuanto brindes.

Ése fue el comienzo de una terrible persecución: el hombre privaría al agua de su clarividencia y la maltrataría como el infernal padrastro que sería a través de los siglos.

Desde entonces el agua se mueve.

***

Andrés Baldíos es escritor. Los primeros peldaños son peligrosos, su hasta ahora primer libro de cuentos, fue editado en 2012 por San Roque.

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