miércoles. 25.06.2025
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Regreso

Miguel Donoso Pareja
 

A mi Madre

 

 

Estamos hoy muy cerca y sinembargo lejos.
En mis grises designios de amargas latitudes
fui dejando tus besos sepultados de olvido.
Y me he quedado solo,
mirando la verticalidad pretérita
de un poste desplomado,
o la horizontalidad en crisis de los senos
de una moza olvidada.
Y como dos extraños,
sin besos y palabras hermosas,
separando un abismo nuestro amor verdadero,
vov alargándome hacia ti
por el cordón umbilical de una mirada perdida,
como este puerto mío que se alarga en su ansiedad de océano
vengo a rogar tu amor y a dejar mi promesa
por un mejor mañana.
Tengo la sal de mi naufragio, tengo
una piedra en el alma y en los ojos
una ansiedad preñada de caminos,
una implacable sed; en las entrañas
v sobre el corazón y en el cerebro
tengo el azúcar de la tierra porque tú me la has dado.
Hay tantas cosas.
Tantas verdades que se escapan a los ojos
porque un beso nos amarra, en la distancia, la mirada.
Tantas verdades que se niegan,
porque hay un mar que llora abrazado del alma,
… y un doler
y una borrachera en la que vivo un mundo inaccesible,
inalcanzable,
como la ingenua sonrisa de una niña loca.
Madre hoy vengo a ti angustiado.
Con la angustia de un libro maltratado por un torpe
o un hombre esperando en una esquina
a la mujer de otro.
O el que escucha en la sala de una clínica,
su alimentado semen en el llanto de un hijo.
Vengo tímido y vengo avergonzado.
Con la timidez y la vergüenza de una sonrisa sin dientes
o un joven masturbándose.
Con la vergüenza de una niña desnuda
por primera vez ante los ojos de un hombre.
Con la vergüenza de un libro en la vitrina
que no es comprado nunca.
Vengo llorando.
Dejando al viento mis lágrimas de hijo
para que se unan al inmenso sistema de tu tanto
formado por tus lágrimas de madre.
Estarás orgullosa porque seré otro hombre
y he matado mi triste soledad y mi llanto
y ahora son las distancias y las acciones buenas
y aunque estamos muy cerca y sinembargo lejos
yo haré que esta acidez se convierta en dulzura
y de esta despedida sin viaje volveremos
para darnos un beso cuando estemos de vuelta.