POESÍA
Égloga y morriña por mi gran ciudad • Luis H. Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas

El 13 de agosto es una fecha que a los oriundos de esa gran ciudad nos conmueve, ya que ese día cayó el último bastión mexica en manos enemigas. La Ciudad de México jamás ha festejado la fundación de una villa europea. Pero sí ha conmemorado esta fecha de agosto.
Hace unas semanas, durante una de esas muchas madrugadas, en que la inspiración toca a mi puerta y abre mi corazón, escribí lo que a continuación, quien tenga a bien leerlo, conocerá.
Mi alma y mi espíritu pertenecen a un solo lugar. La Ciudad de México (el DF, la capirucha, pues). Chilangote de pura cepa, mexica por herencia.
Y aunque haya vivido muchos años fuera de ella, y tal vez ya no regresé a vivir ahí, jamás dejaré de amarla y extrañarla en muchas ocasiones.
Una gran parte de mi esencia está en algunos lugares que aquí describo. Pero me faltan muchos más. El 06400 lo traigo en la frente y en el corazón. Sí, la Gloriosísima Santa María La Ribera, ya que en ese lugar viví mi niñez, mi juventud, mi adultez, hasta que decidí dejarla hace trece años, para consolidar un sueño. Y claro que ese sueño se logró.
Ahora, con mi pobreza poética, le escribo a mi bella ciudad, desde dentro de mi alma. Así que este poema, pensamiento, oda, égloga (como le quieran nombrar), evoca un sentimiento muy profundo al estar lejos de ella, sabiendo que ya no regresaré a vivir ahí, aunque sí a visitarla. Las veces que sea necesario y hasta que el cuerpo aguante.
La idea es que esto será mucho más que un texto. Hay una versión en video con la declamación. Un proyecto que hicimos varios defeños en el auto exilio.
Espero les guste. Sé que cualquier chilango que lo lea y escuche, le va a llenar de orgullo y chance, hasta derrame una lagrimilla. ¡No me queda duda!
Los créditos, aquí.[1]
¡Huey Tenochtitlan!, eres un lugar de ensueño. Morada de aquellos que guió Hutzilopochtli, el gran Colibrí Zurdo, el digno guerrero que portaba al Sol.
¡Huey Tenochtitlan!, te convertiste de un islote inhabitable, en la portentosa capital de uno de los más grandes imperios.
Mexihco Tenochtitlan, eres el corazón que late dentro de mí, y aunque me convierta en ceniza, siempre estarás latiendo por la eternidad.
Mil cosas se han escrito de ti, hermosa ciudad capital de un país de hermoso espíritu. Incontables poetas y escritores te han novelado. Cristina, “El Monsi”, Carballido, José Agustín, entre otros.
Muchos han cantado tus increíbles bellezas y tu alegría: Lupe Trigo, Chava Flores, Lucha, Lola, Aida, Lupita. "Mi Ciudad", diría el buen Trigo, la más hermosa. Incansable e inagotable. Rockdrigo, siempre con su prosa contundente, nos recuerda nuestro imponente taxi naranja.
Has vivido insufribles momentos, como un asedio en que un grupúsculo debilitó tu alma guerrera.
Has visto infinidad de luchas fratricidas y algunas intervenciones extranjeras. Has sido Imperio indígena, Colonia, dos imperios fallidos, República, Dictadura y muchas cosas más. También has sido testigo de incansables protestas por la justicia.
Pronto cumplirás setecientos años, y te sigues viendo tan joven, como cuando aquellos mexicas localizaron el augurio de su gran guía.
Y hace quinientos, te rendiste, ¡pero no te acabaron! Hoy te alzas majestuosa, demostrando que los herederos de los guerreros colibríes, águilas y ocelotes, siguen en el espíritu de cada hijo tuyo.
Ciudad con Ángel, forjado en bronce, como el gran símbolo y testigo; ése Ángel que a sus pies, ha albergado tristezas y alegrías de todo tipo. Con la cercana Diana que puede flechar tu corazón y hacer que más la ames.
¡Mexihco, lugar del ombligo del Mundo! Eso eres mi bella Ciudad. No hay otra igual. Y si volviera a nacer, no dudaría en dónde hacerlo. Si, exactamente donde el Águila devoró a la Serpiente y se erigió el primer templo al numen principal: ¡sí, el hijo de la majestuosa Coatlicue!, la Madre de todos los nacidos en esta bella tierra. Tierra que custodian un guerrero que humea por siempre y una bella dama con manto blanco. Gran ciudad rodeada por bellos volcanes que hacen casi impenetrable tu acceso.
Una majestuosa bandera ondea casi en el axis mundi de los guerreros que forjaron ése poderoso imperio. Y lo forjaron desde las más adversas condiciones.
Eres custodia de vestigios de grandes urbes milenarias: Cuicuilco, Tenochtitlan, Tlatelolco, Mixcoatl, Chapultepetl, etc.
La mitad de tus alcaldías conservan aún sus nombres indígenas: Azcapozalco, Cuauhtemoc, Iztacalco, Iztapalapa, Coyoacan, Tlahuac, Xochimilco, Tlalpan, sin un previo castellanizado que las demeritaría. Muchas colonias, barrios y calles, también ¿En dónde más?
Ciudad de grandes contrastes, con diferencias sociales, muy marcadas. Pero aun con eso, sigues siendo la más bella ciudad en el Universo. ¡Sí, el Ombligo del Mundo!: ¡Mexihco, te amo incondicionalmente!
Me viste nacer, crecer, SER. Me enseñaste MUCHO y te debo TODO, y jamás estaré lo suficientemente agradecido por arroparme en tu sagrado suelo.
¡Ése suelo que ha visto tanto!
4:46 a.m. Junio 8 2021
#MexihcoTenochtitlan #Agosto13de1521 #Agosto13de2021 #500AñosDeResistenciaIndígena #ReviviendoLaHistoria
[Ir a la portada de Tachas 427]
[1] CRÉDITOS
Autor: Arqlgo. Luis Humberto Carlín Vargas.
Dibujo original del proyecto. Oliver Munguía Carlín.
Declama en video: Luis Guillermo Figueroa Montero.
Música en video: “Tlalohtik, nehnemi uan tlauitlani” Grupo Tribu (Alejandro Méndez Rojas, Ángel Agustín Pimentel Díaz, David Méndez Rojas).
Imágenes en video: Autores varios. Chilangos que donaron sus fotos para este noble proyecto.