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RESEÑA

A cada paso nos encontramos

Karla Gasca

Karla Gasca [Foto, Andrés de la Rosa]
Imagen de Andrés de la Rosa
A cada paso nos encontramos

Kemer es un artista al que vale la pena seguirle la pista. Su formación la obtuvo en la calle, experimentando toda clase de situaciones que llevaron su imaginación al límite. Cuando se encontraba en Estados Unidos vivió un tiempo en la calle, durmiendo de día y recorriendo callejones oscuros por la noche montado en su bicicleta. Estos recorridos nocturnos le ofrecieron una posibilidad privilegiada: conocer las calles solitarias y enigmáticas que se mostraban hermosas a pesar de la larga fila de homeless y drogadictos que se acurrucaban sobre trozos de cartón a la espera de los rayos tibios del día. Kemer ha dedicado gran parte de su carrera artística al arte del tatuaje, pero no se cierra a otras posibilidades. Explora laberintos creativos a través de formas, texturas y colores. Ubicado sobre la calle madero, 411 para ser exactos, Bronson prestó su espacio para mostrar al público los lienzos intervenidos por Kemer, un artista derivado de su propia experiencia, del hartazgo de las multitudes, de la melancolía de los sitios mágicos de la adolescencia, de las calles oscuras y frías iluminadas únicamente por la luz de la luna, del asombro que nace al explorar las mismas calles una y otra vez y encontrarlas siempre distintas. ‘A cada paso nos encontramos’ es el nombre de la exposición que este artista estadounidense asentado en la ciudad de León ofrece al público del Bronson, a la espera de que el espectador encuentre también nuevos caminos.

Texto de sala:

Las cosas duran más que la gente. Quién sabe si la historia concluye aquí, quién sabe si no volverán a encontrarse.

Fragmento de El encuentro de Jorge Luis Borges.

Un encuentro supone distancia, espacio, intervalo, pero sobre todo supone sincronía y conjunción. El trabajo artístico más reciente de Kemer implica un encuentro íntimo, un acercamiento al Weltanschauung (Welt, «mundo», y anschauen, «observar»), término que el filósofo Wilhelm Dilthey utilizó para referirse a la experiencia vital que fusiona lo intelectual con lo emocional, la sensación que produce una experiencia peculiar del mundo. Para Kemmer esta experiencia nace al deambular por las calles de la ciudad y del efecto de soledad que asoma al encuentro con objetos, texturas y formas que pasan desapercibidas para la mayoría pero que para el artista supone un sinfín de posibilidades. Dando un papel preponderante a la forma y el color, Kemer sustrae fragmentos, observa, selecciona y excluye hasta conservar la esencia de una sombra, un edificio o un reflejo. Alquimista de los aspectos cotidianos, atrapa en sus pinceladas lo que cambia sutilmente, el brillo discreto de los objetos que fácilmente llamamos “inanimados” aunque no lo sean. “A cada paso nos encontramos” reúne una serie de piezas cargadas de movimiento que revelan madurez y una gran curiosidad por los materiales. El estilo de Kemer cambia de piel y se mantiene en esa búsqueda incesante del asombro, de la confluencia inesperada que el mundo ofrece.


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Karla Evelia Gasca Macías (León, 1988). Licenciada en Cultura y Arte por la UG. Ha tomado cursos de escritura creativa con Guillermo Samperio y Alberto Laiseca, este último en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires. Ha publicado en varios medios digitales e impresos. Forma parte de las antologías ‘Para leerlos todos’ (2009) y ‘Poquito porque es bendito’ (2012).

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