POESÍA
Tachas 491 • Un Gameboy • Agustín Villalpando
Agustín Villalpando

un gameboy
fue su consciencia
pudo abrir
el refri
mover la cátsup
y llegar a una choza
de ucrania
donde nadie
orinaría la cama
descubrió
que no sólo
era un chico miope,
un jabón zote
en un lavadero común,
un perro
perdido en un arroyo
conoció un hombre negro
de ojos grandes,
que escuchaba heavy metal,
le enseñó su motosierra,
sus nudillos;
juntos se acercaron
hasta el río
y escucharon:
aspas chuecas
una historia en un ladrido
una plegaria mal contada
entonces
creía en mike,
y los millones
que hizo en Arizona,[1]
los evangelios escritos en latín
y los gritos
de una película de horror
escuchó a job:
el demonio
y las lentejas,
también a glass:[2]
el oso grizzli
y venganza escrita en pawnee
entendió
poco
y pensó
en jugar pacman
en silencio
y olvidar
su cara de simio,
su nombre
en esos chicles sabor menta
y en los susurros del abuelo
cuando miran películas
de zombies
chinos
y stallone