martes. 23.04.2024
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Niebla ardiente, de Laura Baeza • Karla Trejoluna

Karla Trejoluna

Niebla ardiente - Foto, Karla Trejoluna
Niebla ardiente - Foto, Karla Trejoluna
Niebla ardiente, de Laura Baeza • Karla Trejoluna


Una de las cosas que más me gusta de leer novelas es cuando encuentro una que me descoloca, que me sorprende y me saca no sólo lágrimas sino profundas reflexiones y, la que hoy les comparto es una de esas: Niebla ardiente, la primera novela de la joven escritora mexicana Laura Baeza.

Con un arranque que nos regala una frase de Black, de la banda norteamericana Pear Jam, Laura nos presenta una novela corta y poderosa que toca temas muy duros: desde la trata de blancas y el feminicidio, hasta el impacto que puede tener en una familia la enfermedad mental de unos de sus miembros. Con una narración a dos tiempos que incluye muchos momentos en retrospectiva, vas como lector sumergiéndote en la vida de Esther y de su hermana Irene quien, luego de haber sido recluida en una clínica por esquizofrenia, desaparece. A lo largo de 221 páginas, distribuidas en 44 capítulos, vamos tejiendo la problemática en un lapso de 23 años, de 1990 al 2013.

Publicada apenas hace dos meses bajo el sello de Alfaguara (cuyas ediciones disfruto mucho) esta no es una historia bonita. Es una dura, que repasa el impacto de un padre ausente, de una madre desbordada, de una familia en que la culpa, los silencios, la pérdida y el dolor se instalaron hasta lo más profundo, un libro que transita por Martínez de la Torre, Xalapa y Cofre de Perote en Veracruz -cuya espesa niebla le da título al libro-, la Ciudad de México y Barcelona.

Laura nos otorga con esta primera obra un mensaje contundente sobre los temas que le interesan, esos a los que debemos hacer frente y hablar. Una realidad complicada que se vive en no pocas familias, y que incluye la salud mental en la infancia y la violencia hacia las mujeres. Plantea, además, las dificultades del trabajo periodístico en nuestro país e incluye la enorme capacidad terapéutica de las artes, especialmente de la música y la danza.

El final de Niebla ardiente me conmovió mucho. Fue un libro que por un lado duele, pero que por el otro otorga luz y esperanza, dando reconocimiento en medio de todo, a la capacidad que tenemos de pedir perdón y recuperarnos.

Laura tiene publicados dos libros de cuentos: Época de cerezos y Ensayo de orquesta, que sin duda compraré.

karla trejo

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