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54 MUJERES, LA SERIE [XXX]

Ladies of the Canyon (Joni Mitchell, Carole King y otras cantautoras) • José Luis Justes Amador

José Luis Justes Amador

Carole King - Tapestry, portada del álbum
Carole King - Tapestry, portada del álbum
Ladies of the Canyon (Joni Mitchell, Carole King y otras cantautoras) • José Luis Justes Amador


 

Pouring music down the canyon / Coloring the sunshine hours / They are the ladies of the canyon.
Ladies of the Canyon, Joni Mitchell


 

La palabra que mejor resume lo ocurrido en el barrio de Los Angeles conocido como Laurel Canyon en los seis años que van de 1966 a 1972 es “utopía”. Una comunidad de músicos, algunos multimillonarios, otros pobres de solemnidad, compartían ubicación e ideal. Creían que la música podía cambiar el mundo. Y, como casi siempre ocurre en la historia de la música, puede parecer que aquella comunidad estaba formada principalmente por hombres. Pero haciendo música para colorear las horas de sol estaban aquellas a las que Joni Mitchell llamó Ladies of the Canyon.

Joni Mitchell es la responsable de uno de los discos más hermosos y completos de la historia de la música popular como es “Blue”. Ella fue una de las grandes pioneras del Canyon, y aunque en varias declaraciones en entrevista siempre ha afirmado que no se considera feminista sino que cree que “no tengo una postura contra los hombres. Lo que tenemos qué lograr es sacar esto adelante hombro con hombro”, es sin lugar a dudas una de las grandes pioneras para lograr que las mujeres estuvieran en igualdad artística, al menos, con los hombres. Tanto que, de hecho, un crítico llegó a afirmar que Mitchell “se convirtió en la primera mujer en la música popular a la que se le reconoció como artista en el sentido más completo de ese término… Sin importar cuales sean las posturas que haya expresado Mitchell sobre el feminismo, lo que ella representa más que cualquier otro artista de su época es la preeminencia de la perspectiva de la mujer en la vida cultural y política”.

Por eso la influencia de Mitchell, que acumula versiones y versiones de las más diversas procedencias sobre sus canciones, ha sido tan duradera y heterogénea. Entre los músicos que la han citado están Taylor Swift, Björk, Prince, Harry Styles, David Gilmour, Haim o Lorde, sin olvidar a ¡los miembros de Marillion! Madonna declaró en una entrevista que “realmente hubo una época en que estaba clavada con Joni Mitchell. La adoraba cuando estaba en la preparatoria. Blue es asombroso. Tendría que decir que de todas las mujeres que he oído, ella es la que tuvo un efecto más profundo en mí desde el punto de vista de las letras”. La lista de sus covers sería interminable y van de Hole a los Counting Crows, de Annie Lennox a Q-Tip sampleandola y rapeando a continuación, “Joni Mitchell nunca miente”, de Nazareth (habría que estudiar algún día la influencia de Joni en cierto metal) a James Blake.

Carole King fue otra de las grandes mujeres del Canyon, aunque ella ya venía del éxito. Junto a su pareja, Jerry Goffin, compusieron además del inmortal y multiversioneado “Will you love me tomorrow”, “Chains”, una de las seis canciones no propias del primer disco de los Beatles, “The Loco-motion” o, de entre una lista larga, el popularizado por Aretha Franklin “(You make me feel) like a natural woman”. Aunque su gran obra sería un maravilloso “Tapestry” que marca la pauta para tantos y tantos otros discos de hombres y mujeres en la década de los setenta con su modo de producción sencilla y, al mismo tiempo, llena de detalles que van apareciendo aquí y allí, coloreando unas canciones ya de por si perfectas.

Además del homenaje que supuso “Tapestry Revisited: A Tribute to Carole King” con Rod Stewart, Celine Dion, Aretha Franklin, haciendo no “su” canción sino “You've Got a Friend”, o los Bee Gees, cientos y cientos de artistas han grabado sus canciones como James Taylor, Roberta Flack, Barbra Streisand, The Carpenters, Gloria Estefan u, otra de las mujeres del “Canyon”, Linda Ronstadt.

“Tapestry”, que con “You’ve got a friend” consiguió que Carole King fuera la primera mujer en ganar un Grammy a la mejor canción del año, es uno de esos discos que estando en su época sea a la vez una puerta al futuro. En esas doce canciones está el espíritu de los sesenta que ya habían terminado, y al mismo tiempo la música suave y pop que iba a dominar las listas en los años siguientes.

Y junto a ellas habitaban en Laurel Canyon otra serie de mujeres que, sin haber logrado dos discos tan perfectos como “Blues” o “Tapestry”, merecen por sus carreras o por una canción estar en la misma lista. Son Mama Cass Elliot, Michelle Phillips, Linda Ronstadt con su emocionante recopilación de folclore mexicano “Canciones de mi padre”, Buffy Sainte-Marie, Laura Nyro, Karla Bonoff, Nicolette Larson, Jackie Deshannon o Judy Collins, entre otras muchas.

Y, como escribe Barney Hoskyns, autor de “Hotel California”, un libro que describe aquella época, “triunfaron por no aguantar la mierda de los hombres, aunque fueran castigadas por ello. Joni Mitchell y Linda Ronstadt eran más fuertes y más inteligentes que casi todos los hombres de la escena, y ninguna de ellas sintió la necesidad de disculparse por jugar en el campo romántico de Los Ángeles. Joni era claramente un genio musical y lírico, y Linda era una gran cantante, seleccionadora de canciones y jefa musical en general”.

PD: Muchas de las composiciones de Mitchell y King son reconocibles por muchos, sobre todo por la serie innumerable de versiones que nunca han dejado de tener, pero tal vez esa fama ha hecho que hayamos olvidado a las grandes mujeres que están detrás de ellas.

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