Esto no es un concierto de jazz
Néstor Pompeyo Granja J.
ESTO NO ES UN CONCIERTO DE JAZZ
Los conciertos de jazz no suceden en túneles de luz violeta, ni los ejecutan monstruos con trompa de metal. No suenan en dos lugares a la vez y no son paseos de montaña rusa. Y si acaso, entre el público aparece David Lynch, no lo hace para dirigir el show. Al contrario: si es el caso, Lynch lo hace con discreción y sólo por el placer estético. Y por el silencio. Siempre por el silencio.
ESTO NO ES UN CONCIERTO DE JAZZ
Los conciertos de jazz no aparecen el día de tu cumpleaños y usualmente no cierran la ventana: les gusta tragarse el viento y colorear la gran mancha opaca. Procuran rutas, no barreras. Huecos, no paredes. Se abren paso por cada orificio corporal y transcurren, bilaterales, dea-den-troa-fue-ra y deafueradentro…
ESTO NO ES UN CONCIERTO DE JAZZ, porque en los conciertos de jazz…
La gente aplaude los solos los encores se embarran en la piel
los afectos danzan frágiles eléctricos y la música corrige pesadillas.
En un concierto de jazz
—como en el Cielo— everything is fine.
Abro la ventana y salto al túnel. Saludo a David Lynch —silencio—. Me trago el viento y asumo el orificio. Estás demasiado cerca: descubres que ESTO NO ES UN CONCIERTO DE JAZZ. Rompes en llanto. Y se quiebra la galaxia en millones de chispas acuosas.
****
Néstor Pompeyo Granja (San Luis Potosí, 1984) es psicólogo de profesión, apicultor y apóstol por convicción. Labora en el ámbito de la educación universitaria y ejerce la psicoterapia. Tímido escribidor y hacedor de canciones. Cree fervientemente en la música, en los adolescentes y, por sobre todas las cosas, en Arthur Rimbaud. Está convencido de que la Tierra es hueca.