GUÍA DE LECTURA 512
Tachas 538 • Marca de agua, de Ana Paulina Calvillo • Jaime Panqueva
Jaime Panqueva
Me dio gusto este fin de semana, de paso por la CDMX, encontrar en las mesas de novedades de grandes librerías esta reciente coedición de Editorial Ficticia y Ediciones La Rana, fruto de los talleres que auspicia el Instituto Estatal de la Cultura a través del Fondo para las Letras Guanajuatenses. Marca de agua (2023) despliega una constelación familiar que gravita alrededor de tres hermanas que viven el México de los 70 hasta la época actual. Compuesto por relatos muy breves dispuestos en aparente desorden, son a la vez piezas independientes con una extraordinaria capacidad de captar instantes que el lector puede hilvanar posteriormente para construir su visión sobre los padres, esposos e hijos de Isabela, Galia y Alina.
Y son tan autónomos los relatos que me sorprendió encontrar uno, que gira alrededor de una disputa entre hermanos con visiones muy opuestas de la vida, por la herencia de su padre. Titulado La chopper de Milwaukee, lo publicamos, gracias a la generosidad de su autora, en el número 16 de Argonauta, revista cultural del Bajío, que dedicamos a creadoras de la región. Desde entonces me impresionó la capacidad de Calvillo para traslucir la dinámica familiar de sus protagonistas con una elegancia envidiable que se puede asumir sin pretensiones, y lo comenta Ana García Bergua en la contraportada, como “fina heredera del relato europeo y norteamericano contemporáneo en México.”
Descubrí que La chopper no sólo era un garbanzo de libra, además de un relato crucial dentro de los destinos de la familia imaginada por la autora, sino que brillaba con luz de igual intensidad dentro de la pléyade reunida en Marca de agua. El título mismo hace alusión a un concepto empleado en la industria del papel y los libros para referirse a productos cuya identidad puede identificarse plenamente al observarlo a contraluz. La impronta de la casa, de la familia, de la nostalgia y el dolor:
Estaba pensando en Lucas, era el primer día que no nos veíamos y se habría quedado esperando. Regresábamos a la ciudad y no volveríamos a encontrarlo. Mamá estaba bien, nos dijo papá en la cena, pero había perdido a nuestro hermano. ¿Dónde lo perdió?, preguntó Alina, y papá la sentó sobre sus piernas para explicarle. Con el vaivén de la hamaca vino la tristeza. Me sentí tan sola, mirando las largas sombras del jardín, que nunca volvería a ser la misma. Relato El principio de algo.
Marca de agua, un libro de cuentos sensible y necesario que deber ser leído con detenimiento y aquilatado como uno de los productos importantes de nuestra literatura.
Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]