jueves. 27.03.2025
El Tiempo

Opinión • Del amor y otras peripecias • Arturo Mora

“Uno de los rasgos únicos más allá de lo instintivo como especie para relacionarnos con el otro es el amor…”

Opinión • Del amor y otras peripecias • Arturo Mora

Yo creo que la única gran pérdida son las ilusiones,
y a veces las certidumbres, por hermosas que sean,
no alcanzan a reemplazarlas.

Julio Cortázar

La felicidad es minimalista. Es sencilla y desnuda.
Es una casi nada que lo es todo.

Rosa Montero

No te preocupes en exceso del mundo exterior, 
mejor preocúpate de tu mundo interior. 
Pues según como estés por dentro, verás fuera uno u otro color.

Arnau de Tera

No tengo qué pensar ni qué ensayar nada.
Lo que se gesta dentro de mí, sucederá por sí solo.

Sylvia Plath

En ninguna parte puede hallar el hombre
un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.

Marco Aurelio

Mis palabras atraerán a una mente fuert
 u ofenderán a una débil.

Anne Sexton

Así es la vida, equivocarse.
Frida Kahlo

Es al separarse cuando se siente y se comprende
la fuerza con que se ama.

Fiódor Dostoievski

Ser lo suficientemente valiente como para estar solo
te libera para invitar a personas a tu vida
porque las quieres y no porque las necesites.

Mandy Hale

La vida es pese a nosotros. En ella, va implicada la naturaleza junto con la toda la cultura que ha creado la humanidad, -el lenguaje, la historia y la memoria como un gran todo desde la complejidad de lo que somos- y que es un atributo de la inteligencia, que es una cualidad única que nos pertenece y que se ve confrontada con muchas de las decisiones que se van tomando en el vivir y que muchas veces contradicen el sentido común y a la inteligencia misma. La vida irrumpe y trastoca la realidad material y da sentido y soporte a las expresiones emocionales a la par de los procesos fisiológicos y metabólicos que experimentamos en el cuerpo, que hacen que podamos sentir placer, gozo, dicha, alegría, compañía y felicidad, y sus contrarios, dolor, tristeza, pena, sufrimiento, maltrato y soledad. 

Uno de los rasgos únicos más allá de lo instintivo como especie para relacionarnos con el otro es el amor. Nada tan singular y tan sofisticado a la vez. Nada tan bilógico desde la química, la atracción con feromonas incluidas, como todo lo emocional, afectivo y sentimental que hemos desarrollado para poder tener uno en la vida uno de los elementos existenciales más refinados de la cultura, que busca dejar de alguna manera ser  lo más básico para transformarlo en expresiones múltiples de afecto, con conductas que son imbricadas, que pasan por los esquemas y patrones del romanticismo, la dependencia, y que atraviesan las expresiones sentimentales, -lo sublime y la seducción- y que se condensan y se concretan en las manifestaciones físicas del amor y en la exploración, descubrimiento y compromiso de la sexualidad humana sana y plena. Incluidas las formas diversas en que se expresa y se vive el amor. Si bien el amor es inherente a lo humano, las formas culturales pueden también crear condicionamientos y restricciones a las personas. Hay una historia pautada por el patriarcado, por el machismo instaurado como cultura de sumisión de las mujeres que distorsiona al amor y condena las relaciones a las violencias, a los abusos y a los sometimientos absurdos e injustos.

Las dinámicas de control, desde el poder, el temor, el miedo y el pánico están estructuradas desde las violencias que ponen de manifiesto el que hay mucho por aprender y mucho más por desaprender, para dar valor en lo real a la experiencia humana de amar a alguien. Hoy la reciprocidad, la colaboración, el respeto, el consentimiento, la libertad, la individualidad son elementos sustanciales para repensar el amor, para redefinir las prácticas y las conductas sociales, que incluyen la sexualidad, el género y los derechos humanos,  sustento de la necesaria deconstrucción del amor, y que tiene raíces más políticas y simbólicas asociadas a la reproducción de los sistemas sociales y culturales que desean centrar las expresiones afectivas y sentimentales como un asunto meramente privado y que no tiene todavía sus correlatos y sus nuevos imperativos morales  en la dimensión social del amor. 

El mercado explota todo de lo que pueda obtener ganancias. Los sentimientos hoy son utilizados para crear necesidades de consumo. Compro luego existo. La dimensión social del amor esta hoy en revisión necesariamente por que en el amor esta condicionado a un deber ser, en los que patrones morales asociados a la reproducción, a la convivencia, a la demografía de una nación y también a la salud emocional de su población, son usados para imponer formas de amar y en tanto en la gestión y manifestación de las emociones son usadas para dar legitimidad a unas formas permitidas de vivir y experimentar el placer, el deseo sexual y los sentimientos implicados en el amor.

Hoy la sexualidad humana, en todas sus dimensiones y consideraciones esta cruzada por la cultura dominante, y por las lógicas del poder, sea simbólico y real. Qué es lo que se permite, qué es lo que se prohíbe está en juego en cada relación humana de pareja. El hecho es que sin que sean mandatos explícitos, se trastocan las formas de convivencia y se coloca al cuerpo como territorio de las violencias para condicionar las formas de interacción social y afectiva entre las personas. Si hubiera realmente una sociedad igualitaria, profundamente humana, que da valor a la vida, entonces ¿Por qué hay tantos feminicidios y asesinatos en la comunidad LGTBTII+? ¿Por qué no podemos dar valor y respeto a las personas independientemente de su color de piel, de su edad, de su orientación sexual, de su origen étnico, de sus identidades y de sus creencias religiosas, políticas e ideológicas? 

Poder entender como escribió Borges que cada relación interpersonal es maravillosa: 

Sencillamente porque cada persona que pasa por nuestra vida es única.  Él siempre deja un poco de sí mismo y nos quita un poco de nosotros. Habrá quien nos haya quitado mucho, pero nunca habrá quien nos haya dejado nada, debería ser suficiente para otorgar y garantizar respeto entre nosotros y nosotras.  

Entender que Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee, como lo señalo Marguerite Yourcenar, es uno de los grandes pendientes de la civilización en esto de vivir en sociedad, asumiendo la individualidad y singularidad de cada persona. 

Umberto Eco escribió en El nombre de la rosa:

Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas

De alguna manera esto ha dado pauta para establecer un código univoco para delimitar y querer poner bajo control el amor. 

Clarice Lispector dijo a manera de manifiesto: 

Imploro humildemente una alegría, una acción de gracias, pido que me permitan vivir con menos sufrimiento, pido para no ser tan puesta a prueba por las experiencias ásperas, pido a hombres y mujeres que me consideren un ser humano digno de algún amor y algún respeto. Pido la bendición de la vida

Frida Kahlo dejó estas palabras, para dejar en claro que entre las peripecias humanas el amor acaba.: 

Hoy hablé con las mariposas que viven en mi estómago. Les pedí que revolotearan más despacio y disfrutaran de su existencia. Que deben parar porque se pueden cansar. No tuve el coraje para decirles que este amor se muere, y que ellas… Pronto desaparecerán.

Sir Anthony Hopkins declaró: 

Mi filosofía es: lo que la gente diga de mí no es asunto mío. Soy quien soy y hago lo que hago. No espero nada y acepto todo. Y eso hace la vida más fácil. Vivimos en un mundo donde los funerales son más importantes que los difuntos, el matrimonio es más importante que el amor, las apariencias son más importantes que el alma. Vivimos en una cultura de embalaje que desprecia el contenido.

Jeff Brown escribió: 

Acercarse a alguien exige que también nos acerquemos a nosotros mismos. Esa es la naturaleza de la verdadera intimidad. Cuando nuestro corazón se abre a otro, también se abre a nosotros mismos. El amor excava todo lo vivo dentro de nosotros, incluyendo nuestra sombra sin resolver, en un esfuerzo por llevar todo lo que somos a la luz de la conexión. Quiere que todos nosotros estemos presentes para la experiencia. Quiere que todos nosotros sanemos. Entonces nuestra experiencia de intimidad es algo más que un alcance para el otro. También es un alcance para nosotros mismos. No sólo una aventura fugaz entre dos almas, sino un viaje verdaderamente transformador hacia la totalidad.

Arundhati Roy dijo: 

Al amor. Ser amado. Para nunca olvidar tu propia insignificancia. Nunca acostumbrarse a la violencia indescriptible y a la vulgar disparidad de la vida que te rodea. A buscar la alegría en los lugares más tristes. Perseguir la belleza a su guarida. Nunca simplificar lo que es complicado o complicar lo simple. Respetar la fuerza, nunca el poder. Por encima de todo, para mirar. Para tratar de entender. Nunca mirar hacia otro lado. Y nunca, nunca olvidar.

El amor es un asunto político y social. Nada de lo humano es ajeno al poder y por eso es necesario hablar, pensar, sentir, reflexionar, reconocer, y dar paso a nuevas formas de vivir el amor y de poder romper inercias, cánones, imposiciones y sanciones al amor. Poder desvincular el amor a las lógicas del mercado capitalista es por demás necesario, es urgente. La estabilidad emocional y por ende social pasa por saber amar y saberse amado desde la libertad, en un entorno de justicia social y de igualdad de derechos y oportunidades para ser la mejor persona en su integralidad en su dignidad para entonces amar desde la plenitud y desde la consciencia que nos hace realmente humanos.