viernes. 19.04.2024
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Tachas 505 • Discos 2022: Mujeres en el Jazz • Fernando Cuevas

Fernando Cuevas

Myra Melford
Myra Melford
Tachas 505 • Discos 2022: Mujeres en el Jazz • Fernando Cuevas

Con incorporaciones de la tradición en vínculo con improvisaciones libertarias y conversaciones al filo del pentagrama, For the Love of Fire and Water fue la propuesta de la connotada y experimentada pianista Myra Melford, aquí con su Fire and Water Quintet, supergrupo integrado por puro talento femenino de elementos primigenios, confabulándose desde su distinta pero complementaria naturaleza: la exploradora saxofonista germana Ingrid Laubrok, muy activa con Fragile, grabado al lado de Andy Milne; No es la playa con Brandon López y Tom Rainey, con quien también se asoció para Counterfeit Mars; la percusionista Susie Ibarra, quien produjo Heart & Breath: Rhythm and Tone Fields, de vaporosa envoltura y en conjunto con Richard Reed Parry.

Completan el quinteto la chelista Tomeka Reid, que con Biliana Voutchkova tejió el EP Bricolage III, todo un vórtice de cuerdas, y la compositora y guitarrista Mary Halvorson, además entregando doblete con su característico estilo picking inoculado de ciertos efectos electrónicos para introducirse entre los sustentos instrumentales que la acompañan: Belladonna, junto con con The Mivos Quartet, tejiendo cuerdas en tesitura avant-garde, y Amaryllis, en formato de sexteto y entretejiendo funk y rock recubiertos de su habitual capacidad excursionista. Mientras tanto, desde se presentó el Julia Hülsmann Quartetcon The Next Door, en el que la pianista alemana abre espacios para llenar las manos vacías con su reconocido tono reposado, envuelto sutilmente por sus colegas para dar paso a la siguiente policromía hecha de madera. 

Terri Lyne Carrington rinde luminoso tributo a compositoras jazzeras como Parlato, Younger, Lincoln y Crispell en New Standars Vol. 1, acompañada por Kris Davis y Linda May Han Oh y los caballeros Nicolas Payton y Matthew Stevens: muestra de la actual contribución al género que han hecho ellas con gran brillantez. Janel Leppin presentó Ensemble Volcanic Ash, integrando géneros, por su parte, la joven cantante Samara Joy produjo Linger Awhile, segundo álbum en el que se anima con algunos clásicos, bien cobijada por su banda de acompañamiento y recibiendo con gratitud la herencia de sus grandes antecesoras.

La cadencia vocal de Eliane Elias se desplegó en Quietude con toda su versatilidad para estirar el apacible paisaje de la bahía, siempre con reconfortante calidez. Cécil McLorin Salvant explora pasados a través de su canto en Ghost Song, que además de coros y canto a capela, contrastando con las instrumentaciones pianísticas, incluye una cristalina y sentida versión de Wuthering Heights, la clásica de Kate Bush, que parece convocar a la mismísima Emily Brontë, con todo y esa entrada del bajo que disipa la niebla para abrirle paso a la vocal. 

La pianista madrileña asentada en Nueva York, Marta Sánchez, presentó SAAM (Spanish America Art Musuem), conformado por nueve temas propios de soltura palpable, entre los que se incluye el calmo Marivi, interpretado junto con la cantante Camila Meza y el reconocido trompetista Ambrose Akinmusire: un álbum que en efecto encuentra el difícil equilibrio entre esa dualidad hispanoamericana cuando soñar es lo único. La saxofonista inglesa Trish Clowes y su compenetrado cuarteto My Iris, por su parte, presentaron A View With a Room, que cierra la ventana con la vital Almost, que va creciendo desde esa vista con habitación para ver pasar el tiempo de la canción matutina de caleidoscópico alcance. 

Por su parte The Angelica Sanchez Trio, conformado por la meticulosa pianista de Phoenix, quien invitó a una sólida y espaciosa base rítmica formada por los reconocidos Michael Formanek (bajo) y Billy Hart (batería), entregó Sparkle Beings, entre brillantes pasajes de exploración y certidumbre sonora con preludios de amigos fantasmáticos, creadores de vínculos generacionales. Desde Chile, la saxofonista Melissa Aldana hizo equipo con el guitarrista noruego Lage Lund para grabar 12 Stars, recorrido con los ojos andinos bien abiertos por diversidad de texturas jazzísticas que se ubican en un intuitivo firmamento sonoro.

Alina Bzhezhinska, nacida en Ucrania y asentada en Londres, se suma a ese selecto grupo de arpistas jazzeras y entrega, junto con su HipHarp Collective que funciona también como plataforma digital, el abarcador Reflections, justo para poner el alma en movimiento a través de unas cristalinas cuerdas en cascada que salpican flores africanas y viajan de Alabama a París: meditaciones de alcance global con esencia modernista. Desde el más allá, Alice Coltrane se congratula. La cantante coreana Song Yi Jeon hizo pareja con el carioca Vinícius Gomes para desplegar su versatilidad y capacidad de integración de estilos, acompañada por esa guitarra que parece seguirla para recorrer sus mismos pasos: la ductilidad desparramada en el álbum homónimo Song Yi Jeon/Vinícius Gomes termina por llevarnos de la placidez al dinamismo que nos infunden los juegos vocales. 

La cantante portuguesa Maria Mendes hizo equipo con John Beasly y la Metropole Orkest para grabar en vivo el Saudade, Colour of Love, transitando de la melancolía cercana del fado, con todo y arriesgados juegos vocales, al despliegue orquestal a media luz, mientras que el dueto DOMi & JD Beck, produjeron NOT TiGHT guiado por un cercano piano eléctrico de reconocibles acordes que reúne a invitados como Thundercat, Mac DeMarco, Anderson .Paak, Kurt Rosenwinkel, Busta Rhymes y, ni más ni menos, Herbie Hancock.

La compositora y poeta Camaye Ayewa firma por segunda ocasión como Moor Mother, ahora presentar el orgánico álbum Jazz Codes, buceando en la memoria de las música negras a través del spoken, el rap y, desde luego, el jazz y su genética contemporánea en convivencia con sonidos urbanos, contando con invitados notables como Jason Moran. Carmen Villain nos envuelve en un ambiente emanado de vientos incisivos y contenidos sintetizadores, lleno de sutilezas corporales, espacios liminales y en donde solo hay cabida para el amor de aquí en adelante: el futuro tiene memoria sonora como lo sentencia Only Love From Now On

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