Restos bajo la cama
Andrés Baldíos
Se levantó de la cama. Se aferró a los almohadones con tal fuerza que estallaron. Entre la lluvia de plumas, el hombre grave y desnudo no sabía si abrir los ojos o contenerse hasta que las plumas terminaran de caer. Raspaba sus manos contra la pared, pintarrajeándola de carne, aún con ojos cerrados. Pálido, tembleque y desorbitado, no sabía qué hacer con lo que ya había hecho.
Fue justo en el momento en que cayó la última pluma, que sus perros corrieron a lamerle el vientre y olfatearle los genitales. Una leve erección señaló a los perros el lugar donde guardaba a seis críos de seis años. Mientras estos mordisqueaban, el hombre desnudo chupaba las yemas de sus dedos y lamía sus propias raspaduras. Arrebató un lomo de niño a uno de los perros y corrió a mirarse a un espejo. Abrió los ojos. Sus pupilas de negro inquietante encandilaron su propio reflejo. Introdujo el lomo en sus fauces inhumanas y entre traba y gorgoteo exclamó: “¡Gobierno el cielo siete! ¡De él no me destronas!”
Había ruido.
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Andrés Baldíos es escritor. Los primeros peldaños son peligrosos, su hasta ahora primer libro de cuentos, fue editado en 2012 por San Roque.