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GUÍA DE LECTURA 424

Guía de Lectura • Trazos, de Juan Manuel Ramírez Palomares • Jaime Panqueva

Jaime Panqueva

Trazos, de Juan Manuel Ramírez Palomares
Trazos, de Juan Manuel Ramírez Palomares
Guía de Lectura • Trazos, de Juan Manuel Ramírez Palomares • Jaime Panqueva


Este fin de semana se cierra la 35 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuyo regreso a la presencialidad era necesidad para uno de los sectores más golpeados por los confinamientos de la pandemia. A pesar de los aforos controlados, la baja en la participación de expositores y los filtros de seguridad, menos estrictos que cuando el invitado de honor fue Israel, el espíritu de la feria sigue intacto.

No obstante, es imposible negar que los presupuestos se han recortado de forma importante. Estimo que a la feria asistieron 60% de los expositores habituales. El stand del IEC, que usualmente estaba muy bien ubicado y disponía de un área importante de exhibición, se redujo a una tercera parte y compartió su exiguo espacio con el Museo Iconográfico del Quijote.

Aun con esta innegable merma, entre sus novedades era posible encontrar trabajos como el poemario Trazos, impreso en diciembre del año pasado por Ediciones La Rana dentro de su colección Autores de Guanajuato. Como una cima resultado de 40 años de oficio poético, Juan Manuel Ramírez Palomares reflexiona sobre su llegada a la edad del otoño, dónde de manera dramática se cuestiona:

¿Cuándo llegará por fin la muerte mía?
¿Cuándo cerrará mis párpados mi voz mis libros?

Consciente de la proximidad del fin, el poeta regresa y prosigue la escritura de ese poema vital, ese único poema que entrelaza sus anteriores libros y brinda aún más lustre a Trazos. Los versos añoran la antigua vitalidad mas, con la experiencia a cuestas, no cejan en perseguir ese horizonte que cada vez se antoja menos lejano.

 

Y todo lo he sido
polen y alumbre

Segundero de lo eterno
olvidé mi origen
al contacto con la sombra

Respiré mar adentro
la sal de sus relámpagos


Me hice uno con el olvido
y para recordar florezco
como aquel árbol viejo.

 

La edición posee además la virtud de acompañar la poesía con las ilustraciones del músico Cuauhtémoc Trejo; trazos de tinta y acuarela cargados de evocaciones clásicas y sensuales que dialogan entre el papel cuché con la pluma de Ramírez Palomares, para hacer de este libro un objeto bello en todos sus sentidos.

Celebremos no sólo la capacidad resistir a las adversidades de proyectos como la FIL, que con seguridad regresará el año entrante fortalecida, sino también el trabajo editorial que en medio de la pandemia sigue publicando a sus poetas en ejemplares tan memorables como Trazos.

 

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