martes. 23.04.2024
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Soy tu fan: ¿Los fandoms hacen que la experiencia fan sea mejor?

Amalia Jiménez Velázquez

 

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Amalia Jiménez Velázquez
Soy tu fan: ¿Los fandoms hacen que la experiencia fan sea mejor?

La importancia de las fandoms es debatible para algunos, pero algo dado para otros. Una fandom es una comunidad de fanáticos de una persona, equipo, serie de televisión o cualquier producto de la cultura popular. En una fandom, algunos fans eligen crear una fan account, una cuenta de fan, donde pueden publicar fotos de la persona/cosa que apoyan, o pueden crear contenido original, como ediciones de fotos o videos, AUs (Alternate Universe, Universo Alterno en español), fanfiction, fan art, y mucho más.

Se considera que el primer fandom moderno está formado por fans del detective literario Sherlock Holmes; también ellos crearon la primera fanfiction entre 1897 a 1902; tempraneros, ellos. Pero el fandom se mueve a la esfera pública por primera vez en 1960 con Star Trek. Antes de esto, la mayoría de los fanáticos tenían o buscaban una relación directa con el autor; Star Trek marcó el comienzo de una cultura interactiva, saturada e independiente.

Con la llegada del internet, fanfiction.net llega a ser y se convierte en el hogar de cientos de fanfictions, pero se deshace de fanfictions NC-17 (para mayores de edad), los de “elige tu propia aventura” y songfics (música) en los siguientes años, debido a preocupaciones legales. Diez años después de su lanzamiento, Archive of Our Own, con su chat, debuta en 2007 para democratizar aún más el fandom, en respuesta a las nuevas reglas de fanfiction.net. En el mismo año se lanzó tumblr, que se considera (¿o se consideraba?) el hotspot de las fandoms.

Los fandoms pueden ser increíblemente importantes y poderosos en los medios hoy día. Desde que la gente se une para salvar algo que ama (como es el caso de la fandom de Brooklyn 99, que trajo de vuelta el programa, ahora en una nueva plataforma, después de mostrar su amor y apoyo por el programa y su descontento con Fox, su antigua plataforma) o agruparse para mostrar descontento con la calidad del producto, como es el caso de Thor: Dark World, cuando los fanáticos aumentaron 66% su calificación en el sitio de crítica especializada en cine Rotten Tomatoes a un 92% en la siguiente película, Thor: Ragnarok, después de alzar sus voces y captar la atención de Chris Hemsworth, protagonista de éstas.

Las fandoms también pueden ser increíblemente importantes y poderosas para los fanáticos. “Pertenecer a un grupo fandom ayuda a los adolescentes a conectarse con otros jóvenes de ideas afines (...) Sentirse parte de un grupo puede ayudarlos a definir su identidad y dar un sentido de propósito,” dice la Dra. Laurel Steinberg, psicoterapeuta y profesora de psicología en la Universidad de Columbia, a Teen Vogue. Para muchos las fandoms son un lugar seguro, donde las personas con ansiedad social pueden esconderse detrás del anonimato que brindan las redes sociales, y usarlo para hacer amigos. Pueden hacer que ser un fan sea mil veces mejor, porque ya no se trata de entes aislados en su habitación, con una pasión fulminante por un producto cultural que aman; ahora es interactivo y la pasión se puede compartir desde un lugar seguro.

Pero los fandoms también pueden ser agotadores. Ya sea por ship wars, atacar a parejas y sus shippeadores para demostrar la superioridad de su propio ship, o por “fanáticos” irrespetuosos, personas que dicen ser fans pero pasan la mayor parte de su tiempo atacando a quienes dicen apoyar, y a sus fans. A veces, los fandoms pueden ser tóxicos.

Entonces, ¿los fandoms hacen que la experiencia fan sea mejor? Depende.

La verdad es que, en tu experiencia fandom, debes priorizarte a ti mismo. Únete a fandoms para tu propio disfrute. Si te está quitando más alegría de lo que proporciona, no estas bajo ninguna obligación de quedarte. Las fandoms deberían dar, no quitar.

Como casi siempre en cuestiones de tecnología, no es ésta la que tiene la culpa (como dicen maestros o padres), sino el usuario. Toca ser mejores usuarios en todo aspecto en un mundo virtual ya tan contaminado –y, además, sucio en distintas maneras intangibles– como el mundo real.




 

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Amalia Jiménez Velázquez
(León, Guanajuato, 2004) es estudiante, aspirante a escritora y fanática de la literatura, las fanfictions y las series de televisión.

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